a jugar".
Esto fue lo que me dijo
mi hijo el otro día
como una de esas
verdades irreductibles
con las que te topas
de vez en cuando.
Va a jugar
y ya está.
Porque él no está
para hacer análisis
minuciosos
de los aprendizajes
en consecuencia
a través del juego.
'A jugar' es lo más
inmediato que existe.
'A jugar' es lo único
que demanda
a una oferta
en ocasiones precaria.
Como si le estuviera
haciendo el amor
a un objeto.
Como si su mayor
expectativa fuese
ese juego de roles.
Como si socializar
fuese esa nana
que lleva escuchando
desde el útero.
Él va a lo que va.
El resto de lo que
le afecta
son intromisiones.
Pero nada le confunde
porque con dos años y medio
ya es capaz de determinar
el objetivo que le ocupa.
Destrezas sin tapujos
con más o menos
herramientas
para el despliegue
de un potencial
todavía incorrupto.
Se folla a los autores
y a la autoras.
Experto sólo hay uno.
Cuando aprendamos
a recordar
los distintos
tipos de juego,
las diversas formas de jugar,
la conjugación del verbo
más importante
del ciclo vital,
tengas la edad que tengas,
seguro,
nos irá un poquito mejor.
_Gracias de nuevo, hijo_
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