miércoles, 4 de abril de 2018

Básicamente que no eres tú

-.Le responde el niño
a la maestra.

Y no hay más
verdad que esa,
la de encontrar
las razones
suficientes
para sustituirte.
La de argumentar
por qué 
era necesario
un cambio.
La de convencer
sin éxito
dando contenido
a tu ausencia.

Al niño
no le hicieron
falta más
explicaciones,
habías vuelto,
y no hay mejor
confrontación
que esa.

A mi me pasa lo mismo.

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