Suéname
en este mundo
invertido
y trastornado
que yo
"sueño te"
de día
para alcanzarte
de noche.
Nuestra
incomparecencia
diurna
propiciará
un mar
desbordado
en turno
vespertino
a horas
intempestivas
cuando nadie
es consciente
de lo que ocurre,
exceptuando
los gatos
que todavía
queden maullando
a la luz de la luna.
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