Esto no da título
a otra peli
de terror oriental,
pero sí que lo da
al de nuestros
peores presagios,
a perder el tren,
a no atreverse
a mirar atrás,
a no decir
las cosas en alto
para que
no se cumplan...
¿Os ha pasado
alguna vez
recibir una llamada
de un número desconocido
y no atenderla?
Pues bien,
podría haber sido
la llamada
de aquel amor
platónico
del que nunca
te desenamoraste;
del puesto+
de trabajo que
llevabas años
esperando;
del amigo
que retorna
para pedir
perdón;
del familiar
que desaparecerá
para siempre;
del sueño
por cumplir
que hace de eclipse
de escasos minutos;
de la cita
con la que
te mojas
todos los días;
de la empresa
humilde y
transparente;
de la "santa madre"
que no para
de preocuparse
por ti;
del comercial
susceptible
de ser insultado;
la segunda llamada
del amigo
que quiere
el perdón;
la de la paz
que necesitas...
Todas esas
y muchas más.
Dejémonos
de supersticiones,
desconectemos
los aparatos
y quedemos
en las calles
para vernos
las caras,
que a veces
dicen
más que
nuestras voces
neutras y asépticas.
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