en estos días tan virales
en dos de sus sentidos.
Te pueden contestar:
- Porque no podemos habilitar los recursos necesarios.
- Porque no tenemos capacidad de adaptación a las circunstancias.
- Porque igualmente no voy a poder hacer frente a los gastos, así que ERTE.
- Porque no os consideramos necesarias.
De momento, me quedaré con esta última.
Comunidad y Ayuntamiento
de Madrid,
con sendos carapollas
al frente,
están rescindiendo contratos
a las gestoras
de sus Escuelas Infantiles.
Bien, nada raro,
teniendo en cuenta
que hay decenas
de miles de casos
en el resto de sectores.
El agravio comparativo
es cuando,
dentro de la Comunidad Educativa,
somos la única etapa,
de la que pueden
prescindir de los servicios.
Toma ya
¿cómo se explica esto?
pues muy simple
y solo con dos causas:
por la cruel y servil
externalización
y porque además
no se nos valora
como necesarias.
Por tanto,
de nada sirve
el acompañamiento
que puedo brindar.
De nada sirven
los recursos que
puedo ofrecer.
De nada sirven
las respuestas
que pueda dar
tras las diversas
demandas
que pueda recibir.
De nada sirve
una mirada
comprometida
con los primeros
años de la infancia.
De nada sirve,
porque cosificada está,
la crianza
en temprana edad.
De nada sirven
los cuentos y canciones
que proporcionan
un mundo mágico.
De nada sirven
las rutinas,
las mismas
sin las cuales,
nadie se levantaría
de la cama.
De nada sirve
mi función social
de conectar
la institución con
la ciudadanía.
De nada sirve
el respeto y la confianza
que puedo aportar.
De nada sirven
las conquistas
porque son más
llamativos los retrocesos,
pero resulta
que los retrocesos
también son
objeto de mi trabajo.
De nada sirve
no saber inglés
porque debería
saber inglés.
De nada sirve
el contacto
en la espalda
en estos días
de aislamiento de la piel.
De nada sirven
los cuidados
ajustados
a cada una
de las necesidades
que detectamos.
De nada sirve
sacarle una sonrisa
a un niñ@
y darle brillo
a sus ojos.
De nada sirve
ser un vector
transversal
en el inicio
reglado
de la educación.
De nada sirve
pensarles
porque legalmente
no me dejan hacerlo.
De nada sirve
un lavado de manos
en tiempos de coronavirus
si no lo hubiéramos hecho
millones de veces
en las escuelas.
De nada sirve
poner zapatos
si antes
no pregunto
si te gustan
esos zapatos.
De nada sirve
construir comunidad
si luego me cortan
los cables.
De nada sirven
los encuentros
si después
me van a marginar
en la esquina.
De nada sirven
nuestr@s hij@s
si dejamos
a l@s hij@s
que no son nuestros
sin acompañar.
Y por supuesto,
de nada sirve
"hacer como si nada"
y conformarte con el vacío.
A mis compañeras,
estéis en ERTE o no,
sí que servís,
vosotras decidís cuanto.
_A Rober_
Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme IV
No hay comentarios:
Publicar un comentario