Por mucho frío
que parezca
que hace,
no es el mismo
frío que
hacía antes.
La prueba
empírica
que lo demuestra
es el cómo
acechan
moscas y avispas.
Impunes
se desenvuelven
en estaciones
en las que
no deberían ser,
no deberían estar.
La culpa no es de ellas.
La responsabilidad es nuestra.
Si "Migas y pinzas"
me retorna
a la más tierna infancia,
"Moscas y avispas"
me transporta
al más lúgubre
futuro.
Es verdad
que hemos
conseguido
cambiar algo,
pero casi siempre,
es a peor.
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