es solo para unas pocas,
y ella fue la primera.
Con ella encendía
la lumbre en los días
más fríos y oscuros
y desde entonces,
aquí nos mantenemos
con las manos abiertas
y ampollas en los dedos,
recibiendo el calorcillo
que combate la parálisis.
Líder de una manada
anárquica,
favorece una estructura
que a todas nos hace falta,
aunque sea un puente colgante
que se balancea furioso
por el viento
con el riesgo y el miedo
de caer al vacío.
Por eso hay que ser
muy delincuente
para cambiar
leyes históricas
completamente desfasadas.
Por tanto,
aquí seguiremos
echando leña al fuego,
alimentando la hoguera
cada una con su estilo y ritmo,
cada una con los que necesite,
cada una con los que le salga.
Avivar la llama
siempre fue mi reto,
mi condición y exposición
de amigo,
mi statu quo
para contigo.
Me desplazo
a posiciones secundarias,
pero proactivas,
para llegarte
más fuerte y más lejos,
con todo el peso de mi fuerza;
porque no estoy aquí
para darte la razón,
ni consejos
que puede dar cualquiera,
estoy aquí
para hacerte
de superficie y techo,
un margen a la izquierda
para tus anotaciones
más personales,
un bonito recuerdo
al fondo del cajón que,
al ser encontrado,
pase el tiempo que pase,
te hará morir de ilusión.
"No te fallaré"
era una lema pendenciero
de aquella serie
que todo el mundo
vio de adolescente,
menos yo.
Pero si de alguien
te puedes creer
esa frase,
es de mi,
no porque esté libre
de errores y equivocaciones,
sino porque mi manera
de acompamañarte
será de las más auténticas
y respetuosas que recibas.
Sin falsas modestias,
con nuestra verdad por delante,
como si fuese ese DNI
que siempre debieras
llevar encima.
Así que si quieres
ser cueva, precipicio
o tormenta,
yo seré tu bolsillo,
tu manto de flores,
pero con sus bichos
y su fango,
y con aquellos elementos
que también nos aterran;
eso sí,
exento de juicios
y determinismos,
con espacios y tiempos
para acoger el dolor
como
nunca
antes
nadie
te lo había demostrado.
Un torrente imparable
de emociones
hasta llegar a la presa
que nos repose
y nos haga pensar
y dibujar,
todo el mapa del que dispones.
Y quizá no descubramos
las cosas juntas,
pero siempre tendremos
un banco de la calle
para compartirlas,
y una calle
dónde bajarnos las bragas
y desahogar la necesidad
del chorro
de todo lo que nos sobra
y queremos que no vuelva.
Me sueles percibir hermético,
como el humo espeso
con olor a tabaco
desprendido de un
cigarro mal apagado;
y no te equivocas,
estoy hecho de hebras
imperceptibles
para el ojo humano,
diseñado genéticamente
para intentar darte
algo de oxígeno
en cada temeraria subida
y en cada salvaje caída.
Puede que me queme
y me consuma en cenizas,
pero mi último aliento
será el de esparcirme
por todo tu cuerpo
para integrarme
en alguno de tus poros
y ser parte intrínsica
de tu sangre,
tus logros
y tus sufrimientos.
Si la hoguera de las Delincuentes
fuera una cárcel,
que me caiga la perpetua,
y lo último que vea
por el corredor de la muerte,
sea tu sonrisa en calma,
sin nada que te aterre,
sin ningún pesar
a tu espalda,
sin dolores que te atormenten.
Cuando esto suceda,
te pido que acciones
la palanca
para llevártelo todo
por delante.
Y yo me iré tranquilo,
satisfecho y digno
en el día de mi muerte.
Y lo haré en silencio,
haciendo honor
al privilegio de conocerte,
sin decir nada,
sólo escuchándote.
_A Mi Delin (Sara Galán)_
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