llevamos cuatro cursos
documentando la infancia
y nuestro acompañamiento,
pero la cuenta es importante,
así que vamos a
por la tercera vez en que lo hacemos.
Tocaba empezar por abajo
por eso de que las últimas
siempre cuentan
con menos tiempo,
pero hasta de eso hemos aprendido,
ahora somos más
demócraticas temporalmente
hablando.
Las compañeras documentaron
por tercera vez
la alimentación más primaria
durante esos primeros meses
en que necesitan satisfacerse
con comida, descanso, abrigo
y vínculo de la madre.
En la mochila del curro
llevamos a cuestas
esas maravillosas coreografías
que nos sabemos todas de memoria,
sin mecanicidad, complejizadas
hasta el más mínimo detalle.
La técnica con la que se acompaña
el momento de cubrir
una necesidad vital,
está escrita en pergamino
con tinta china,
no por ser antiguo,
sino legendario.
Gracias, amigas.
Las compañeras documentaron
por tercera vez
la conquista del sueño autónomo
a través de un proceso
donde la piel,
las pieles,
libran una batalla a muerte
hasta dejarse llevar
con la seguridad
de que al despertar,
van a estar ahí.
Cuando te desmontan
la galaxia de casa,
hay gente,
somos diversas personas,
las que cogemos el volante
para conducir sin descansos
ni adelantamientos
al sueño tranquilo, bonito
y reparador que se merecen.
Todo un sistema
que se deconstruye,
para que sutilmente
y con consentimiento,
ejerzamos las funciones
de cuidados y promesas
de permanencia.
Gracias, amigas.
Las compañeras documentamos
por tercera vez,
los preciados tesoros,
el patrimonio mas emocional,
las imágenes de nuestra vida,
las cosas y personas
con las que aprendieron
a explorar.
Dos elementos fundamentales
que se suman
a las partes del cuerpo
que poseemos
y a la cognición
que nos hace comprender
un poquito mejor el planeta.
Guardar a buen recaudo
las personas más importante.
de sus vidas,
es otra de nuestras
funciones ocultas.
Cada instante reflejado
en una imagen
que define el tipo
de fotografía
que queremos significar.
Otras vez la familia,
otra vez el crecimiento
como dos conceptos transversales
que estructuran
nuestro eje personal.
Gracias, amiga del alma.
Las compañeras documentaron
por tercera vez,
la relación de esquemas circulares,
la pura (que viene de Puri) permanencia
de los objetos y las personas,
la tradición popular
del cucu-tras
dotada de una pedagogía
nunca antes atendida.
En esta interacción de juego,
la sonrisa nunca
falta a su cita,
tanto la de una parte
como la de la otra,
ofreciéndonos un resultado
tan simple como conmovedor.
La dificultad no estuvo
en encontrar el soporte teórico
o la fotografía nítida,
la dificultad fue el reto
de atreverse con ello
y exponerlo translúcidamente
a través de una mosquitera.
Gracias, vecinas.
Las compañeras documentaron
por tercera vez,
y por segunda vez en el hall,
una red de intenciones
ecológicas y sostenibles,
porque sobre las plantas
también se ejercen los cuidados.
Le germinación de
un buen trabajo
liderado por dos entusiastas
hortelanas que supieron
perfectamente
transmitir de raíz
todas las propiedades
de las simientes.
Tenían dudas sobre el título
y querían que fuese
algo colectivo,
lo que no sabían
es que nos habían
llevado al huerto
y que ellas mismas
eran el título.
Una labor comprometida
con el medio ambiente,
su flora, su fauna
y la responsabilidad humana
del mantenimiento.
¿Ventajas?
Una puerta abierta
sin cerrojos
hacia el descubrimiento
de todo lo que puede
ofrecernos la naturaleza.
Gracias, amigas.
Las compañeras documentaron
por tercera vez,
el arte de los rituales,
las estructuras, los recorridos
y las emociones contenidas.
Como si fuera una especie
de terapia homologada
donde el espacio ofrece
la posibilidad del juego libre
y de mostrarse honesta y sincera
tal y como una
quiera o pueda sentirse
en ese momento
para ser alguien única,
importante y respetada.
La sala de psico
no es una sala más,
sino que es la propuesta estrella
donde cualquier sensación,
emoción y sentimiento
tienen cabida
con el único propósito
de manifestarlas y vivenciarlas
sin juicios, coacciones o rigideces.
Gracias, amigas, por dejarnos
derribar el muro
y construir comunitariamente
un lugar donde expresar
y regular el bienestar.
Las últimas compañeras,
que el curso que viene
serán las primerasas,
documentaron por tercera vez,
la obra de ingeniería
de crear mundos alternativos
para dar riendas suelta
a la manipulación y simbolización.
Otra de nuestras funciones
es la de crear
condiciones de posibilidad
y de acceso
para que el resto
pueda desarrollarse
de una manera sana y constructiva.
No ha sido fácil,
pero dar visibilidad
a ecosistemas nuevos y atractivos
nunca es fácil.
Todo un desafío
donde hay permiso
para emocionarse
y dar rienda suelta
a nuestros deseos más profundos.
Ese era el objetivo
y está más que cumplido.
Gracias, amigas minimalistas.
Por último, una compañera
quiso documentar por tercera vez,
con solemnes palabras,
el crecimiento global
de los cirros
consolidándose en el cielo
como reinas populares
al cuidado y con la mirada
en la infancia.
Estuvimos cerca de la tormenta.
Gracias, amiga.
_Por tercera vez, al equipo educativo
de la Escuela Infantil Las Nubes_
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