lunes, 15 de diciembre de 2014

El orgasmo

Es encapotado
vibrante
hilo de la lana al tocar.
Seculariza simbiótico
hiperglucémico
volcán oscuro.
Sensible, íntimo, cercano.
Es gloria
de raza única
sin enemig@s.
Explota y brota.
A veces lobo
a borbotones.
Es tiempo que se gana,
estremecedor.
Saciante
fingido o sincero.
Es universal
de un solo idioma
rey de reyes.
Extenúa, place, contrae.
Limitado a segundos
de ocasiones ilimitadas.
Madruga y trasnocha.
Aplaca.
Es besucón
y/o egoísta
compartido.
Apretado.
Solicitado.

No hay nadie
que no quiera correr(se)
para llegar antes a él.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Una foto para enmarcar: LEYENDA

Los refugios en nuestros portales:



Cada paso
Un avance en el camino
Cada tropiezo
Una piedra del destino

-Danaus Plexippus-




Prisas mañaneras, besos robados, azotes mal dados...
Con el tiempo caerán
y con ellos se llevarán,
el misterio y el secreto
¡qué muchos quisiéramos desentrañar!

-Falosan-





"El portal es el que te lleva del territorio comanche a tu (posesivo) nido con tu mantita y tu historia. Mi umbral va en locomotora, que mueve ideas y por ende personas, y mi nido es un refugio de abrazos del río de la Plata"

-R.Chinasky-





Llueve, hace frío,
es de noche casi siempre.
Llego a casa, me relajo,
y hasta el día siguiente.
Éste es mi refugio,
este es ahora mi hogar.
Una vez leí que la felicidad
también es un lugar.

-Patricia Villa Gómez-





Día oscuro, calles solitarias, 90 vecin@s...un portal que se asemeja a un metro, vienen y van...indiferencia...sin embargo, ella, te mira con ternura, te sonríe y consigue que a pesar de esa frialdad...sientas como si llevaras en oscura 17, sencillamente aquella mujer que sabe llevar su vejez y darte un trocito de felicidad cada día...

-Irene Moratilla-





Atenta escucha y sus gestos expresa.
Con pasos ciegos,
un camino
queda por descubrir.
Silenciosa se queda, esta ahí, sí.

-Celia Grande Talaya-






De todos los portales de mi existencia…
el vientre de mi madre ha sido, sin duda, el refugio más hermoso y más perfecto…
los demás han sido sitios de paso, incluso en el que da acceso a mi casa…

-Mabel-





Reflexiones.
Educadora en prácticas (perpetuas) en la vida.
Pronto-tarde, puertas-ventanas, cerrojos-llaves, futuros-pasados...
Binomios que complementan, suman o restan;
vida, futuro y posibilidades. Ser.
Y ¿Quién soy yo para encerrar a nadie entre 
dos puertas y mis cuatro ideas?

-Marta Pintxo-





Con el tiempo, desgastado,
los años pasados, malos,
¡Huyo! acongojado,
para llegar a tu lado.

-Edu Vacas- 

jueves, 13 de noviembre de 2014

Sin más techo que el cielo

Son los ExPÓSItos de una sociedad
arquitecto de inmobiliario
anti-personas,
cuales minas de infantería
con cebo y trampas y cartón,
mucho cartón.

Son múltiples las causas
que les han llevado 
a ser sujetos indicadores
de una tabla estadística
en apogeo
con no pocas probabilidades
a que tú o yo,
seamos l@s siguientes.


Así es como entras
a formar parte
de un colectivo
que envida a las calles,
mojadas, frías, mugrientas.
Buscan café a las 07:00 a.m.

"Son manada sin líder.
Lobos.
Mafios@s romántic@s
que se reparten la ciudad,
conquistan esquinas,
perecen en Invierno".

Son parte proporcionalmente
importante
del concepto abstracto
que creó Galeano:
"LOS NADIES".
Tan abstractos como invisibles.
Nadie los ve. Nadie les toca.
Parece magia.

Son loc@s bendit@s
que desechan
la cordura
para posicionarse por igual
dentro y fuera
de un sistema responsable
de perpetuar 
la situación de calle.
Criaturas dejadas 
a las manos de dios
dicen l@s benefactores.

Son carne cruda.
Vestid@s de época.
Históricos
por los siglos de los siglos 
amén.
Matices de grises
que desentonan
con la impoluta opulencia.

Son parásitos
que purgan
mis desgracias
y las tuyas 
¿a qué sí?
no pudiéndose equiparar
con nuestra enferma normalidad.

Se llaman personas
con nombres propios
que arrastran historias
tan duras
como las experiencias
actuales
que atraviesan,
sin más techo que el cielo
tan descubiertos ellos.


Nota de autor: Título creado por David Expósito Álvarez (Posi)

miércoles, 12 de noviembre de 2014

O tal vez, sí.

1. No usaré vuestros votos en vano, ni los utilizaré como arma arrojadiza para justificar mis pícaras fechorías.

2. No volveré a robar y prometo devolver hasta la última peseta; incluso así, no podría no dimitir.

3. No utilizaré los espacios de poder de los que dispongo para favorecer a los coleguis, a l@s ex-amantes o a los pequeños Nicolases que se encuentran repartid@s por todas nuestras células faraónicas.

4. No derrocharé con tarjetas sin fondo exceptuando la del VIPS y si a caso la del "Women Secret" para comprarle un conjunto de lencería fina a mi mujer por el día de la Hispanidad.

5. Mi exponente político no será Fraga ni ninguna figura genuina franquista.

6. No soltaré las cadenas de los perros de presa del estado en las manifestaciones pacíficas y de libre expresión que sean consecuencia de mi pésima gestión.

7. No dejaré sin casa, comida y luz a nadie más que a mi familia si hiciera falta. No prohibiré los escraches y no marginaré a los bastiones geográficos referentes en cambios de transformación social . No más torturas, CIEs o vallas.

8. No instrumentalizaré la educación mediante leyes herméticas y de control. No habrá ministr@s que no sean maestr@s. Ni sanidad sin garantía de atención más que digna. Para ser policía, no se podrá ser sólo policía. No más presupuestos generales para iglesia y monarquía en detrimento de la intervención social.

9. No despediré ilegalmente alegando pérdidas económicas. Se acabaron las precarizaciones de los derechos laborales y la explotación gratuita de la nueva flexibilización del empleo. No más jefes de estado como yo. No.

10. A todo lo anteriormente dicho: O tal vez , sí.

Perdón por todo lo que se me ha olvidado, por todo lo que no sé y por lo que no ha cabido ya que Dios solo impuso 10 mandamientos de idolatría y prohibición en el monte Sinaí.

-A mi amiga María Díaz,
por haber escogido 
un título tan complicado-

martes, 11 de noviembre de 2014

Nuestros Días Raros

Mirad,
si el título hubiera sido
"Los días raros"
hablaría
de vosotr@s,
de aquell@s
y de l@s de más allá;
pero siendo "los nuestros"
no puedo limitarme
a nada.
Con vuestro permiso.
Fijaros:
por aquellos días,
algo más qué raros,
salíamos de currar
y nos íbamos 
a trabajarnos
en salones sin divanes.
Solo vaivenes que describir.
Eran noches dónde
hablábamos en femenino
y destapábamos
antiguas batallas
sin prisa.
Poníamos el tocadiscos
y fluíamos
tantas horas
tuviera ese día (más qué raro)
la Luna.
Cantábamos para cicatrizar
y sólo silenciábamos
el ambiente
con el cambio 
del vinilo.
Rapasábamos nuestras vidas.
Pasábamos lista.
Presente.
Ella siempre fue
la primera de la clase
excepto en los días grises.
Necesitaba el Sol
para resurgir
en contradicción
de la niebla 
que me resurge a mi.
Entre hermanas
no existen treguas,
solo guerra
de la que arrancarse
el corazón.
Nosotras tan al Norte
y el resto
tan al Sur.
Llorábamos impacientes
a la espera
de la siguiente sesión
en Martes,
Viernes,
Lunes,
daba igual; 
la única condición
es que fuera 
un día raro.
Con Vetusta nos dimos cuenta;
existíamos para alguien más
que no fuéramos
nosotras.
Recuerdo que en aquella habitación
no había flores artificiales,
solo fuego.
Apagada la hoguera
volvíamos al curro
sin dormir,
desayunadas
y desarmadas 
ante la puta
normalidad
que quedaba
en ausencia de rareza.
Café.
Hay cosas que sólo
deben ser así
porque solo 
pueden ser así. 
"Los mismos clavos,
la misma madera"

En primera persona del plural
género femenino,
nos inventamos
una nueva forma
de conjugar
nuestros días raros.

-A mi hermana Marta
quien escogió el título-


viernes, 7 de noviembre de 2014

Absentista

La situación es grave. Hoy lo ha vuelto a hacer. Ayer también faltó a clase. Sus padres de afilada mirada, recibieron el mensaje de la ausencia. Absentista. Acuden al colegio en busca de ayuda, en busca de palabras. Pero el idioma no es el mismo; cuesta mucho entenderse pese a los recursos.-¿Donde está mi chico?- seguro piensa la madre. El padre sentado, incómodamente paciente, sin emoción alguna en su gesto. Una iluminada decide buscar un intérprete, una compañera de clase de la misma nacionalidad. Bilingüe sin la necesidad de un cartel en la fachada. Un soporte lingüístico para ambas partes. Apertura. Un canal de comunicación para encontrar respuesta o para hacer surgir más interrogantes. La una pregunta, la otra traduce, más la que queda recibe. La que queda responde, de nuevo la otra traduce y la una recibe. Unos minutos un tanto angustiosos. Ambiguo. Realidad educativa, carencia social. el hombre tranquilo se mantiene en segundo plano, alejado. Ella no asimila, no da crédito. No es una conversación más, pero sí que lo parece. Drama oculto. Mecanismos apagados. Indefensión. 

Me tengo que ir. Me levanto y salgo. Pienso en el chico, en sus atrapadas circunstancias, en sus motivos y en sus esperanzas. Mi sombra ya no era solo mía...

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La hoja al caer

Ella no lo sabe pero está apunto de pasar.
Iniciará un viaje al vacío sin retorno.
No es perenne como ella creía. Sin excepciones.
Toda una vida
corta y fugaz
acompañada de arrugados colores
para al final acabar tan sola
hecha añicos.
Aplastada.
Y sucede.
Cae suave
bailando.
Haciendo ondas
propagándose.
Sin peso
insegura.
La precipitación es indolora.
Lo que duele es el chasquido
¡CRACK!
Roto el tallo como el tronco caído.
Ni el pájaro vecino podrá alzar sus alas
para remediarlo.
Sigue cayendo impía
faltándola todo
llenándose vacía.

Lo veo todo desde la acera de enfrente.
Estratégicamente bello.
Atemporal.
Metáfora de los propios errores.

El ruido sordo de la hoja al caer, deslizándose por el suelo, viento, recuerda al de la catarata al morir. Otoño.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Magobundo

Un tío justo.
Desgarrador y bochonorso.
Buen bebedor, mejor lector.
Te follará hasta en sueños.
Libertario loco.
Cara: enfadica; Cruz: romántico.
Ñoño.
No le gustan las despedidas.
Poeta oculto.
Historiador primario.
Contador de chistes.
De boina imberbe.
Experto en conciertos,
promovedor de pogos.
Baladista de jazz.
Con él, los cafés saben mejor.
Orgulloso. Líder. Besucón.
De palabras acertadas
siempre con un arco.
Con zippo para darte calor
en noches borrachas de ti.
De familia inconlusa.
Chamán.
"Va bien de cabeza".
Abuelo de sucesos.
Anecdótico en días impares.
Más de Norte.
Propietario de reliquias
patrimonio de su humanidad.
Orador de oficio.
Se define así mismo
con adjetivos Kalificativos
despectivos,
y a l@s demás también.
Cierra-bares.
Boca-chancla
a veces.
Grosero, 
en ocasiones
intratable.
Se le da bien contar estrellas.
Es de barrio.
Ideológicamente
revolucionario-político-violento.
MAGOBUNDO.

Amigo,
amigo mío.


Mejor con vino ¿ok?

-Al magistrado Hakam-

lunes, 27 de octubre de 2014

"Yo dibujo pájaros, ella vuela"

Siempre,
cuando puedo,
voy al lugar
que ella
más tarde ocupará.
No lo haremos
junt@s
y ni siquiera 
nos veremos,
pero haciéndolo
de eso modo
supliremos las carencias.
Amar es de valientes.
Valiente como ella.
Hacer el amor
no es conocerse
pero
hacer el amor
verdaderamente
sí es conocerse.
Como he leído 
recientemente,
así me siento:
"yo dibujo pájaros,
ella vuela"*.
Esto es marcar la diferencia.
Después de tanto tiempo,
con cada vez que hacemos el amor,
nos conocemos un poquito más
siendo tan valientes 
como el pájaro 
que se precipita
al vacío 
por primera vez
sin saber,
si echará a volar.

*Frase sacada del libro "La cuna de mi enemigo" de Sara Young

jueves, 23 de octubre de 2014

-¿Y tú qué tal?...

Habla por teléfono. Utiliza un volumen demasiado elevado. El resto nos vemos obligad@s a cerrar nuestros libros esperando que su historia sea brillante. Monólogo. Soliloquio. Reconozco que me indigna. No comprendo por qué nos quiere hacer copartícipes. Más tonto soy por no increparla. También reconozco que me chorrea la curiosidad. Le doy una oportunidad.

No tengo claro si al otro lado del teléfono hay alguien. Solo habla ella. Ella solo habla. Casi sin respirar. Conversación ególatra. Remitente. Minutos protagonistas.

Cuenta...sabe dios a quién, que todo ha cambiado, que ha mejorado, que ahora están bien. Nosotr@s, l@s que escuchamos (y aguantamos), en silencio gritamos que nos ponga en antecedentes. Así hace. Resulta que su marido nunca ha sido el típico marido, es decir, que éste se ocupaba de sus retoños dedicándoles el tiempo proporcional de crianza que se merecían. Pero que cayeron en la rutina de posiciones encontradas hasta que un día...decidieron separarse. Nunca dejaron de tratarse. Fueron cordiales. Haciendo de psiquiatra, la mujer diagnostica que su hija de 21  y su hijo de 3 años no han tenido secuelas graves. Me pregunto a qué cojones se debe esa diferencia de edad. Me dan ganas de preguntarla, Quiero saber más.

Al otro lado, la supuesta receptora, intenta amagar con un feed-back, pero no encuentra el hueco.

Pasado el tiempo, las visitas heridas se regularizaron curándose al mismo tiempo. Finalmente deciden irse de vacaciones para que el NO típico marido tenga la oportunidad de reconciliarse con la típica rutina de la vida en familia.

Retomando el principio, ahora están bien; más que bien, tanto, que entre "tantos" planes, distintos, se agobia. Ella. Autogestión. A l@s espectadores/oras nos nacen muecas graciosas en los mofletes. Su privacidad quedó al descubierto por propia publicidad barata. Y pienso ¿Qué cara tendrá el marido NO típico? ¿Que diría si supiera que, ajenos a él, acabamos de salir de una sesión de auto-ayuda dónde se ha mostrado más de lo que debería esconderse?

El caso es que la mujer del marido NO típico, fatigada, con la boca seca, decide averiguar si al otro lado del teléfono continuaba su confidente "forzada" tras 10 minutos de un solitario, bello e ininterrumpido discurso preguntando:

    - Bueno, ¿Y tú que tal? que te había llamado para ver cómo estabas y.....-

...y casualidad o malafollá, cuelga el móvil autojustificándose por mala cobertura, como si fuera un "cerrado por derribo". Inevitable.
Guarda el aparato. Coge los bultos y se levanta. Sale del tren. Se va.

Nos miramos confundid@s sabiendo la verdad de la excusa que le pondrá a su interlocutora. Retomo la lectura convencido de querer ser un marido NO típico.

lunes, 20 de octubre de 2014

Satélite

Un día,
mi antiguo Director,
hermético en su despacho
de una segunda planta
evadida,
mi jefe sicario,
encerrado en su bata blanca casposa,
me dice
que no me sitúe 
como SATÉLITE
frente a un
equipo maltratado.
Le miro
herido, 
extrovertido,
deseándole
sol abrasador
entre las rejas de sus cejas,
a su celda de aislamiento
hastía,
convencido de que los SATÉLITES
son parte íntima
de los Planetas.

martes, 14 de octubre de 2014

Fuga narrativa

Recorro el túnel andando mientras leo y deshago el camino leyendo mientras ando. Con la mente y la vista ocupada, justo antes de llegar al andén, una trinchera de colores granates anaranjados interrumpen mi fantasía literaria:

-La tarjeta de trasporte- oigo sin levantar la mirada presagiando un momento divertido.

La o le saludo (no recuerdo su cara) haciendo alarde de mis buenos modales. Me hago el remolón mientras intento buscar el objeto solicitado al mismo tiempo que me termino la página.

Percibo que la gran mole naranja que le o la acompaña, me enfila con su "porra". Yo, con una mano en el bolsillo le devuelvo el amago con la "mía". No tengo prisa y así lo demuestro, transparente como sus intenciones multando a aquell@s usuarios que por motivos varios clasificados como secreto de sumario, no han satisfecho las necesidades de l@s inspectores.

Pero no nos vayamos del tema; a mi nadie me esperaba y tenía apetencia de conflicto, del tipo que fuera. Rebusco tranquilo e incluso doy a entender desabrochándome el botón del pantalón, que mi abono está por algún lado seguro...pero no lo encuentro...por si fuera necesario un riguroso cacheo de manoseo y contoneo. 

Ya son dos los gorilas que me cercan el espacio. La inquisidora comienza a perder los nervios, lo sé, por sus movimientos repetidos y enfermizos con la pierna. Me regocijo por dentro mientras la frente me suda por la excitación del momento. Pienso en el calor que hace y en lo que comeré más tarde. Me suenan las tripas al mismo volumen que la risa, silenciosa malhechora. 

La paciencia de l@s agentes coge el metro del andén contrario. El nivel de alerta se acentúa. Oigo que viene mi tren. Todo retumba y hago que no les oigo para no contestar a sus preguntas. Las vibraciones me motivan. La gente, ignorante, a lo que allí estaba ocurriendo. Me siento único e importante, por encima del mal y del bien. El metro efectúa su entrada en la estación. Busco el hueco. Me posiciono. Trazo el plan de huida, el truco perfecto. El tren parado con las puertas abiertas y los pitidos agonizando. Cuento los segundos. No hay salida posible. Solo un milagro me salvaría de tan deshonesta acción de no proporcionar el título validado pese a tenerlo en el bolsillo trasero. El pitido se vuelve constante y ¡ocurre!
Cambio de ritmo; primero un pie, luego el otro. la zancada se hace interminable. L@s perseguidores reaccionan 2 segundos tarde. Les saco ventaja. ¿Me dará tiempo? me pregunto con medio cuerpo entre coche y andén...¡clack!

Estoy dentro, sofocado y victorioso. Me doy la vuelta para ver sus caras de asombro y de odio. Golpean la puerta. Les hago una peineta. Ahora dan patadas. Les sonrío. Sus salivados insultos se incrustan en el cristal. El conductor mete primera. Hay un movimiento leve.

Es entonces cuando con mi lengua áspera, unto la ventanilla para dejar pegado mi abono a la vista de l@s malvad@s. Le guiño el ojo a la revisora desde el otro lado; ahora sí que recuerdo su cara con gesto de incredulidad.

El tren se adentra en el túnel. La luz se apaga. Oscuridad. Vuelvo a casa.

Pretérito después

Recién hacemos dos años
de contigos y sin ti.
No sé cuántas veces
te he perdido la pista
y cuántas veces
le escribí a nuestro
reencuentro.
Grabada a fuego
en mi alma perdida
te escondes
haciendo de niña
y yo,
yo te extraño tanto
que soy yo 
el que ahora se pierde
en copas vacías.
Recuerdo el primer percance
como nuestro último abrazo
a partes iguales.
Ya no gasto en cafeterías
porque no tengo tu compañía.
Pero sigo luchando, 
no se me olvidan
tus magistrales clases
de historias de vida.
Nuestro idioma propio,
con su argot,
se funde solitario
mientras hace "un griego".
Porque mi profesora,
por inesperademente 
que parezca,
sigues siendo tú.
Ese tú
que hago mío
con adredes intenciones,
para que algún día
el "hasta pronto"
se convierta
en un pretérito "después".

-De nuevo...a mi profesora de Griego-

lunes, 13 de octubre de 2014

Calle Tertulia

Buscando un sitio más amable
voy a parar a la Calle Tertulia,
ancha vía de abiertos bares
para poder hablar y follar,
un poco más libres.

Calles afluentes con bonitos nombres
donde no importa
si los adjetivos van delante o detrás.

Con la misma luz
de día que de noche,
retumban
a los ojos cansados;
te invitan a café
paseando de la mano.
No hay calles cortadas 
ni esquinas con trampa.
No te cuesta andarlas.
Te ubicas cómodo.

Desembocan unas en las otras
al desnudo.
Se alquilan.
De dominio público.
Infieles festivas.
Testigos diarios
se deben a su
secreto profesional.

Perpetuas
se cuelan en eventos
en los que no han sido invitadas
Las recorres en caricias
sin abrigo,
con amig@s o sin ell@s,
soledades aparte.

Cuando cierren por obras
quedamos,
¡Y allí nos vemos!









Imágenes sacadas en horas prohibidas
en el barrio de Ciudad de los Ángeles.


martes, 7 de octubre de 2014

"Condenad@s" a no entendernos.

Estamos condenad@s, por suerte y quien pueda,
a enfrentarnos al prójimo.
En dos líneas ya he escrito dos palabras
más que religiosas
que explican esta confrontación
a veces,
impura (van tres con esta).
Pecado capital o no,
indiscutiblemente les debemos
gran parte de nuestro aprendizaje;
hasta que llega un punto,
un momento,
un segundo,
en que seguramente deberían darse cuenta
que ahora son ell@s l@s que más pueden 
aprender de nosotr@s.
No hablo de cambios para mejorar el mundo
ni de generaciones que anulen a otras
ni de comparar sus antiguas épocas
como factor mejor valorado.
Lo que quiero decir
es que llega un día
que sin querer-queriendo,
damos el salto al vacío
para desprendernos de ese cordón umbilical
tan arraigado en ocasiones,
que no permite que elevemos el ancla.
No lo permite porque
no nos han dejado cambiar,
no hemos querido elegir,
no somos quienes querríamos ser.
Y es que el enemigo
es más que ese
combate incorpóreo
por los siglos de los siglos.
La historia demuestra que se repite constantemente,
mi pesimismo me sitúa en la realidad,
tenderás a la moderación con los años,
son algunas de las cosas 
que puedes llegar a escuchar algún día
de "tus mayores"...
y razón no les falta, por eso es suya,
pero no es determinante 
para que la tuya sea igual.
Esta rabieta típica de adolescente
llena de acné y de hormonas descontroladas
nace de una conversación política 
(todas los son)
en debate con mi señor padre.
Me alegra que pensemos
radicalmente de manera opuesta
situándonos tan lejos
como años de diferencia nos llevamos.
Por eso no le voy a querer menos
ni le voy a odiar más,
justamente lo contrario surgirá
del convencimiento póstumo
de que no seremos iguales
y yo conseguiré aportar más.
No por competir,
no por ganar,
sino porque esos ojos tristes
de nuestros mayores
un día se suiciden
por una mirada con un prisma mejor avenido .

viernes, 3 de octubre de 2014

La Primaria

El primer ejercicio "democrático" oficial que ejercemos como ciudadan@s de derecho es el de la elección de un o una delegada en la etapa de La Primaria.  Con la diferencia que aquí, a todo el mundo se le asignaba un puesto específico. Nadie quedaba relegad@ al desamparo o la soledad.
Los puestos pasaban por ser encargad@ y responable del mueble de la biblioteca del aula, a ser el que se ocupaba del mantenimiento y limpieza del encerado, hasta el/la que se encargaba de que el suelo no tuviera restos orgánicos.
Ésta última figura era la menos valorada. Tú, como un inquisidor, señalando al culpable mientras cuatro o cinco por detrás te tiraban bolas de papel a la cabeza. Se te quedaba la sensación de como cuando eras el último en ser elegido para el partido del recreo; era casi peor que aguantar en la boca aquel obligatorio líquido rosa en la boca una vez por semana: el flúor.

Mi caligrafía y ortografía, lejos de ser brillante, la aprendí y elaboré gracias a un tutor que me recordaba a mi abuelo. Se llamaba y se llama, Don Manuel, en concreto, Don Manuel de la Chía. La letra "ch", por aquel entonces, todavía se cantaba en el alfabeto. No me he vuelto a cruzar con un apellido así.
Era un hombre alto, toda una institución bajo nuestra mirada, algo encorvado y con los ojos de almendra. Aún con barba poblada, se le podía vislumbrar cuando nos sonreía, que era más o menos desde que nos recibía a primera hora, hasta que nos despedía por la tarde.
Recuerdo con especial ternura, un libro de no más de 30 páginas que nos mandó comprar para aprender y aprehender las reglas gramaticales y ortográficas del castellano. Lo releímos  unas 5 o 6 veces y lo estudiamos muchas veces más, casi parecido a cuando te preparas una oposición hoy día.
Todos los días hacíamos un dictado que luego nos corregía el compañer@ de al lado. Algun@s tenían hasta 14 fallos, est@s eran a l@s que peor se le daba; otr@s, entre 7 y 12, la media general; y l@s más adelantad@s consiguieron no tener más de 4 fallos (pero siempre alguno). A final de curso ningun@ cometíamos ni un solo fallo quitando algún despiste típico de la edad.

En aquella época comenzábamos a experimentar nuestra sexualidad tocándonos el culo l@s un@s a l@s otr@s sin hacer distincción de género, sexo, cultura y religión (como manda la Constitución).
Jugábamos a balón prisionero, rescate o liebre; practicábamos coreografías de baile y nos confeccionábamos nuestros propios disfraces con la inestimable colaboración del maestr@ y de las madres.
Le teníamos pavor a las inyecciones y en nuestra primera clase de informática nos hicieron llevar disquetes para guardar la información.

En mi cole no había capillas ni cruces, pero teníamos huerto, el cual autogestionábamos entre alumn@s y maestr@s. A la Educación Física la podíamos llamar Gimnasia sin que nos regañaran, y en las tutorías cantábamos canciones y aprendíamos con libros obligatorios de Barco de vapor. En Inglés no recuerdo que dábamos, de hecho, ni siquiera recuerdo haberlo dado, pero estoy seguro que no tocamos ni el verbo to be.
Un año conseguí ser el niño que tenía ese cromo que nadie más tenía. En un bolsillo llevábamos con goma el taco de los "repes" y en el otro, los irremplazables (los intocables, solo exhibidos para fardar). Había verdader@s expert@s en el arte del yoyó y no fueron pocas las monedas que perdimos de los cordones que lanzaban las peonzas.
Para corregir la vista se utilizaban parches y si no teníamos balón, utilizábamos bolas de papel plata sobrante de los ricos almuerzos. Fuimos nosotr@s quienes inventamos el juego de 1, X, 2.
Nos dimos el primer beso jugando al conejo de la suerte, declarábamos la guerra jugando a sangre y todos los Lunes comentábamos las caídas del programa de los Viernes por la noche: "El Grand Prix".
Los papás y las mamás todavía nos llevaban al cole de la mano sin miedo a represalias y al acabar el día no había extra-escolares, solo partidas al alemán con culé, al que no caiga, o al rey de la pista. Manteníamos los churretes en la cara 24 horas al día junto con las rodillas desolladas.

No pretendo comparar lo que hubo con lo que hay. si os ponéis a pensar, seguro, que en la cartera de nuestros recuerdos lleváis a buen recaudo, a ese maestr@ de Primaria que os marcó (para bien) de por vida.

Casi seguro todos habéis tenido un Don Manuel como el mío, pero mi suerte fue que coincidí con el "De la Chía"

- A aquell@s maestr@s de Primaria
que perdurarán en el fino hilo de la memoria-