sábado, 23 de septiembre de 2017

Huele-flores

Esa forma
que tienes tú
de andar,
a cuatro patas,
sacando culo,
contoneándote
libre
al vaivén
del camino.
Siendo tú
la que va
enganchada,
soy yo
quien te sigue,
a tu sombra
peluda,
rumbo
tus ganas.
La alegría
con que 
me recibes
a pequeños
saltitos
moviendo
el rabo
volando
el ladrido;
no tengo claro
si es más
recompensa
para ti
o para mi.
La lengua
húmeda
que recorre
mi cara,
o mi codo,
o mi pie
distante,
en definitiva
cualquier
parte de 
mi cuerpo,
accesible
al calor
de tus besos.
Dormir junt@s
teniéndonos
en cuenta
hasta en sueños,
buscando
el rincón
del regazo,
el calor
que tanto
cuesta conseguir
de noche.
Tu memoria 
intacta
para 
con
quien
te ha tocado
alguna vez,
sonríen
tus adentros
por no poder
hacerlo
tus rasgos.
Eres
íntimamente
pequeña,
tan pequeña
como para
cogerte
con una mano
y susurrarte
al oído
que eres
indispensable.
Te reconocería
entre mil
como tu,
porque tú
acosaste
mi corazón
hasta hacerme
cicatriz
de las que 
no duelen
recordar.
Me doy cuenta
cada vez
que salimos
de casa
y estornudamos
al unísono.

Si no las
tuviera
alergia,
arrancaría
todas
las flores
que tú hueles
para repasarlas
todas las noches
sin contemplaciones.

_A Aisha_



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