con la última
página en blanco
mientras
me esfuerzo
en poner
algo bonito,
algo (con) sentido.
De estas veces
que empiezas algo
sin un objetivo final
y te dejas llevar
improvisando
palabras,
rimas
y coherencias
hasta llegar,
quizás,
a un resultado
agradable.
Como la sensación
de perder algo
y al rato
encontrarlo.
Ese susto
que te pone
en alerta
y piensas
que no hay
nada que hacer
hasta que
encuentras
el modo,
y por fin
expiras
el aire
que te estaba
oprimiendo.
Las sorpresas
que te da
la vida
y la tranquilidad
con que caminas.
Merecen la pena.
Deconstruyo
para dejar
hueco
y aprender
todo lo que
me queda
por descubrir.
_Un cuaderno más, gracias_