jueves, 10 de febrero de 2022

Julen

Te escribo el texto
que nunca le escribí
a tus pamadres.
No eres una excusa,
eres la conjunción 
entre Madrid y Sevilla.
Que todos los malvados
perezcan en Despeñaperros
mientras subes y baja,
de ida y vuelta
con un cartel de tu silueta.
Bienvenido al planeta.
Sin haber nacido
ya atentas
en nuestros oídos.

Sumamos otro 
hijo del invierno
para abrir apetito,
para crear camino,
la raíz del euskera
de tu nombre.
El norte que te hace falta,
porque el rumbo
ya lo has dispuesto.
La noche de Toledo,
las estrellas que te levantan.
Paciencia con tus pamadres,
todavía te están aprendiendo.

Modernito del pueblo.
Tu papá te hace sitio
en el armario
para que no te falte hueco.
Te mira con gafapasta
y busca el modo de llegarte.
En escalada libre,
sin cuerda ni prejuicios,
mamá te espera arriba,
la cima de tus días,
mientras Dona llora
por no no haberte probado,
lágrimas de alma perruna.

Si has de hacer algo,
haz de este mundo
que sea un poco más amable.
El séquito del que
formo parte,
te profesa un
profundo respeto.
Seremos como
ese libro
que nunca quieres
que se acabe.
Bien escrito,
con gusto
y delicado.
Con un mensaje claro:
El de quererte
por encima de todas las letras
del abecedario
y sobre cualquier idioma
que no se haya inventado.

Julen, también
eres hijo del barrio
y de colegio concertado,
porque hay hermanos
que se conocieron
en ámbitos ambiguos
para hacerse públicos,
humildes, comunitarios.
Serás tinta y sangre
en el cuerpo de tus pamadres.
Otra nueva primera cita
para tatuarte
al alambre
de sus ovarios.

Te vamos a enseñar
los parques,
las tardes,
las borracheras de amor
sin filtros,
el aperitivos de los domingos,
las noches de luna
y juegos de mesa,
las madrugadas en vela
por diversos motivos.
Y vas a criarte
con las primas
y los primos.
Sesiones de cachorreo
nocturno,
en manada
donde mandan
las lobas,
con pelaje grueso
y mandíbulas fortificadas.

Serás parte y significado
de un entorno
seguro y protegido,
el de tus abuel@s
y sus nuevos primeros cuidados.
La intimidad de tocarte
con permiso,
la de olerte con la verdad
por delante,
la de cogerte en triunfo
tras la victoria del combate.
Pozo sin fondo
donde no morirá nadie,
todas caben,
con una luz tenue
y objetos entrañables.
La del ambiente
reconfortante,
que no recalcitrante.
Simiente del sur
asentada en la meseta,
como mi madre,
la historia se repite
sin condiciones
entre dos amantes
que son tu padre
y tu madre.

Que tu primera letra
nos apriete
y suene fuerte
siendo imposible
el olvidarte.
Ven para lo que quieras,
pero ven,
marcea a tu antojo
y contigo la primavera.
Hijo de la modestia
y del saberestar,
te leemos,
te utilizamos como ejemplo
y como medida universal.

_A Julen, Nere y Alvarito,
por ser de las más antiguas_

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