de muchos libros
de una estantería cuidada
a la que sabes
que puedes acudir
con tranquilidad
por su orden y concierto,
con armonía,
por la seguridad
de encontrar lo que necesitas.
A modo de recordatorio
y
analizamos el título
sintácticamente:
El viento furioso SUJETO,
ya sabéis,
El: determinante artículo,
viento: nombre, núcleo,
furioso: adjetivo.
le removió el cabello al salir a la terraza: PREDICADO,
la parte que siempre se complica,
le: complemento indirecto,
removió: verbo, núcleo
el cabello: complemento directo,
al salir a la terraza: predicado verbal (ordinal, subjetiva, adverbio) complemento circunstancial de tiempo.
Que quede constancia
que tuve que pedir
asesoramiento externo,
o más bien interno,
a mi Capitán ¡Oh, mi Capitán!
Nunca se me dio bien
el orden de lo sintáctico,
por ello me rodeo
de otro bienes
que cumplan de función
compensatoria.
Por tanto,
ahora que se han puesto de moda
las terrazas (quien tenga mucha suerte),
los balcones (suerte a medias),
las ventanas (algo de suerte)
barrotes y rendijas,
hay que preguntarse
qué análisis hacemos
de todo esto,
cómo y cuánto desgranamos
el pensamiento,
qué morfología
adjudicamos
a los sentimientos.
No basta con ser fieles
al confinamiento.
La pregunta
no se responde
por sí sola.
Las conclusiones
no te las dan
las ruedas de prensa.
La opinión no debe ser
hegemónica.
Y por supuesto,
las posibles soluciones
no van a reparar
todos los daños.
Somos juez y parte
y tenemos la obligación
de dictar nuestra sentencia
y cuestionar el veredicto.
De aquí, nadie, va a salir impune.
_A Regi por el título
y a Rubén por el análisis_
Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme VI.
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