viernes, 10 de junio de 2022

No, no dependió de ti

No dependió de ti
que se inundaran las calles,
ni que muriese aquel
anciano de la residencia,
ni que los buenos
fueran desfilando
por donde habían venido.

No dependió de ti
que aquella puerta
estuviera cerrada,
ni que el asfalto esté levantado.
Ni siquiera dependen de ti
las oportunidades
que te darán
a nivel laboral.
No dependió de ti
el precio de los alimentos,
ni el contenido del examen
de bachillerato,
ni el asesinato de aquella mujer
por ese hombre.
No dependerán de ti sus hij@s.

No dependió de ti
ninguna de las guerras activas
o pasadas,
ni el acoso que sufrió
aquel joven
al salir de clase,
ni el largo tiempo de espera
en la lista de operaciones.
No dependió de ti
que tu madre cobrase menos
que tu padre
teniendo el mismo puesto de trabajo,
ni la fuga de cerebros
a países remotos,
ni la brutal agresión
de aquellos nazis en el metro 

No dependió de ti
no haber obtenido
plaza en la Escuela Pública,
ni la factura desorbitada de luz,
ni los incendios provocados
de cientos de hectáreas.
No dependió de ti
que cerrasen el Centro de Salud
de tu barrio,
ni la estafa del carburante,
ni el desahucio de aquella madre
con tres hijos y un ex
con orden de alejamiento.

No dependió de ti
que todo esté envasado
en los supermercados,
ni que en los parques 
haya colillas.
No dependió de ti
que ese niño
llamase maricón
a ese otro niño,
ni que tu vecina
se cambie de acera
cuando vea un grupo
de personas sudamericanas,
ni que las conversaciones de ascensor
resulten estériles y asépticas.

Pensándolo bien,
a lo mejor
sí que dependió
un poquito de ti
y otro poquito de mí
y otro poquito del resto.

A lo mejor depende de tod@s.

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