o lo que es lo mismo,
La Flor Con El Corazón De Pétalo.
500 hojas
la componen
sustentadas
sobre un solo
tallo.
Insignificante
como la brizna
de hierba
en medio
de un prado
para todo
lo que me queda.
Inconsciente
silueta
tatuada
para recordarme
por qué,
por quién
y para qué
escribo.
500 refugios
tan variados
como tipos
de esquizofrenias
existen.
500 homenajes
acompasados,
mi campo de trabajo,
mi embarazo.
La flor en la
que me baso,
mi texto sagrado,
mi hermano
encadenado.
Otra cifra redonda
que nos ocupa,
que celebro,
que publico
a un público
concienciado.
Portales anónimos
desclasados,
sin conserje,
anónimos,
a veces
cerrados.
Quinientas veces
he firmado
un texto
a quemarropa:
sin miedo,
sin complejo.
Quinientas veces
que he besado
con las puntas
de mis dedos,
mi única arma,
la carga el diablo.
Flor que no se arranca,
texto que no se olvida,
portal ciudadano,
transparente,
abierto,
cuidado.
Sin técnica
ni métrica,
sin trampa
ni cartón,
afilados
con el punto
de mira
en la razón,
y a veces,
en el corazón,
demasiada emoción
no cabe
en un solo
rincón.
Lo reconozco,
no sé hacerlo
de otra manera,
con virtudes
y defectos.
Con este cuerpo
lo presento,
basto,
cojo
y lleno de acierto.
Yo no reviento.
_Gracias por la dedicación,
las palabras
y el tiempo_
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