lunes, 18 de noviembre de 2024

Defiendo y detesto

Seguimos dándonos 
muy pocas posibilidades.
Nuestras reacciones 
son tan impulsivas 
que cortan de raíz 
cualquier margen de mejora.
Si va a ser verdad
que la tendencia 
corre por cuenta del 
individualismo
y del más absoluto aislamiento.
No pasa nada,
admito el circo y la pena.

De perfil nunca,
con l@s amig@s mucho menos.
No hace falta contar nada
que no quieras
para recibir
un poquito de empatía,
del mismo modo
que no necesitas 
saber nada
para estar a la altura
de las circunstancias.
Menos infantilizaciones
y ningún reproche,
que estoy harto de rencores.

Acérrimo enemigo
de la ignorancia 
y el pleno desconocimiento.
Buen amigo del tiempo,
la paciencia, las dudas
y las oportunidades.
Sujetenos la puerta
de la humildad
y esperemos tranquilas 
el momento 
que escapa al control
unitarelal de la situación.
Estilo y elegancia.
Inteligencia.
Mirada consciente y cauta.

Amigo del tiempo 
pero en contra del tiempo
mal desaprovechado,
doble adjetivo efervescente.
Combatir la mediocridad 
desde dentro hacia fuera,
desde lo analítico 
a lo imaginario,
desde lo conceptual
a lo simbólico.
Y muchos golpes en la mesa
para ir de frente 
y situarse a una misma
y situar a la peña sin rumbo.

Estamos demasiado acostumbradas
a los juicios sin tener 
las competencias.
Las habilidades no solo
nunca las adquirimos,
sino que fuimos
conscientemente inútiles 
a la hora de adquirirlas.
Defiendo la soledad,
la pereza y las mariposas 🦋.
Detesto la romantización,
la idealización y la globalización.

Callen y escuchen,
es una orden,
escuchar a través del silencio,
es una demanda
social y solidaria.
Yo creo que ya está bien
de jugar a ser niñ@s
sin saber lo que es ser un niñ@
y sin haber jugado durante años.

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