nos empeñamos en perseguirle,
siempre por detrás,
a la cola de todo lo que arrastra,
consume y oxida
con cada inhalación,
con cada espiración,
hasta que la vida expire
con todas sus causas
y todas sus consecuencias.
Si el protagonista es el tiempo,
nosotras solo somos aspirantes
a serlo,
con papeles secundarios
que quizá nos lleven
a conseguir algún premio
del que nadie llegue a acordarse,
porque es demasiado fácil
olvidarse de lo insignificante.
Pero eso no debe echarnos a atrás.
Por mucho que las leyes naturales
y relativas estén por encima
de nosotras,
al final,
somos nosotras
quienes transitamos
el camino que ocupa
todo nuestro tiempo.
Es justo ahí
donde debemos pararnos,
coger aire
y gritar sin miedo
y a los cuatro vientos
que el tiempo transcurre,
precisamente,
porque somos nosotras
las que existimos.
Acorralar al tiempo
y vivenciar todos sus detalles
es una de nuestras
asignaturas pendientes.
Si cada año que pasa
tenemos la sensación
de que el tiempo pasa
cada vez más deprisa,
algo no estamos haciendo bien.
Es hora de pasar por caja
y rendir cuentas
con toda la coherencia que podamos.
Porque nos merecemos
ser dueñas de algo
y tener algo de patrimonio.
El cómo y con quién,
sí que podemos decidirlo nosotras
y no es poco con lo
que conformarse.
Dicen que una retirada a tiempo
es una victoria.
Respecto al tiempo,
esta máxima no nos vale
ya que empezamos a caducar
desde el mismo momento
en que nacemos.
Somos objetos que se desamortizan
según se compran
o alimentos que ya se consumen
desde el mismo momento
en que los avistamos.
Al final se trata de compartir
el tiempo mientras el tiempo pasa
y a poder ser,
felices y divertidas.
El tiempo no lo cura todo,
¡muerte a las frases hechas!
lo que cura es tu voluntad
y compromiso por sanar la mente,
el corazón y los huesos.
No tengo una opinión clara
sobre el tiempo,
lo que sí tengo
es la intención pertinente
como para obviarle
lo suficiente
y tener mejores momentos
en mi día a día
sin pensar en el posible final.
Te invito a que huyamos juntas
del tiempo
y se nos haga tarde
en eso de desaparecernos.
_A María, de La Kuadrilla_
Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme XXX.
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