desde la Sierra Oeste
porque ese es el mensaje.
Después de un año
de ficción
y depositar
todas nuestras fuerzas
en intentar hacerlo bien
pese a las pérdidas,
los sacrificios,
las secuelas aseguradas,
parece,
ahora sí,
que nos va a dar
la luz en toda la cara.
Nos hemos echado
tantísimo de menos
que ya no nos queda
tiempo que perder.
No es momento
para quedarse
sin gasolina
después de todo
lo que hemos superado.
Luz al final del túnel
no significa que podamos
volver a ser l@s de antes,
pero al menos,
si ha habido suerte,
sí que servirá para volver
a estar con l@s de siempre.
Por el camino nos hemos
dejado algunas cosas.
Hemos aprendido otras.
Y aquí estamos,
intentando averiguar
cuál es nuestro sitio,
qué cosas podemos hacer
y cuáles no.
El caso es que el trecho
ha sido muy ancho,
demasiado para
lo que nunca
hubiéramos imaginado.
Si los reencuentros
nos sirven
como recompensas
y los cuidados
son blindados
como el bien
más preciado,
algo de esto
habrá merecido la pena.
Luz al final del túnel
es materializar
los propósitos
de aquellas llamadas
dónde nos decíamos
que pronto pasaría todo.
Parece ayer y ya
ha pasado un año.
Hemos pasado tanto
y sólo ha sido un año.
La contradicción
del tiempo y sus percepciones.
Lo que estamos tardando
en cruzar el túnel.
Los destellos de luz
que se atisban
es una suerte
de distancia
todavía dilatada.
Pero de algo
tenemos que vivir,
o morir,
pero esto último
no será hoy.
_A Rober_
Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme XIII.
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