Gama de colores
con matices
de agua
al salir
a la calle.
Miras
arriba
y esquivas
las hojas al caer.
Rojas,
marrones,
amarillas,
como un mortero
desde la distancia.
Le levedad
de su peso
no duele,
pero la intensidad
de su color
deslumbra
a cualquier
transeúnte
abonado
al sol.
Nunca
veremos
las calles
tan bonitas
y nunca nos
costará tanto
atravesarlas
por sus montículos
de hojas.
Intermitentemente
la lluvia cesa
y reaparece.
Las hojas caen,
se exilian,
se olvidan.
Los árboles
mudan su piel
a la vista
de tod@s.
Y nosotras
nos conformamos
con ser simples
espectadoras
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