jueves, 2 de abril de 2020

QUINCE

Se puede escribir mucho
sobre QUINCE años
estando de cuarentena.
Aquí no hay expertas
más que nosotras.
No tienen cabida los cuñados
pero tampoco la lluvia;
y es una mala noticia
porque a los primeros
se les puede combatir,
pero a la segunda...
...a la segunda solo 
nos queda recordarla.

Son muchos años
en los que hemos hecho
casi de todo,
pero no son los suficientes
para todo lo que nos 
queda por hacer.
Quizá no lo sean nunca
porque por especie,
estamos abocadas
a desaparecer,
pero que al menos,
la calidad, seamos
capaces de mantenerla.

Quince años tiene mi amor
dice la canción.
Pues si.
Quince años tiene 
nuestra trayectoria.
Cuantas fechas y números
a tener en cuenta,
y ahora con uno más,
pues imagínate.
Conmemorar el aniversario
en un salón camaleónico,
como si fuéramos
el Club de los 5,
sin nada más especial
que el hecho de tenernos.

Cuándo nos pregunten
en un futuro
dónde estábamos y con quién
durante la pandemia,
podremos decir
con firmeza
que "con los de siempre",
así llamaría yo a mi bar 
si lo tuviera.
Con los mismos
con los que 
nos hicimos mayores
dejando atrás
unas adolescencias cicladas
y llenas de enfrentamientos.

Solemos decir
que hay pocas cosas
más antiguas
que nosotras,
lo que nos da derecho
para entrar en 
el Consejo de Sabias,
no por viejas,
sino por la vocación
de eternas.

Quince años desde
que muriese
el Papa,
pero nadie sabe
qué lo mató.
Fue nuestro primer beso
en El Albatros,
el mítico bar donde 
te susurré al oído,
donde recité
por primera vez poesía
y donde cenábamos
algún que otro viernes
para dar la bienvenida
al fin de semana.
Ya no existe.
Esto demuestra
que seguimos
trascendiendo
a casi todo
lo que se nos pone
por delante.

Puedo tardar quince años
en componerte una cañción,
pero solo quince minutos
para escribirte esto
de lo claro que lo tengo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario