Negar el saludo
a los fascistas
debería ser
obligatorio.
Materia de estudio
en las Escuelas
ratificado
con un examen
que ponga a prueba
tu capacidad
para hacerlo.
Saludar a personas
del odio contamina,
envenena,
puede llegar a ser letal.
No tiene que ver
con la educación,
tiene que ver
con la justicia
y la memoria,
con la reparación
de aquellos actos
criminales
hoy en día
blanqueados.
No puede ser criticable.
Es más,
no debería ser noticia.
El sentido común
de la honradez
y los ideales
están por encima
de la gente tóxica.
Dan igual las cámaras.
Da igual el puto Twitter.
Quien es valiente
lo es siempre,
y eso es
lo único que importa.
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