por cualquier detalle
que a tus ojos de adulta
resulta insignificante.
Abrir el sofá
para que quepamos todas
tumbadas es una fiesta
privada y exclusiva.
Subirte a la litera
para contar un cuento
a oscuras es una fiesta
de discoteca.
Tirarte al suelo
para que se suban encima
es la mejor de las atracciones.
Desplegar una sábana
para balacearles
mientras cantas una canción
tradicional es el mejor parque
al que les puedes llevar.
Hacer una pizza para cenar
donde son ell@s,
l@s que eligen los ingredientes,
es una fiesta culinaria.
Amanecer enredadas
entre las sábanas
de la cama grande
es una fiesta de ensueño.
Ver una peli nueva
para relajarnos
después de comer
es una fiesta audiovisual.
Bajar a explorar las calles
del barrio
por las que tantas veces
hemos transitado
es un fiestón.
Abrir un regalo
es una fiesta inesperada.
Que vayamos
a recogerles al cole
sin previo aviso
es la mejor de las fiestas.
Hacerle un dibujo
a tu maestra
es un orgullo de fiesta.
Poner música en el salón
es un festival de rock.
Bailar sin motivo
es una fiesta improvisada.
Ver tu capítulo favorito
emociona a cualquier invitad@.
Que te hagan una visita
amplia automáticamente
el aforo máximo permitido.
Viajar en pijama
es una fiesta de disfraces.
Una caída cómica
es nuestro monólogo preferido.
Llenarle el cuenco
de comida a Clio
y quitarle la caca
del arenero
es una fiesta de cuidados.
Que te den un trapo
para limpiar los juguetes
es una fiesta necesaria.
Acordarte repentinamente
de algo muy gracioso
es una fiesta psicológica.
Bañarse con espuma
y burbujas
es una fiesta submarina.
Descubrir como se besas
tus pamadres es la
fiesta del amor.
Encontrarse un bicho
en casa es una fiesta
paleontológica.
Tirar el bote de medicación
a la basura
porque se ha terminado
el tratamiento
es la puta fiesta de la salud.
Recorrer un álbum
de fotografías
es la fiesta de la morriña.
Hacer una fiesta
con todos los peluches
es una fiesta simbólica.
Jugar con una caja de cartón
gigante es una fiesta
anticapitalista.
Gritar sin filtros
es la fiesta de la ventilación.
Una videollamada
con tu mejor amig@
emociona que te cagas.
Tirar la bolsa de basura
de envases al contenedor
amarillo es la fiesta de la independencia.
Coger un cuento
de cuando eras pequeño
es la fiesta perfecta
de la anticipación.
Ponerse las zapatillas
de andar por casa
de papá
es una fiesta por el gusto
de sentirse mayor.
Picar el abono
cuando subes al autobús
es la fiesta de la responsabilidad.
Hacerse una casita
dentro de otra casita
es el mejor homenaje
al hogar.
Hacer reír al otro,
o a la otra,
sin esperar nada a cambio,
es una gala benéfica.
Dormir en la cama
con tus pamadres
es la mejor fiesta de todas.
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