con soberbia
pero estoy lleno
de contradicciones
y ser consecuente todo el rato
cuesta.
Llevo muchos años
descubriendo
como algunas parejas,
vistas de forma idílica
desde fuera,
o autodenominadas
como irrompibles
desde dentro,
se han desecho,
lo siento mucho.
Torres más altas han caído,
pero tú y yo
no estamos hechas
de altura ni rocas.
Vaya imbecilidad suprema
la de defender la posibilidad
de un acontecimiento
abogando por el:
no digas de este agua no beberé.
Ahora bien,
agua no,
pero emborracharnos de amor
nos vamos a emborrachar
un buen rato.
Por supuesto
que la vida te da sorpresas,
te hostia con batacazos y decepciones
e incluso te deja en fuera de juego
creyéndote el mejor atacante.
Pero nosotras no vivimos
en esos términos,
no son nuestras reglas.
Como digo,
de torres nada,
Noe y Edu.
Quien conoce a una
conoce a la otra,
no solo por los años,
sino por el compromiso
y la constante de incluirnos
en sendas vidas,
en todos sus círculos.
Somos de las reliquias
más antiguas que conocéis
y no es solo por el tiempos,
sino por la intensidad
de una adolescencia
pura y sin cortar.
Ejemplo de nada
y ejemplo para much@s,
comandamls el dia a día
con serenidad
y una fidelidad
más allá del amor.
Se trata de un pacto
nacido de la amistad,
la admiración sin héroes de barro
y el orgullo por la transparencia.
Seguramente tengamos
menos cosas en común
de las que pensáis,
pero forjar las diferencias
en diversidad
para enriquecernos
es lo que nos ha mantenido
perennes.
Efectivamente, cada cual
con sus fórmulas
mientras el dolor
y el sufrimiento
no aparezcan para quedarse,
ni mejor ni peor,
Edu y Noe,
nuestros nombres,
lección aprendida
desde el bachillerato.
No somos ni seremos idílicas,
únicamente referentes
para quien nos quiera
y a quien queramos.
Sin delirios de grandeza
ni egos,
caminamos al trote,
situadas en paralelo
y dispuestas a coger las riendas
cuando la otra parte lo solicite,
porque para qué estamow
si no es para comensar
y complementar
lo que llevamos
toda la puta vida buscando.
Y lo hacemos sin gritar,
mirándote a los ojos de frente
para que no te quepa duda
lo que emerge
de nuestros adentros.
No hay secreto,
somos Edu y Noe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario