lentejas,
lentejas insípidas,
viudas y pegadas.
Porque a partir
del segundo ciclo
casi nadie
se esfuerza en cocinar.
Después de la Escuela
casi nada.
Del calor de la trinchera
a desangrarte
en campo abierto
mientras los responsables
nos acomodamos
en la grada del circo romano.
¡Qué bien les ha venido
el Covid (recordad, en masculino,
que no os engañen)
a algunos
para capitalizar
decisiones injustificables!
Después de la Escuela,
cuando habían conquistado
el hecho de saltar la vacío
por decisión propia,
ahora se ven empujad@s
por el barranco.
Porque es lo que toca.
Porque hacerse mayor
nunca estuvo
lo suficientemente cuidado.
Porque es el mayor
y más grave salto
dentro de las
etapas educativas.
Aquí comienza el declive
si es que no ha
empezado antes
en escuelas poco amables.
El pesimismo
y la tristeza
son inevitables
y vienen
después de la Escuela.
Partimos desde aquí
aunque luego
estemos doce años,
como mínimo,
intentando derribar muros
y destruir los tradicionalismos.
Y ésta es la única
buena noticia
de este relato;
hacerte cargo
de la parte
que te corresponde,
a tu manera,
con tus incoherencias
y carencias.
Después de la Escuela
ya no existe
un espacio exterior
pedagógico,
sólo hay un recreo
impersonal y furtivo.
Después de la Escuela
ya no son meritori@s
de un acompañamiento
emocional,
porque precisamente,
hacerse mayor
en este país,
es cosificarse
dentro de una maceta.
Después de la Escuela
no podéis volver a llorar
porque se identifica
con debilidad,
y cada vez
tenéis menos
permiso para nada.
Pero,
después de la Escuela,
también os encontraréis
con buenas maestras
que se saben limitadas...
...¿y quién no lo está?...
pero sudarán sangre
para propiciaros
bienestar.
Vivenciareis
experiencias positivas
que servirán
de empuje,
de aliento,
de desahogo.
Pero sobre todo,
siempre volveréis a casa,
donde os estaremos
esperando
para intentar compensar
todo lo que os ha quedado
pendiente.
Todo lo que viene
después de la Escuela
es un poquito peor,
pero con nuestra compañía,
intentaremos
seguir mejorando.
Decían: ¿Y después de
la pandemia qué?
Pero antes había
que contestar:
¿Y después de la Escuela qué?
_A todas las niñas, niños y familias
que nos hemos despedido
de nuestras Escuelas,
si,
con mayúscula la primera_
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