Escribo
tras el típico
Agosto
sabático
donde me
vinieron
tantas ideas
como prisa
en olvidarlas.
Pero ya es
Septiembre.
Se acabaron
las vacaciones.
Empieza el trabajo.
Empieza mi trabajo
de seguir relatando.
Tenía ganas
y nostalgia
pero a veces
es necesaria
una distancia.
Me lleva pasando
toda la vida
y el otro día
lo identifiqué:
"no ser de nadie
durante un tiempo
y correr
sin compañía".
Mirar
y solo
ver cosas,
no gente.
Pensar
y ser
el sujeto,
no el
complemento indirecto.
Pido perdón
por mi ausencia
terapéutica
pero quien
no lo entienda
quizá no me merezca.
¡Estoy de vuelta!
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