de este cuaderno
y el comiENZO
del siguiente,
vuelve a cambiar todo,
pero eso lo dejaremos
para el invierno
que viene.
Mientras,
he de reconocer
que he vuelto
a dar en la clave
entre noviembre de 2020
y este presente
de septiembre de 2021.
Porque esto no para
como no para
la fábrica de noche.
Porque esto no acaba
como jamás se acabarán
los números.
Porque esto es
justo y necesario
como reza en su verdad
el cura de oficio.
Porque es lo que necesito
como necesito
comer, respirar, cagar.
Porque esto es lo que quiero
como quiere el niño
el relato donde se esfuerza
en expresar sus demandas.
Por suerte y por desgracia,
otra vez ha habido
nacimientos
y muertes
correspondientemente,
y aclaro esta duda
porque bien podria haberse
relacionado al revés;
olas pandémicas
numeradas
y velas en cada
aniversario
que me ha dado la gana
celebrar;
rituales kuadrilleros
y homenajes anónimos;
reflexiones sobre la crianza,
relatos a objetos
y pensamientos
en voz alta.
Una minuciosa descripción
de tu presencia
y mi acompañamiento;
aprendizajes fervientes
y alguna que otra decepción
que te pone en tu sitio.
Han vuelto a estar de M.O.D.A
la música y los conciertos
pese a las restricciones.
Han habido bombas sorpresas,
exclusivas de portada
y barrigas en alza.
He cumplido con las peticiones
y está mal que lo diga,
también con las expectativas.
Soy un creador de contenido
emancipado
y sin cláusulas.
Lo que me apetece,
lo que me sale.
Sin monetizar
y pernoctando.
'Todo' se viene
porque 'todo'
siempre llega,
y lo 'mejor',
todavía,
está por venir.
Sin miedo al fracaso,
sin ganas de éxito.
Por todas mis compañeras
y en este caso,
por mí primero.
_A este noveno cuaderno
que tiene el lomo partido
como el torturado
que se consume
a la sombra_
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