martes, 14 de octubre de 2014

Pretérito después

Recién hacemos dos años
de contigos y sin ti.
No sé cuántas veces
te he perdido la pista
y cuántas veces
le escribí a nuestro
reencuentro.
Grabada a fuego
en mi alma perdida
te escondes
haciendo de niña
y yo,
yo te extraño tanto
que soy yo 
el que ahora se pierde
en copas vacías.
Recuerdo el primer percance
como nuestro último abrazo
a partes iguales.
Ya no gasto en cafeterías
porque no tengo tu compañía.
Pero sigo luchando, 
no se me olvidan
tus magistrales clases
de historias de vida.
Nuestro idioma propio,
con su argot,
se funde solitario
mientras hace "un griego".
Porque mi profesora,
por inesperademente 
que parezca,
sigues siendo tú.
Ese tú
que hago mío
con adredes intenciones,
para que algún día
el "hasta pronto"
se convierta
en un pretérito "después".

-De nuevo...a mi profesora de Griego-

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