el nuevo mes
de los propósitos,
deseos concedidos,
perdidos, abandonados.
La segunda hija
en camino
con todas sus letras
S-E-Ñ-O-R-A.
Febrero repudia
'El hormiguero',
pero no a las hormigas
que trabajan impúdicas
con lo que no pueden
las avispas.
A febrero
no le pido un clima
amable,
le pido el clima
que corresponde.
Cuando amanezca
con niebla y llovizna
sabré que es
el momento de tu llegada.
El de la nueva reina
que no someterá
al pueblo,
sino que se mezclará con él
y con ellas,
las hormigas,
para labrar el campo
y sus costillas.
En febrero tendremos
el frío suficiente
como para arroparnos
hasta los dientes;
puño cerrado y en alto
como en aquella foto
de tu hermano.
Las flores se mueren de ganas
por surgir con
tu nacimiento.
Advenimiento de
nuevas rachas,
otras etapas,
tu espalda
agarrada a mi espalda,
recogida en mi pecho.
Quién no te haya pensado
pobre alma descarriada.
Quién no te haya escrito
pobre cuerpo sin vida.
Quién no te haya deseado,
escasa tinta la de su memoria.
Febrero te guarda
en algunos de sus días
para que seas noticia
y portada.
Exclusiva de imprenta,
redacción que no descansa,
rúbrica exenta de sobornos.
El mes 2,
el mismo número
de aquel abril de 2005
cuando murió el Papa
y sucedieron otras cosas
más importantes
mientras brindábamos
con botellines y futbolines.
Febrero es como
esa acera
de baldosines levantados
con los que tropiezas
y te haces daño ,
pero que no quieres
que se arreglen
porque así es tu barrio
y así es como
te gustaría recordarlo.
Febrero para hacerte
la primera fotografía
de la historia
y la compares
con todos los febreros
que te resten.
Febrero gélido
donde los polos
son menos polos
y las personas
menos humanas.
Febrero Galeano, uruguayo.
Febrero armónico
de melodiosas ceremonias
y rituales primitivos.
Desde el instinto
y las entrañas.
Febrero para contarte
el Mito de la caverna
platónico
y la lógica aristotélica.
Atravesaremos el mes
cómo Hypatias,
matemáticamente radicales
para contar estrellas
y planetas.
Febrero como cuna
del conocimiento
donde se concentran
las culturas
árabes y griegas,
las emancipaciones
sudamericanas
y los avances escandinavos.
Febrero multiverso.
Los textos de febrero
tienen algo distinto.
Siguen oliendo a campo.
Su raíz materna
y su abono paterno.
El cachorreo
de l@s lobezn@s.
Febrero múltiplo
de los infinitos números
que han de formar
la pedagogía
que todavía no existe
y tanto necesitamos.
Febrero te quiero
y a partir ahora
con mayor motivo.
Darás cobijo a mi hija,
ya te mandaré la foto.
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