Por el amor de dos
nace un tercero,
y un cuarto,
y un quinto
y todos los que permita
la valentía,
la economía
y la biología.
Por el amor de dos
solo nacen ideas.
Ideas en las que creer
o ideas contra
las que combatir.
Yo sé bien dónde tengo
mi fe ciega puesta.
En la carne
y en la emoción.
En la reacción
que provocamos
en el otro.
En la mirada
de las cosas físicas.
En la experiencia
de las expectativas
aprendidas.
En los errores
y en su cura.
En la de seguir
mejorando
sin ir a misa.
Tengo mi fe puesta
en la materia de la vida,
que lejos de ser optativa,
puedo tomar
mis propias decisiones
sin que un dogma
me juzgue.
Yo equilibro
el bien y el mal
entre tantas cosas,
no un ente privado
viviendo del cuento
como cualquier editorial.
Me visto de Domingo
un Lunes
y los Domingos
me visto de chándal
para sacar
a la perra
mientras la gente
entra en templos
de ladrillos cedidos
por el Ayuntamiento.
Por el amor de dos
significa
equivocarme
y mucho,
pero lo haré
con el ánimo
humilde
de perseguir
lo primero
y desechar
los segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario