Quiere sonarme
que durante la adolescencia
estuve cerca,
pero no puedo sentirme
identificado en ningún caso.
Ahora bien,
sí que lo he podido ver
en otras personas a las que amo,
a decenas,
quizá con otras palabras,
pero que vienen
a significar lo mismo.
Por vosotras.
Desmoronarse.
Sentir que se han roto
por dentro
y luchar a muerte
por las apariencias,
por lo que se ve desde fuera,
como si no tuvieran ya suficiente.
Qué duro y qué injusto
para con una misma.
Tener que lidiar
con tus propios vacíos
y con las contradicciones
a lo que te expone lo ajeno.
Caerse con todo el equipaje.
Las mochilas para l@s coachs.
Siento que me desmorono
debe ser como
la última pisada
donde sientes tierra firme,
alguna certeza
y toda la experiencia previa.
Pero cuando das
ese último paso
entre el malestar que sufres
y los miedos de la colisión
que todavía no se ha producido,
debe ser justo ahí,
cuando más duele.
En la ambigüedad
de lo inevitablemente
malo.
Porque sabes que no hay escapatoria
y que estás a punto de entrar
en una espiral
de hostias que no podrás esquivar.
Pero como esto va
de derechos, emociones y sensaciones,
te diré o te diría,
que si sientes que vas a desmoronarte,
que lo hagas,
con todas las de la ley,
porque tenemos un límite
y un contador de "bastas".
Que te la pegues bien dada
si es lo que te pide el cuerpo
y que ojalá no sea
lo suficientemente grave
como para luego conseguir
salir del pozo.
Que te desmorones y punto
si no puedes más.
Que ya está bien forzar
algo que no puedes mantener.
Que seguramente haya tiempo
y nuevas oportunidades
para cambiar,
pero que si realmente
tienes que tocar fondo,
hazlo, déjate caer
como si fueras un peso muerto.
Porque a veces
somos eso,
muertos vivientes
que no encuentran la salida
y a lo mejor,
en la más mísera mierda,
cuando ya no puedes caer más bajo,
tocará mirar
justo hacia el lado contrario,
hacia arriba,
cuando tengas fuerza
para impulsarte,
cuando quieras y puedas sanarte
para contrarestar el hundimiento
en las arenas movedizas.
Sentir que no puedes más
por los motivos que tú tengas
es constitucional y humano,
que no te vendan lo contrario
los gurús de autoayuda
y disciplina positiva.
No nos hacen peores personas
la apatía, la depresión
o los brotes psicóticos.
Nos hacen frágiles,
no miserables.
Cuando sientes que no puedes más
lo gritas a los cuatro vientos
o te lo callas para tus adentros,
pero tus sentimientos
o la ausencia de ellos
te pertenecen a ti sola,
tu código de barras,
tu huella dactilar,
tus ovarios intransferibles.
Me tomo el
"siento que me desmorono",
como todas las personas
que he perdido por el camino
por diversos motivos
y de una manera o de otra
no supe estar a la altura,
por exceso y receso,
por no encontrar la perspectiva,
por haberte fallado
si en algún momento
me necesitataste.
Si alguna vez me desmorono,
me gustaría contar contigo.
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