viernes, 29 de septiembre de 2017

Registro Civil Único

Me levanto
con nervios
adolescentes
y me recuerdo
en el día que
me enfrente 
a la selectividad.
Ahora mi vida
ya no es el examen
sino que soy yo
quien examina
a la vida
dirariamente
y sin condescendencia.

Ella se levanta
algo más tarde
por eso del 
respeto biológico
y se prepara
su café,
y se sienta
despeinada
a esperar
el abrazo
que la reconforte.

Otro día que se 
llama
veintinueve
para la colección de
"refugios en portales".
Un 29
en el que
La MODA
resurge
con la esperanza
de "salvar vidas
de las balas perdidas";
un 29 en que
las penitencias
del Cristo de Rivas
no son tan
sangrientas;
un 29
como aquel
en que plasmé
la amistad
de un catalán
y un madrileño
que se conocieron
siendo menores
y se despidieron
con demasiadas
prisas
porque 
al puto azar
le tocaba
disparar
tragedia;
un 29...como La Mariana...
un 29...

Desayunamos
desganad@s,
la prima,
el testigo
y el advenimiento
de nuestro enlace.
El día
del trámite
burocrático
procesado
por una jueza
que decidirá
si nuestro
paso por la cárcel
durará
de seis meses
a un año,
otro deseo
de la lista 
de cosas
por hacer
antes de morir
que podría
ser tachado.

Nos atiende
Nieves,
¡perdón!,
Nuria,
la funcionaria
de las carteras
americanas
que por suerte
puede conciliar
su vida personal
con el ámbito laboral,
y pregunta:

-¿Tú qué eres?
 - Soy amigo- dice el testigo.
 - Del alma, por si quieres añadirlo- apostillo.

(Risas relajadas)

Entre empadronamientos,
documentos de identidad
y formularios asépticos,
sonreímos por dentro
por haber crecido
JUNT@S
y por habernos
comprendido
TAN A SOLAS.
Las rúbricas
volaron
como disparos
de nieve 
recordando 
a Silvio
mientras Neruda
nos tutela
en camisetas
de algodón.

Y eso fue todo.
Un día 29
que no pedí
como asuntos
propios y que
tampoco me 
ofrecieron
por empatía,
quitándome
la oportunidad
de embriagarme
hasta el 
coma etílico
de felicidad,
porque el
objetivo,
en última 
instancia,
no era
celebrarlo,
sino sentirlo
bajo el edredón
de la cama,
desnud@s
y más jóvenes
que nunca.

El día de
l@s novi@s,
el testigo
y la prima,
el de las
20 horas
de contrato;
con eso nos
conformamos,
no porque creamos
que no 
nos merezcamos
más,
sino porque
nos respetamos
sin condiciones
y no hace falta
nada más,
no hace falta
nadie más
para aprehendernos
en equilibrio.

Volvemos
en Metro
a nuestros
respectivos
trabajos
sabiendo
que algo
ha cambiado,
precisamente,
para seguir
siendo l@s mism@s,
con el único matiz
tatuado de:
NACER PARA VENCER.

_Al Viernes 29 de septiembre del 2017_




3 comentarios:

  1. Que bonito...Eres un crack Edu!! Muchas felicidades y cuida de mi Noe!! <3

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    1. Gracias. No sé quién eres, pero te lo agradezco compañer@. Un besazo

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