bueno, a medias,
hasta donde me han dejado.
Me han dado el alta en dermatología,
no tengo hidrosadenitis,
la cosa pintaba peor de lo que era.
Soy propenso a que me salgan
abcesos en axilas e ingles,
pero no tengo la enfermedad.
Nada, cuando me vuelva a salir,
que me apriete como el demonio
para sacar toda la mierda
que llevo dentro.
Ahora que,
no se me va a olvidar
cuando me metieron
en el quirófano de urgencias
para sacarme esa pelota de golf
que me ponía el cuerpo del revés;
ni las curas diarias y dolorosas
de la enfermera
en mi centro de salud de barrio,
más abandonado
que cualquier solar con amianto.
Casi me han dado el alta también
en alergología,
buscando los motivos
por los que mi úbula,
en ocasiones,
se inflama
como una puta verga.
He reaccionado con alergia
al gato, a la perra y a las cucarachas,
esa no me la vi venir.
Urbason en pastillas,
Polaramine como atajo
y una nueva jeringuilla de adrenalina
por si llegan las vacas flacas.
En seis meses me llaman
para charlar un ratillo por teléfono
para repetir el discurso
de los posibles síntomas.
Nada, todo igual, sin respuestas.
En cuanto al papiloma,
ya llevo casi un año
con sesiones mensuales
para destriparlo y quemarlo
sin anestesia.
Es verdad que ya no me molesta,
pero lo tengo arraigado
como arraigado estoy a mis hijos,
hasta las trancas.
Me salté la última sesión
del año pasado
y creo que me voy a saltar
la primera de este,
coincidiendo con la huelga
de las sanitarias,
no quiero molestar
con nimiedades,
hablo en serio.
Y luego está lo del olfato.
Aquel otorrino tan majo
que me dijo
que habría que urgar
en mi cerebro,
pero que primero
me fuese de vacaciones
por si por arte de magia
recuperaba algún olor.
A partir de octubre
recibirás la cita, me dijo.
Sigo esperando.
Así que ahora tengo
que personarme
en atención al paciente
del Centro de Especialidades
porque lo de llamar
e intentarlo por teléfono,
no es muy viable que sepamos.
Lo único que saqué en claro,
es la diferencia entre
gusto y sabor,
yo he perdido el gusto.
Ya solo me falta
que me toquen el orto,
literal,
a ver qué hostias
son esos dos bultos
que se me inflaman
cuando tengo estrés del malo.
Hemorroides posiblemente,
o a lo mejor dos nazis morreándose,
sea lo que sea,
me lo pienso llevar por delante.
También está lo del sueño,
pero de eso me olvido.
Desde la ESO tomando café;
desde bachillerato
tomando pastillas;
desde que me hice adulto
sin dormir dos horas seguidas.
Ahora con hij@s sigo igual,
pero sin pastillas
y con el doble de café.
Ronquidos, apneas y pesadillas
siendo el diagnóstico el de siempre,
'no fumes y come mejor',
venga vale,
digo de cada consulta que salgo.
Y creo que ya,
al menos medianamente
detectado o identificado.
Como veis y sufrireis
en carnes,
son muchas la veces
las que acudimos con preguntas
y nos vamos sin respuestas.
Incluso así, menos mal
que nos sustenta este estado
del bienestar.
Así que sí, a muerte
con las sanitarias
y sus exigencias,
a muerte.
Igual que a muerte
fueron lo de las residencias
por la gestión de la
Comunidad de Madrid.
A esa panda sí que habría que mirarles.
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