El año de nuestras vidas,
sin duda.
Donde un 2 de Mayo
y un 3 de Marzo
suman
el 23 de Diciembre,
son Matemáticas.
El año donde
las iniciales
de nuestros nombres
procuran
un Nombre nuevo.
El de los 30 años,
las despedidas
y las Lunas nuevas.
Sin prisa
pero
sin pausa.
2018, mi cifra par
favorita,
la que jamás
llegué a imaginar
y que ha llegado
sin planearla,
natural,
espontánea,
humilde.
Un año redondo
que no hace más
que renovar el ciclo,
otra etapa
por descubrir,
otras manos
que explorar.
Y siempre
rodeadas
de las personas
que elegimos.
Los héores,
las nubes,
los antiguos,
los de barrio,
los forasteros
y los últimos
en llegar,
sin diferencias
ni limitaciones,
nuestra gente,
la familia.
Un año sorpresa
donde el destino
ni pincha ni corta,
solo el proceso
como única meta.
Liberado
de tópicos
y falsas esperanzas,
destapando mentiras,
marginando al malvado.
Si no pudieron
con nosotras
ya no podrán
hacerlo.
Tenemos
talismán
y una nueva Biblia
que predicar,
la única
y verdadera,
la nuestra,
ajena al resto
pero respetuosa
con quien decida
acompañarnos.
Esa es nuestra
fortaleza,
la que marca
la diferencia
entre esperar
sentado
o levantarte
emocionado.
Tenemos techo
y no vamos
a permitir
sentirnos
superados.
Chao 2018,
sin duda
has sido
el mejor año.
El inicio
de nuestros
nuevos días,
los deseos,
la esperanza,
el caminar
conmocionado.
lunes, 31 de diciembre de 2018
domingo, 30 de diciembre de 2018
DÍA 1. Antes que nada, después de todo
Los pródromos
ya lo vaticinaron.
Los Domingos
ya no serán solo
Domingos.
Ya lo dije aquel
3 de Marzo,
como mi Madre
dijo que las noches
"son mú malas".
Otra vez niebla,
otra vez
sin haber
amanecido.
Llevábamos
mucho tiempo
preparadas.
Contracciones
de la risa,
llanto
y nervios.
El advenimiento
de un nuevo
enamoramiento
ésta vez,
ya de adultas.
Dilatación de 5
y en menos de una hora
ya iba por 8.
En la soledad
de una habitación
aséptica
nos acompañamos
sin remordimientos,
echando cabezaditas
mientras un corazón
nuevo
latía sano y fuerte.
Tambores de guerra
y gritos desesperados,
los gritos más puros
que escuché jamás.
Ya venía
sin posibilidad
de retorno.
La matrona
Nieves,
dulce como el algodón
y tierna como la lluvia
asistió el parto
de una fiera
insaciable,
gigante,
Madre
de día y de noche,
a empujones
y trompicones.
Metidas
en una cueva
soñábamos
con ser parte
del sueño.
El calor de la piel,
la mirada constante.
Fue lo primero
que vi:
tu coronilla
con pelo sangrante.
Agitaba a tu Madre
para que te mirase
como mano al guante.
Saliste volando
como los ángeles
para aterrizar
en el pecho
de la leona.
Un alivio,
un cordón,
mar de lágrimas
errantes.
No nos equivocamos
al reconocerte,
piel con piel,
sin cejas,
sin párpados,
tu semblante.
Del esfuerzo heroico
surgió nuestra cita,
no la del parto,
sino la de toda la vida.
Eran las 16.15
y el tiempo se detuvo
un instante,
manteniendo
la respiración,
congelado el ambiente.
Nos habíamos llegado
al desembocar
el afluente,
en un río de flores,
nuestra pequeña simiente.
Te adelantaste,
no hubo "Semana 39",
porque sabías
el ansia
que tenemos
de verte.
Hijo del Invierno
que reina
los pasos a dar
de los que son
más valientes
en pro de los
que somos más frágiles.
Eres demasiado grande
siendo de Diciembre;
no hablo de tu tamaño
ni presencia,
solo,
de mi insignificante parte.
ya lo vaticinaron.
Los Domingos
ya no serán solo
Domingos.
Ya lo dije aquel
3 de Marzo,
como mi Madre
dijo que las noches
"son mú malas".
Otra vez niebla,
otra vez
sin haber
amanecido.
Llevábamos
mucho tiempo
preparadas.
Contracciones
de la risa,
llanto
y nervios.
El advenimiento
de un nuevo
enamoramiento
ésta vez,
ya de adultas.
Dilatación de 5
y en menos de una hora
ya iba por 8.
En la soledad
de una habitación
aséptica
nos acompañamos
sin remordimientos,
echando cabezaditas
mientras un corazón
nuevo
latía sano y fuerte.
Tambores de guerra
y gritos desesperados,
los gritos más puros
que escuché jamás.
Ya venía
sin posibilidad
de retorno.
La matrona
Nieves,
dulce como el algodón
y tierna como la lluvia
asistió el parto
de una fiera
insaciable,
gigante,
Madre
de día y de noche,
a empujones
y trompicones.
Metidas
en una cueva
soñábamos
con ser parte
del sueño.
El calor de la piel,
la mirada constante.
Fue lo primero
que vi:
tu coronilla
con pelo sangrante.
Agitaba a tu Madre
para que te mirase
como mano al guante.
Saliste volando
como los ángeles
para aterrizar
en el pecho
de la leona.
Un alivio,
un cordón,
mar de lágrimas
errantes.
No nos equivocamos
al reconocerte,
piel con piel,
sin cejas,
sin párpados,
tu semblante.
Del esfuerzo heroico
surgió nuestra cita,
no la del parto,
sino la de toda la vida.
Eran las 16.15
y el tiempo se detuvo
un instante,
manteniendo
la respiración,
congelado el ambiente.
Nos habíamos llegado
al desembocar
el afluente,
en un río de flores,
nuestra pequeña simiente.
Te adelantaste,
no hubo "Semana 39",
porque sabías
el ansia
que tenemos
de verte.
Hijo del Invierno
que reina
los pasos a dar
de los que son
más valientes
en pro de los
que somos más frágiles.
Eres demasiado grande
siendo de Diciembre;
no hablo de tu tamaño
ni presencia,
solo,
de mi insignificante parte.
Escrito para la primera semana de tu vida |
_A Hijo y a la Madre_
sábado, 22 de diciembre de 2018
Pródromos
11.57 horas
El corazón pega un brinco porque por dentro algo ha subido para luego bajar repentinamente. El alma se encoge aún más si cabe.
18.14 horas
Todo normal
20.45 horas
Terminamos de cenar. La calma antes de la tormenta.
21.00 horas
Me tomo una pastilla para dormir.
21.15 horas
Yo medio ido ¡Click! Algo extraño pasa, me dice. Al gato le da un brote psicótico y maulla barruntando el cambio. Comienzan los pródromos sin saber que existían. Miro el reloj y le digo que todavía es día 20. Nos reímos.
21.40 horas
Ella a la cama. Yo al sofá.
Entre las 22.00 y las 23.32 horas.
Ella prepara las mochilas de algodón y saca mi camiseta.
23. 35 horas.
Ella al sofá. Yo a la cama. No recuerdo nada.
Entre las 23.36 y las 04.03 horas
El gato la acosa emocionalmente. Tele encendida. Se levanta a recoger la cocina. Cambia de postura. No encuentra la postura. Dolor, tensión, contracciones. Lo pasa ella sola por no "molestar".
04.04 horas
Me despierto y la busco con la mano. No la encuentro. Me levanto asustado y me la encuentro en el sofá recogida en ovillo y desarropada. Su cara se ilumina con el brillo de la pantalla. Muchas ojeras y gesto de cansancio. Ha perdido la cuenta de las contracciones.
04.09 horas
¿Nos vamos? Nos vamos. Tranquilamente.
Entre las 04.10 y las 05.22 horas
Me tomo un café, cago y me ducho. Comienza el recital de arcadas. Vuelven las risas. Rajo el zapato de tela al ponérmelo. Bajo a la perra. Llamamos al radiotaxi. Viernes 21 de Diciembre del 2018, día de niebla cerrada. Nadie en la calle.
05.23 horas
Hacemos la misma foto que llevamos haciendo 38 semanas + dos días.
05.31 horas
Llegamos al hospital habiéndose soltado la mediana de Odonell el taxi. Admisión ¿Qué le pasa? Me pasa esto. Vaya a la sala de espera y la llamarán. Antes de sentarnos nos llaman.
05.40 horas
Exploración. 3 centímetros de dilatación ¿Quieres epidural, te ingresamos y oxitocina? Ni de coña. A monitores.
Entre las 05.45 y las 06.05 horas
Varada como una ballena. Apoyada sobre el lado izquierdo. La vienen tres contracciones durante los monitores y yo lo sé antes que nadie porque veo como suben las pulsaciones. No la digo nada. de 140 a 180 en dos segundos. Subidón. Chute. Aguanta como una fiera. Se ríen porque somos primerizas. Se confirman los pródromos. Nos reímos juntas por enésima vez. Qué actitud tan valiente la suya. Todo bien. Contracciones irregulares. No estás de parto.
06.07 horas
Nos despacha la ginecóloga de guardia. Para casa ¿Cogemos un taxi? Cogemos el bus, me dice, con dos ovarios.
06.15 horas
Cogemos el E3, ¿Qué quieres que hagamos? Vete a trabajar y te aviso con lo que sea, ¿Segura? Segura. Lo tiene más claro que todo el mundo que la rodea y acompaña y aconseja. Estoy impresionado, vaya lección de humildad y respeto. Eres ejemplo.
Entre las 06.27 y las 07.23 horas
Llegamos a casa. Saludamos a nuestros animales, lo primero. Otro café. A cagar de nuevo. Viene una amiga a buscarme. Apuntamos teléfonos en un post-it. Doy un beso a tod@s l@s integrantes de la familia. Me marcho entero por fuera, pequeño por dentro.
Entre las 07.24 y las 17.02 horas
Alegrías, nervios, filtraciones, felicitaciones, niños y niñas, compañeras, amigas, matronas, veterinario, comilona y algún sueñecito que otro. Se demuestra que los móviles están sobrevalorados.
17.03 horas
Regreso a casa tras haber cogido el segundo taxi del día. Está adormilada y cansada. La beso, le beso y me relajo. Vacaciones. No te vuelvo a dejar sola. No so vuelvo a dejar sol@s.
Entre las 17.04 y las 21.30 horas
Una tarde sin pena ni gloria. Tranquila. Salimos a por el último décimo de La Kuadrilla y decidimos no ir al cumple sorpresa de nuestro Capitán, lo siento. Pedimos algo de cenar y de nuevo ella a la cama y yo al sofá. Se lo cuento todo al Testigo.
DÍA 22
06.02 horas
Me despierto, me levanto y escribo este texto.
08.38 horas
Ya estaba preocupado pero por fin se levanta.
Hoy es el día de la lotería. Ojalá nos toque gordo y calvo y nada de dinero.
El corazón pega un brinco porque por dentro algo ha subido para luego bajar repentinamente. El alma se encoge aún más si cabe.
18.14 horas
Todo normal
20.45 horas
Terminamos de cenar. La calma antes de la tormenta.
21.00 horas
Me tomo una pastilla para dormir.
21.15 horas
Yo medio ido ¡Click! Algo extraño pasa, me dice. Al gato le da un brote psicótico y maulla barruntando el cambio. Comienzan los pródromos sin saber que existían. Miro el reloj y le digo que todavía es día 20. Nos reímos.
21.40 horas
Ella a la cama. Yo al sofá.
Entre las 22.00 y las 23.32 horas.
Ella prepara las mochilas de algodón y saca mi camiseta.
23. 35 horas.
Ella al sofá. Yo a la cama. No recuerdo nada.
Entre las 23.36 y las 04.03 horas
El gato la acosa emocionalmente. Tele encendida. Se levanta a recoger la cocina. Cambia de postura. No encuentra la postura. Dolor, tensión, contracciones. Lo pasa ella sola por no "molestar".
04.04 horas
Me despierto y la busco con la mano. No la encuentro. Me levanto asustado y me la encuentro en el sofá recogida en ovillo y desarropada. Su cara se ilumina con el brillo de la pantalla. Muchas ojeras y gesto de cansancio. Ha perdido la cuenta de las contracciones.
04.09 horas
¿Nos vamos? Nos vamos. Tranquilamente.
Entre las 04.10 y las 05.22 horas
Me tomo un café, cago y me ducho. Comienza el recital de arcadas. Vuelven las risas. Rajo el zapato de tela al ponérmelo. Bajo a la perra. Llamamos al radiotaxi. Viernes 21 de Diciembre del 2018, día de niebla cerrada. Nadie en la calle.
05.23 horas
Hacemos la misma foto que llevamos haciendo 38 semanas + dos días.
05.31 horas
Llegamos al hospital habiéndose soltado la mediana de Odonell el taxi. Admisión ¿Qué le pasa? Me pasa esto. Vaya a la sala de espera y la llamarán. Antes de sentarnos nos llaman.
05.40 horas
Exploración. 3 centímetros de dilatación ¿Quieres epidural, te ingresamos y oxitocina? Ni de coña. A monitores.
Entre las 05.45 y las 06.05 horas
Varada como una ballena. Apoyada sobre el lado izquierdo. La vienen tres contracciones durante los monitores y yo lo sé antes que nadie porque veo como suben las pulsaciones. No la digo nada. de 140 a 180 en dos segundos. Subidón. Chute. Aguanta como una fiera. Se ríen porque somos primerizas. Se confirman los pródromos. Nos reímos juntas por enésima vez. Qué actitud tan valiente la suya. Todo bien. Contracciones irregulares. No estás de parto.
06.07 horas
Nos despacha la ginecóloga de guardia. Para casa ¿Cogemos un taxi? Cogemos el bus, me dice, con dos ovarios.
06.15 horas
Cogemos el E3, ¿Qué quieres que hagamos? Vete a trabajar y te aviso con lo que sea, ¿Segura? Segura. Lo tiene más claro que todo el mundo que la rodea y acompaña y aconseja. Estoy impresionado, vaya lección de humildad y respeto. Eres ejemplo.
Entre las 06.27 y las 07.23 horas
Llegamos a casa. Saludamos a nuestros animales, lo primero. Otro café. A cagar de nuevo. Viene una amiga a buscarme. Apuntamos teléfonos en un post-it. Doy un beso a tod@s l@s integrantes de la familia. Me marcho entero por fuera, pequeño por dentro.
Entre las 07.24 y las 17.02 horas
Alegrías, nervios, filtraciones, felicitaciones, niños y niñas, compañeras, amigas, matronas, veterinario, comilona y algún sueñecito que otro. Se demuestra que los móviles están sobrevalorados.
17.03 horas
Regreso a casa tras haber cogido el segundo taxi del día. Está adormilada y cansada. La beso, le beso y me relajo. Vacaciones. No te vuelvo a dejar sola. No so vuelvo a dejar sol@s.
Entre las 17.04 y las 21.30 horas
Una tarde sin pena ni gloria. Tranquila. Salimos a por el último décimo de La Kuadrilla y decidimos no ir al cumple sorpresa de nuestro Capitán, lo siento. Pedimos algo de cenar y de nuevo ella a la cama y yo al sofá. Se lo cuento todo al Testigo.
DÍA 22
06.02 horas
Me despierto, me levanto y escribo este texto.
08.38 horas
Ya estaba preocupado pero por fin se levanta.
Hoy es el día de la lotería. Ojalá nos toque gordo y calvo y nada de dinero.
jueves, 20 de diciembre de 2018
Buganvilla
El color
con nombre
de pueblo.
La flor
con matices
extraños.
Te remontas
a una ciudad
histórica,
la misma
de la que viene
mi madre,
y eso
me acerca
a ti
y a tu acento,
a tu mirada
correspondo
hincando
la rodilla
por los restos
de los restos.
Te cocinas
lenta
y con estilo.
Alergias,
intolerancia,
salvada
por la joya
que tienes
en casa.
Nos "endingaron"
tu presencia
en pleno
Invierno,
no quiero
que te desprendas,
¡Agárrate fuerte!
y presta
todo lo que nos falta,
todo lo que nos queda.
De la misma Escuela,
del mismo nivel
y del mismo barrio.
Los mismos pasos,
los mismo clavos.
La misma tragedia
con distinto color,
no hablo de la Buganvilla,
pero es que a ella,
la llaman flor.
con nombre
de pueblo.
La flor
con matices
extraños.
Te remontas
a una ciudad
histórica,
la misma
de la que viene
mi madre,
y eso
me acerca
a ti
y a tu acento,
a tu mirada
correspondo
hincando
la rodilla
por los restos
de los restos.
Te cocinas
lenta
y con estilo.
Alergias,
intolerancia,
salvada
por la joya
que tienes
en casa.
Nos "endingaron"
tu presencia
en pleno
Invierno,
no quiero
que te desprendas,
¡Agárrate fuerte!
y presta
todo lo que nos falta,
todo lo que nos queda.
De la misma Escuela,
del mismo nivel
y del mismo barrio.
Los mismos pasos,
los mismo clavos.
La misma tragedia
con distinto color,
no hablo de la Buganvilla,
pero es que a ella,
la llaman flor.
_A Marga, escrito un Martes 6 de Noviembre del 2018_
En apenas
unas semanas
todo se precipita,
radicalmente,
mundo al revés.
Ahora
es verdad
que te marchas,
es tiempo
de correr.
Te mereces el trono,
el cielo
y que te besemos
los pies.
Amiga mía
eres ejemplo,
del verbo coser.
No miraré jamás
hacia atrás
cuando se trate
de pensarte,
allí donde vayas,
allí donde te sitúes,
te prometo
que yo estaré.
Acabo sin rima
este texto
tan doloroso
como fiel,
Marga,
viniste
del Sur,
conquistas
sin hacer enemigos,
el Norte se inclina
y llora,
errante,
alegre,
que esto
se acabe
con el verbo
VOLVER.
_De nuevo a Marga, escrito a Jueves 20 de Diciembre del 2018_
Semana 38
"La mujer tranquila"
y valiente
sigue haciendo
de refugio
en un sentido
primario.
Nuevos estores,
sensaciones
y pesadumbres,
tus ovarios,
mis cojones
no te llegan
a la altura
de tus cordones.
La Pepa
no es una
Constitución.
La Pepa
es matrona,
madre
y compañera.
Una mirada
respetuosa
más allá
de la moda
de las tribus.
La luz
ya no te dura
en lo que subes
las escaleras.
Organizar cajones,
leer algún capítulo,
comidas ricas
al horno,
te tomas
el tiempo
para que
el tiempo
no te coja
desprevenida.
¡Cómo voy
a echar de menos
esas formas!
pero,
qué putas ganas
de tocerle
la cabeza
para conocer
su cara,
contar
incansable
cada dedo
de la mano,
cada dedo
del pie.
Qué privilegio
de momento
en el que
me oiga
y me busque
con su débil
movimiento
hasta encontrarnos
y ya
no separanos
nunca.
Solo
me he enamorado
una vez en la vida...
...voy a por la segunda
y ojalá
no sea la última.
Tengo que
aprender
a ocuparte
mi tiempo;
el de dedicarte
cada sonrisa
incesante,
sobretodo
ahora,
más importante,
de infante.
Para que algún día
seas tú
quien me
dedique
unas palabras,
rimante,
magnate.
Mientras tanto Mamá con ropa ya no oculta nada,
pero desnuda,
eclipsa a la propia Luna.
y valiente
sigue haciendo
de refugio
en un sentido
primario.
Nuevos estores,
sensaciones
y pesadumbres,
tus ovarios,
mis cojones
no te llegan
a la altura
de tus cordones.
La Pepa
no es una
Constitución.
La Pepa
es matrona,
madre
y compañera.
Una mirada
respetuosa
más allá
de la moda
de las tribus.
La luz
ya no te dura
en lo que subes
las escaleras.
Organizar cajones,
leer algún capítulo,
comidas ricas
al horno,
te tomas
el tiempo
para que
el tiempo
no te coja
desprevenida.
¡Cómo voy
a echar de menos
esas formas!
pero,
qué putas ganas
de tocerle
la cabeza
para conocer
su cara,
contar
incansable
cada dedo
de la mano,
cada dedo
del pie.
Qué privilegio
de momento
en el que
me oiga
y me busque
con su débil
movimiento
hasta encontrarnos
y ya
no separanos
nunca.
Solo
me he enamorado
una vez en la vida...
...voy a por la segunda
y ojalá
no sea la última.
Tengo que
aprender
a ocuparte
mi tiempo;
el de dedicarte
cada sonrisa
incesante,
sobretodo
ahora,
más importante,
de infante.
Para que algún día
seas tú
quien me
dedique
unas palabras,
rimante,
magnate.
Mientras tanto Mamá con ropa ya no oculta nada,
pero desnuda,
eclipsa a la propia Luna.
martes, 11 de diciembre de 2018
Semana 37
La forma
en que
nos reímos.
Contagiándonos
cada músculo
saltar
las lágrimas
de gozo.
Agujetas
festivas
si un motivo
necesario
para que
la risa
ocupe
el poco
espacio
que le queda.
Nos morimos
de alegría
y el cordón
sirve
como único
transmisor
posible,
el que ya nos ata
de por vida.
No se me olvida
despedirme
por las mañanas.
Beso en la frente,
beso en la barriga.
Con la tranquilidad
de saber
que está
en casa
pese a
la opresión
de las empresas,
las mutuas
y los seguros.
La prima
duerme contigo
y quiere saber
dónde tienes
el culo.
Clio se arropa
en tu cuna
y Aisha
ha sido
la primera
en hacerte
el piel con piel.
Mamá te lleva
y ya no te
soltará nunca.
Y papá,
la pinza
que faltaba,
te escribe
desde hace meses
"soñando tonterías
nos pillan las estrellas".
Ya has sentido
el flagor
del teatro
con Emma
y su ratón,
Oliverio.
Acompasado
por Ismael Serrano
y un público
bailongo.
¿Cuántas cosas haremos
con todas las que ya hemos hecho?
Que l@s cantautores
te rocen la piel
y el porteo
no sea un mero
traslado,
sino una
decisión
pactada
a la altura
que deben
darse los besos.
en que
nos reímos.
Contagiándonos
cada músculo
saltar
las lágrimas
de gozo.
Agujetas
festivas
si un motivo
necesario
para que
la risa
ocupe
el poco
espacio
que le queda.
Nos morimos
de alegría
y el cordón
sirve
como único
transmisor
posible,
el que ya nos ata
de por vida.
No se me olvida
despedirme
por las mañanas.
Beso en la frente,
beso en la barriga.
Con la tranquilidad
de saber
que está
en casa
pese a
la opresión
de las empresas,
las mutuas
y los seguros.
La prima
duerme contigo
y quiere saber
dónde tienes
el culo.
Clio se arropa
en tu cuna
y Aisha
ha sido
la primera
en hacerte
el piel con piel.
Mamá te lleva
y ya no te
soltará nunca.
Y papá,
la pinza
que faltaba,
te escribe
desde hace meses
"soñando tonterías
nos pillan las estrellas".
Ya has sentido
el flagor
del teatro
con Emma
y su ratón,
Oliverio.
Acompasado
por Ismael Serrano
y un público
bailongo.
¿Cuántas cosas haremos
con todas las que ya hemos hecho?
Que l@s cantautores
te rocen la piel
y el porteo
no sea un mero
traslado,
sino una
decisión
pactada
a la altura
que deben
darse los besos.
¡Hijo!
no te apresures
y sigue jugando
en el vientre
de tu madre
para corresponderte
cada noche,
con la sesión
de caricias
que te mereces.
555
Quinientos cincuenta y cinco
nada tiene que ver
con el artículo ciento
cincuenta y cinco,
pero sé
que tiene que ver
con l@s cinco
que vamos a ser.
Cada vez
disfruto más
eligiendo
los títulos.
La capacidad
de englobar
un concepto,
una idea,
un sentimiento,
en pocas palabras.
Es justo lo que
nos hace falta.
También tiene
que ver
con el quinto piso
en el que
he vivido
toda mi vida
y con que
el cinco
sea mi número
favorito.
Tres
cincos
alineados
forman el
555.
No son Matemáticas.
Son textos.
Lo siento
por los detractores,
no va haber
quien me pare.
nada tiene que ver
con el artículo ciento
cincuenta y cinco,
pero sé
que tiene que ver
con l@s cinco
que vamos a ser.
Cada vez
disfruto más
eligiendo
los títulos.
La capacidad
de englobar
un concepto,
una idea,
un sentimiento,
en pocas palabras.
Es justo lo que
nos hace falta.
También tiene
que ver
con el quinto piso
en el que
he vivido
toda mi vida
y con que
el cinco
sea mi número
favorito.
Tres
cincos
alineados
forman el
555.
No son Matemáticas.
Son textos.
Lo siento
por los detractores,
no va haber
quien me pare.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Semana 36
Semana 36.
Dicho de otra manera,
9 meses.
Cada vez respiras
más fuerte
porque cada vez
el espacio
es más pequeño.
Al principio
comías el doble
y no sentías
el frío.
Un poquito
más tarde
te caías por
las esquinas.
Y ahora
no encuentras
las postura
y dormir
cuesta mucho.
Ya has aprendido
a llevarlo
(y a disfrutarlo).
Un tramo final
donde haremos cosas
por última vez
al menos
durante un tiempo.
Como el último
concierto
tal si fueras
un reo
en el corredor
de la muerte.
Te dieron
a elegir
tu última cena
y te despediste
por la puerta grande
en el centro
de una Kuadrilla
que daría
la vida por ti,
segura y bien
amarrada,
sin fisuras,
donde todo
lo que quedó
fuera del círculo
perdió
su importancia
y su significado.
Ya lo dijo el testigo:
"Estábamos
atadas
de por vida".
Como ya he dicho,
respiras fuerte,
pero es que
además
ríes como nunca
contagiando
el ambiente
necesario
de un olor
que nos proporciona
la fuerza
suficiente
para seguir
siendo
las mismas.
Todavía trabajas
(al menos cuando
escribí esto).
Y todavía yo,
espero cada
fin de semana
como el encuentro
de la primera cita.
Sabemos
que el tipo
de lactancia
la pactarás
humilde con él.
Mientras tanto,
yo,
os acompañaré
sin remordimientos
con el espíritu
de crecer
y aprender
de vuestro ser
para bebernos
y comernos
como el mejor
postre
por hacer.
Rendir cuentas
no es lo mismo
que salir de cuentas.
Mi abono
caduca
el día que
supuestamente
nos han dicho
que te hemos de ver.
A partir
de entonces,
no renovaré
nada
en mi vida
más que la forma
de querer(os)
Dicho de otra manera,
9 meses.
Cada vez respiras
más fuerte
porque cada vez
el espacio
es más pequeño.
Al principio
comías el doble
y no sentías
el frío.
Un poquito
más tarde
te caías por
las esquinas.
Y ahora
no encuentras
las postura
y dormir
cuesta mucho.
Ya has aprendido
a llevarlo
(y a disfrutarlo).
Un tramo final
donde haremos cosas
por última vez
al menos
durante un tiempo.
Como el último
concierto
tal si fueras
un reo
en el corredor
de la muerte.
Te dieron
a elegir
tu última cena
y te despediste
por la puerta grande
en el centro
de una Kuadrilla
que daría
la vida por ti,
segura y bien
amarrada,
sin fisuras,
donde todo
lo que quedó
fuera del círculo
perdió
su importancia
y su significado.
Ya lo dijo el testigo:
"Estábamos
atadas
de por vida".
Como ya he dicho,
respiras fuerte,
pero es que
además
ríes como nunca
contagiando
el ambiente
necesario
de un olor
que nos proporciona
la fuerza
suficiente
para seguir
siendo
las mismas.
Todavía trabajas
(al menos cuando
escribí esto).
Y todavía yo,
espero cada
fin de semana
como el encuentro
de la primera cita.
Sabemos
que el tipo
de lactancia
la pactarás
humilde con él.
Mientras tanto,
yo,
os acompañaré
sin remordimientos
con el espíritu
de crecer
y aprender
de vuestro ser
para bebernos
y comernos
como el mejor
postre
por hacer.
Rendir cuentas
no es lo mismo
que salir de cuentas.
Mi abono
caduca
el día que
supuestamente
nos han dicho
que te hemos de ver.
A partir
de entonces,
no renovaré
nada
en mi vida
más que la forma
de querer(os)
jueves, 29 de noviembre de 2018
Sin arcada no hay España
Lo dijo
Ignatius Farray
de Granadilla
de Albona.
Qué verdad.
La de levantarse
plegado
hecho
un trapo.
Meas
amarillo
con el cuerpo
aletargado
y te invade
un aliento
nauseabundo.
Como veis,
todo son
ventajas
al despertarse.
Con la cara
hinchada
y lleno
de gases
contaminantes.
Comienza
el proceso
de decongestión
mientras
la mucosa
se desenvuelve
como pez
en el agua,
mejor dicho,
como flujo
entre órganos.
Y te viene
una tremenda
contracción
con la primera
arcada.
Una suprema
sensación
de asco
que te recuerda
quién eres,
y a qué viniste.
Un ruido
desgarrador
al que no
acompaña
la expulsión
de ninguna
materia
viscosa,
solo
un cuerpo
tensionado
de músculos
atrofiados.
Una metáfora
preciosa
de un reflejo
involuntario
y de un país
que al despertar
maltrata
y ha sido capaz
de desgastar a
una generación entera.
Ignatius Farray
de Granadilla
de Albona.
Qué verdad.
La de levantarse
plegado
hecho
un trapo.
Meas
amarillo
con el cuerpo
aletargado
y te invade
un aliento
nauseabundo.
Como veis,
todo son
ventajas
al despertarse.
Con la cara
hinchada
y lleno
de gases
contaminantes.
Comienza
el proceso
de decongestión
mientras
la mucosa
se desenvuelve
como pez
en el agua,
mejor dicho,
como flujo
entre órganos.
Y te viene
una tremenda
contracción
con la primera
arcada.
Una suprema
sensación
de asco
que te recuerda
quién eres,
y a qué viniste.
Un ruido
desgarrador
al que no
acompaña
la expulsión
de ninguna
materia
viscosa,
solo
un cuerpo
tensionado
de músculos
atrofiados.
Una metáfora
preciosa
de un reflejo
involuntario
y de un país
que al despertar
maltrata
y ha sido capaz
de desgastar a
una generación entera.
miércoles, 28 de noviembre de 2018
Semana 35
Si sangramos,
si lloramos,
pues dormimos.
O eso decían
las abuelas.
Las nuestras
dicen poco,
pero por lo menos
siguen estando.
Hacemos fiesta
por la noche
y madrugamos
aunque sea
Sábado.
Quemas
como la lava
y cachorreas
todavía
con placenta.
El miedo
no aparece
y tenemos
todos
los findes
ocupados
para que
te diviertas,
para que
te acostumbres
a los olores,
a los sabores,
al tacto
de los que hacen
cola para
conocerte.
Nunca vi jamás
una barriga
tan perfecta
geométricamente
hablando,
porque
emocionalmente
escupiendo,
llevamos
toda la vida
haciéndolo.
Los regalos
te llueven
por todas partes
con guiños
personalizados
de cada gente
que en su mente
te tiene
presente,
El otro día
nos reinsertamos
en eso de darnos
placer
a dos manos,
que no se
nos olvide
nunca,
nuestro deber
de acompañarnos.
Te esperamos
con el gesto
abierto,
de ninguna
manera
con los brazos
cruzados.
si lloramos,
pues dormimos.
O eso decían
las abuelas.
Las nuestras
dicen poco,
pero por lo menos
siguen estando.
Hacemos fiesta
por la noche
y madrugamos
aunque sea
Sábado.
Quemas
como la lava
y cachorreas
todavía
con placenta.
El miedo
no aparece
y tenemos
todos
los findes
ocupados
para que
te diviertas,
para que
te acostumbres
a los olores,
a los sabores,
al tacto
de los que hacen
cola para
conocerte.
Nunca vi jamás
una barriga
tan perfecta
geométricamente
hablando,
porque
emocionalmente
escupiendo,
llevamos
toda la vida
haciéndolo.
Los regalos
te llueven
por todas partes
con guiños
personalizados
de cada gente
que en su mente
te tiene
presente,
El otro día
nos reinsertamos
en eso de darnos
placer
a dos manos,
que no se
nos olvide
nunca,
nuestro deber
de acompañarnos.
Te esperamos
con el gesto
abierto,
de ninguna
manera
con los brazos
cruzados.
viernes, 23 de noviembre de 2018
Guerra en Otoño
Gama de colores
con matices
de agua
al salir
a la calle.
Miras
arriba
y esquivas
las hojas al caer.
Rojas,
marrones,
amarillas,
como un mortero
desde la distancia.
Le levedad
de su peso
no duele,
pero la intensidad
de su color
deslumbra
a cualquier
transeúnte
abonado
al sol.
Nunca
veremos
las calles
tan bonitas
y nunca nos
costará tanto
atravesarlas
por sus montículos
de hojas.
Intermitentemente
la lluvia cesa
y reaparece.
Las hojas caen,
se exilian,
se olvidan.
Los árboles
mudan su piel
a la vista
de tod@s.
Y nosotras
nos conformamos
con ser simples
espectadoras
con matices
de agua
al salir
a la calle.
Miras
arriba
y esquivas
las hojas al caer.
Rojas,
marrones,
amarillas,
como un mortero
desde la distancia.
Le levedad
de su peso
no duele,
pero la intensidad
de su color
deslumbra
a cualquier
transeúnte
abonado
al sol.
Nunca
veremos
las calles
tan bonitas
y nunca nos
costará tanto
atravesarlas
por sus montículos
de hojas.
Intermitentemente
la lluvia cesa
y reaparece.
Las hojas caen,
se exilian,
se olvidan.
Los árboles
mudan su piel
a la vista
de tod@s.
Y nosotras
nos conformamos
con ser simples
espectadoras
miércoles, 21 de noviembre de 2018
Adrenalina
Un fuego artificial
justo antes
de estallar.
El momento
previo
de entrar
al agua.
Cuando
la cerradura
gira
la perra
ya está
moviendo
el rabo.
La policía
tirando
la puerta
en un desahucio.
Cuando
te va a venir
un orgasmo.
Momentos antes
de que te digan
la nota del examen.
Un frenazo
del coche
a tiempo.
El revulsivo
del último
minuto.
Antes
de tocar
la piel,
la aguja
de una
jeringuilla.
justo antes
de estallar.
El momento
previo
de entrar
al agua.
Cuando
la cerradura
gira
la perra
ya está
moviendo
el rabo.
La policía
tirando
la puerta
en un desahucio.
Cuando
te va a venir
un orgasmo.
Momentos antes
de que te digan
la nota del examen.
Un frenazo
del coche
a tiempo.
El revulsivo
del último
minuto.
Antes
de tocar
la piel,
la aguja
de una
jeringuilla.
La primera contracción.
El último empujón.
Cuando nos veamos las caras.
Semana 34
No me dan miedo
las noches en vela.
Llevo años
preparándome
para que
juguemos
juntos
con la Luna.
Del mismo modo
que ella,
de manera natural
y sin elecciones,
se prepara
biológicamente
para abrazarte
en horas
intempestivas.
Eres cordillera
sobre un volcán
hidratado.
Tus pies
sobresalen
dejando huella
en el ADN.
Ya acudes
a los mismos
artistas
que vieron
tus pamadres
de adolescentes.
Te hipas
revoltoso
por la tarde
moviéndote
en ondas
como la marea.
Es verdad
que no hace falta
ser futbolista
para que se
te suban
los gemelos;
igual que
es verdad
que las mantas
eléctricas
ya no sirven
de nada.
Cada órgano
se nacionaliza
en una nueva
patria
y encontrar
la postura
resulta
imposible.
Ojalá
seas del 2 o del 3
para seguir
agrandando
nuestra colección
de fechas favoritas,
"las que nos
hicieron
así,
tal y como
somos,
invencibles".
Ella
no pide gran cosa,
solo un bocadillo
de chorizo`,
una cerveza
bien fría
y un Ibuprofeno
para celebrarlo
las noches en vela.
Llevo años
preparándome
para que
juguemos
juntos
con la Luna.
Del mismo modo
que ella,
de manera natural
y sin elecciones,
se prepara
biológicamente
para abrazarte
en horas
intempestivas.
Eres cordillera
sobre un volcán
hidratado.
Tus pies
sobresalen
dejando huella
en el ADN.
Ya acudes
a los mismos
artistas
que vieron
tus pamadres
de adolescentes.
Te hipas
revoltoso
por la tarde
moviéndote
en ondas
como la marea.
Es verdad
que no hace falta
ser futbolista
para que se
te suban
los gemelos;
igual que
es verdad
que las mantas
eléctricas
ya no sirven
de nada.
Cada órgano
se nacionaliza
en una nueva
patria
y encontrar
la postura
resulta
imposible.
Ojalá
seas del 2 o del 3
para seguir
agrandando
nuestra colección
de fechas favoritas,
"las que nos
hicieron
así,
tal y como
somos,
invencibles".
Ella
no pide gran cosa,
solo un bocadillo
de chorizo`,
una cerveza
bien fría
y un Ibuprofeno
para celebrarlo
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