como cantaba Silvio.
Estando ya en la Asamblea
se disiparon las interrogantes.
La vida son gestos delicados
con el puño en alto
y la frente recta.
Las trabajadoras gritonas
formaban gigantesco ejército
armadas sus alas,
sus descosidas bocas.
En lucha por un convenio digno,
desde los estratos del averno,
calor,
infierno,
donde en Domingo
la misa caiga en el olvido.
Sector asistencialista
en lugar de rehabilitador,
poco formado,
en consecuencia ahogado;
pero comprometido aguerrido,
en femenino.
El auditorio rebosaba
pirotecnia humana,
allí nadie perdía el tiempo.
La patronal había cedido
y los sindicatos se apuntaban el tanto.
Asamblea efervescente.
Las trabajadoras,
glóbulo a glóbulo,
formando un aparato rocoso...
...las mujeres,
piel a piel,
improvisando canciones.
Sabían que habían
ganado la batalla
entre tanta muerte privatizada.
Un ejemplo de
marea desgastada
que se nutre
con la fuerza de las olas,
por lo tanto,
no está empoderada...
...se deja llevar
conformada.
Compañeras que
sustentan naciones...
¡Por vuestros cojones!
(Perdón por los micromachismos)
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