viernes, 10 de abril de 2020

Y cuando pase todo esto...¿saldremos al balcón a las 20.00?

Cuando pase esto
no sabemos
si continuarán
los homenajes 
por los balcones.
Lo que sí 
deberíamos exigir
es que el Gobierno
entregue las armas
a la sanidad pública,
principal sostén 
en esta crisis.

Tranquil@s,
tendremos
el tiempo suficiente
para sufrir las consecuencias
durante años.
Llegará el momento
de depurar responsabilidades,
de señalar a "l@s culpables",
de marginar a los irresponsables
(a estos sin comillas),
pero debería trascender
el sobresalir por las ventanas,
dando un paso más,
hacia decisiones políticas
que determinarán
nuestro futuro.

Claro que deberíamos
seguir alimentando
el espíritu comunitario
cuando esto pase
cada día a las 19.58
con los aplausos,
pero resultaría en vano
si solo se queda 
en una acto
de coordinar las manos
para generar un sonido seco.

A partir de entonces,
cuando el virus deje
de dar tanto miedo,
habrá que arrullar
más si cabe a nuestras vecinas,
tendremos que blindar
a sanitarias, maestras
y agentes sociales.
Se tendrá que repensar
la forma en que se abraza
tras varias semanas
aisladas.
Tendremos que impulsar
la infancia
como la panacea
para todos 
los continentes.
Habrá que poner
música obligatoria
en las calles,
lienzos en los tejados
y poesía en los ríos
que queden
para llegar más lejos.
Tendremos que consolidarnos
en el verde
para que no vuelva 
el gris ciudad.
Y tendremos 
que asumir
que habrá besos
que ya nunca podremos 
dar ni recibir.

Y cuándo pase todo esto... ¿qué?
Cuando todo esto pase,
no será suficiente 
solo con salir
a las 20.00 al balcón.
Las revoluciones
nunca han empezado
tras el marco 
de una ventana,
pero si es una
buena oportunidad
para que se fragüen, 
aunque tengo muchas dudas
de cómo se escribe 
esta palabra;
de ahí nacerán
todas nuestras incertidumbres
para consolidarnos
en las debilidades
o hacer surgir
las fortalezas.

_A Posi_


Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme III.

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