miércoles, 26 de abril de 2023

¿Para cuándo una quedada kuadrillera?

Es una buena pregunta.
Con la suficiente empatía
te diría que cuando se pueda;
egoístamente te respondería
que para ayer.

Tal y como yo lo veo,
la Kuadrilla es una entidad
a la que poder y querer pertenecer,
pero también se puede
participar de y con ella
sin sentimiento de pertenencia,
faltaría más.
Como toda buena historia,
la trayectoria de la Kuadrilla
ha tenido su momento álgido
y sus momentos lineales.
Nos mantenemos
con el punto de flotación intacto
en ganas e intenciones
para seguir navegando.

El declive sólo vendrá 
con la muerte y la desaparición
de sus integrantes.
No son los años que llevamos,
sino la calidad de los años
que llevamos.
¿Qué cuándo nos vemos?
Ojalá pronto,
de momento os homenajeo
en este cuarto volumen
de textos de cuyos títulos
no puedo apropiarme
y me acuesto 
cruzando los dedos
para soñarla.

¿Conocéis esa sensación
de invencibilidad
en la que nada malo
puede pasarte?
A mí me pasa,
reconociéndome
con mis pamadres
dadas las manos,
justo en medio
de toda la protección
que te ofrecen,
al mismo ritmo,
con tropezones y resbalones,
pero sin caídas
que te dejen heridas abiertas
y mal curadas.

Por desgracia no controlamos
tanto el cuándo,
pero sí que determinamos
el cómo.
Así que yo me conformo
y espero paciente
y respetuoso
la llamada de las hermanas
para que cuando suceda,
pegarme el atracón de mi vida.
Como esos gatos recién nacidos
que se defienden su comida
con garras y dientes,
por miedo a que les quiten
el pienso o por desconocer
cuando volverán a comer.
Pues yo sería ese gato.

A la Kuadrilla se la añora
y se la piensa a carcajada limpia.
A la Kuadri se la esculpe
con cada mirada,
se la respeta
con cada pequeña hoguera
que origina,
se la cuida como
a la mejor de las compañías.
Esto le spdaray a todas
las buenas y sanad pandillas:
lo de dar igual cuánto
tiempo pase que 
parece que el tiempo
no haya pasado.
Habrá nuevas cosas que contarse,
pero los códigos y los estilos
son los de siempre.
Los pactos, las negociaciones,
las normas, las tenemos
decidas hace mucho,
tanto,
que quizá habría 
que darle una vuelta.

La Kuadrilla solo crece,
se expande y se quiere,
se emborracha y quiere el doble,
insoportable, impepinable;
no se difumina, ni contamina,
deberían de hacernos
una pegatina.
Ingobernable, desobediente,
armada hasta los dientes
para darte reflexión de la buena,
y cosquillas, si quieres.
¿Qué cuándo nos vemos?
Pues no tengo ni puta idea,
solo puedo decir que os espero
y que por favor,
¡Esperarme!

Es un texto
donde mi opinión es incuestionable,
igual que cuando tú
escribas el tuyo, la tuya,
si te apetece y te atreves,
no podrá ser arremetido
por nada ni por nadie.
Si existe algo más incandescente
en verano, es la Kuadrilla
reencontrándose.

_A Sol, de La Kuadrilla_

Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme XXXVII

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