martes, 31 de enero de 2017

A 60 º

Los cuellos
rígidos
a sesenta grados
mutilan 
los cerebros
perdiéndose
su película 
favorita,
la escena del beso.

No levantar
la mirada
puede significar
no llegarle 
a conocer,
no llegarla a ver.
Te pierdes
ensimismad@
lo estéticamente
real,
la piel caliente,
el olor penetrante.

No es lo mismo
retorcerse
el cuello
por causas
digitales,
que por
motivos
humanamente
literarios.

La enormidad del vacío

Un día está
y el otro
ya no está,
sin más.
Desgraciadamente
así de fácil,
sin aviso
ni posibles
despedidas.
Madrid
se levanta 
con sol,
en Galicia
agoniza
la lluvia.
Impensable
estar  disfrutando
de algo,
de alguien,
ahora,
y dejar 
de hacerlo
para siempre,
después,
solo un poco más tarde.
Diluida la vida
sin mirar atrás,
en el momento justo
en que nunca nadie
pudo imaginar.

El amigo
que te hizo
en parte
quien eres,
se fue
sigiloso
a ninguna parte.

No puedo asimilar tu dolor,
pero puedes compartirlo
para que la enormidad del vacío
te de alguna posibilidad
de ser ocupado.


_A mi Padre y a su amigo José Luis_

lunes, 30 de enero de 2017

El poder de emocionarse

La inspiración
de verte reflejad@
en lo que está
ocurriendo
te permite
empatizar
emocionalmente.
Asumirlo
sin vergüenza 
es un ejercicio
de empoderamiento
que habilita
el aprendizaje
al resto.

En estos tiempos,
emocionarse
es para
aquell@s 
valientes
que alguna vez
dejaron reposar
la lágrima
en su carrillo
sin prisa
por limpiarla,
sin miedo
a ser visto.

Anoche me lo recordaste
con esos ojos lacrimógenos.

sábado, 28 de enero de 2017

Tiempo de descuento

Grandes cosas se pueden
conseguir en el Tiempo de Descuento:

El orgasmo,
la última sonrisa,
la salvación.
El esprint final,
el sueño,
el muro caído.
El taxi,
el escalón, 
la meta.
La redención,
la infancia perdida,
el cumpleaños sorpresa.
El desnudo,
el lienzo,
la penúltima...
La poesía,
la idea,
el concepto.
La compañía,
el reposo, 
la entrevista.
El aprobado,
la fotografía,
el camino olvidado.
La luz, 
el grito,
el silencio.
El acierto,
el perdón,
la victoria.
La vida,
la compasión,
la dulce llamada.
La tierra,
el campo,
las flores, 
las manos.
La filigrana,
el suspiro,
los posos del café.

Y después del Tiempo de Descuento ¿Qué?
Después nada.

Error

A veces pasa
que erramos
y no nos
queda
más remedio
que ser juzgad@s
pero
¿por qué?
No veo 
ninguna 
mani
con el lema
"Derecho a equivocarnos",
ni a ningún 
abanderado
en nombre
del pecado.

Somos humanos
o eso pensamos,
y forma parte
de nuestra
naturaleza
tropezarnos.
¿De qué sirve
tanto conocimiento
si no sabemos
valorarnos?,
marginados
quedamos
siendo
los primeros
señalados.

Vivimos
atrapados
pensando
en los
malhumorados
en lugar
de abrirnos,
distintos,
buscando
ser los
condecorados.
Gritemos
unidos:
"¡No quiero ser un descorazonado!"

viernes, 27 de enero de 2017

Donde empieza todo

Apostaría mi vida
a todos los besos
que se dan
en una escuela.
El sentir de los
cuerpos pequeños
y las miradas
de abajo
hacia arriba.
Rincones ocupados,
privilegiados,
íntimos,
cercanos.
El vínculo
que nos une,
el apego
que no tolera
distancias.
La búsqueda
del encuentro
definitivo,
la literatura
reposada,
los acordes
enredados.
No hay dolor
para las flores
arrancadas,
ni cortinas
echadas,
solo luz
que entra
transparente
por la ventana
del aula
venida a más,
como el hogar
caliente
desde el
sentimiento
de pertenencia
se arraiga
como el
cordón umbilical
del hijo a la madre.

Lugar de acogidas
y bienvenidas,
afectivas,
festivas,
compartidas.

Lo dicho,
me apuesto
la vida
entera
a todos
los besos
que se dan
en una Escuelita
a lo largo del día,
durante la travesía
del tránsito
hacia la madurez.

jueves, 19 de enero de 2017

He oído hablar mucho de ti

La frase:
"He oído mucho hablar de ti"
es tan ambigua
como reveladora.

¿Cómo tomársela?

Por lo general
es el reconocimiento
de tu fama
por haber hecho
las cosas bien,
una buena señal.

Yo prefiero inspirar
algo de respeto,
incertidumbre,
incluso miedo.
No ha lugar
a las confusiones
ni a la decepción.

Las expectativas
depositadas
están abiertas
al caos,
sin límites
ni profecías
autocumplidas.

Cuando me dicen:
-He oído hablar mucho de ti-
sonrío disimuladamente
y comprendo,
que no tiene
ni puta idea
de lo que dice.

Es entonces,
justo el momento,
en el que me 
dispongo a jugar
como un sucio
cabrón.

Oiréis hablar de mi,
mal, bien,
pero mejor ven
y pregúntame
directamente.

Ataque epiléptico

Un grito desgarrador
mientras se abrían
las puertas.
Ha caído
pesado
un cuerpo
en el andén 
de enfrente.
Podemos 
ver a través
del cristal.
Tiembla
como un pez
fuera del agua
y la mirada
se pierde
cada vez más
con cada
espasmo.
Dos ajenos
le socorren
mientras el resto,
en parálisis,
cogemos
el corazón
en el puño.
El movimiento
caótico
de sus extremidades
le está destrozando
por dentro,
mordiéndose 
la lengua,
ahogándose
en sangre.

Si tuvo tiempo,
pensaría
en el zoológico
en que se convirtió
aquel lugar,
de músculos
bloqueados
y cámaras
enfocando.

Si te arrepentiste 
de tu vida,
yo lo hice
de mi condición
de muerto viviente.

El tren avanzó
para adentrarse
en el túnel
mientras tú
agonizabas
en las oscuridad
personal.

Me pasó
y es verídico,
que escribiendo
este texto,
mi boli se quedó
sin tinta
como aquel
ciudadano
que quizá
expiraba
su último 
aliento.

Lo siento mucho,
lo siento de veras.

Deshermanados

Estar con él
es como rascar
el coche
tras una helad
a
interminable.
Las durezas
perpetuas
en las manos.
La serpiente
sibilina
que espera
tras la roca
para cazar
a su presa.
El ratón miedoso
con patas de plomo
que no sabe
acertar
con el camino.

¿Y de quién es la culpa?

Pues de él no,
pero mucho
menos mía.

Las opciones
que teníamos
se pierden
alternas
en momentos
espontáneos
que no significan
nada.

No nos queda
esperanza
más que la de
vivir en la distancia
sabiendo
que seguimos viviendo
muertas nuestras
oportunidades.

Te deseo la paz,
hermano,
pero no sé
si podré
estar en ella.

Por si acaso
sabes mi dirección,
te espero
feliz y 
recuperado
preparado 
para el
abrazo.

viernes, 13 de enero de 2017

Morir

¿Sabéis que vamos a morir?
Os recuerdo que la
vida es efímera,
que la verdad caduca,
que la mentira no existe.

Lo que construyas,
un día
desaparecerá
sin mirar atrás
y tú,
triste,
vagarás perezoso
por lo que no hiciste
para que te recordaran.

Morir...morir
es tu final
irreductible
hagas lo que hagas,
quieras lo que quieras.

¿Quién nos va a salvar?
(M.O.D.A)

A mi edad
todavía no
he llegado
a comprender
por qué los pasos
se detienen,
a asimilar
que los latidos
se acaban,
que las miradas
se pierden

Desvanecer...
desvanezco
con la idea
de la ausencia,
de la nada
y del capricho 
de existir.

Amig@s,
todo lo que
creemos
es poco
para quitar sentido
al decrecimiento.

Os animo a no morir.
Llamadme Dios,
pero sin la mayúscula
que se merece
el "nombre propio".

jueves, 12 de enero de 2017

Tito

Con aires de sierra
camina imparable
con trazos de pájaros
con trozos 
de nosotr@s.

Sabe a fuego
kilométrico
recién encendido
abrazando ceniza
que excreta
el cuerpo.

Huele a bondad
arropada
necesitada
de gente
para ser arropada.

Oye fuerte y cercano,
preparado
asentado,
protegiendo
el secreto
nunca escuchado.

Toca emocionado
las espaldas 
cargadas,
torcidas míseras,
ansiadas
de ser curadas.

Observa el
campo minado
y lo cruza experto,
confiado,
capitán selecto
de l@s que 
vivimos
a su lado.

Se recogerán en él
los cinco sentidos
con los que
sobrevivimos
siendo antorcha,
siendo brújula,
llegando a la luna
para no perderse solo,
para no reconocerse
oscuro.

Le encontrarás 
escalando
la gran montaña
que tú no pudiste.

Es cúspide.

_Al Tito Rober_

El cuerpo

Me sé su cuerpo
como el que 
se sabe las
tablas de multiplicar,
de memoria.

Mi rincón favorito.
Mi refugio secreto.

El infinito de tus huesos,
cada recoveco
propicia la cueva
para ivernar.
Alfombra de pieles
y vello
para hacerse cosquillas
eternamente.

Juro que lo he
estudiado
como si fuera
el examen final
de mi vida.
Y aprobé
y lo probé
como si fuera
el último bocado,
dientes de guerra,
lenguas retadas,
encajadas
perfectas
en hoyuelos.

Mi itinerario
vacacional,
mi laberinto
nocturno,
mi regalo
diario,
mi sorpresa
sin envolver.

Aquel día
que me fui
de excursión
explorando 
tus relieves
y me perdí
aposta,
para no volver
a sentirme solo,
pero si único.

domingo, 8 de enero de 2017

Los restos

¡Se acabó!

Árboles artificiales
abandonados
en la basura.
Bolsas volando 
sin rumbo.
Mesas vacías,
sillas sin ocupar.
Exceso de juguetes,
plástico,
demasiado plástico.
La luz,
de aquellos hogares
que pusieron de más,
se vuelve a apagar;
algunos no tuvieron
de más.
Viajes de vuelta
sin fecha de retorno.
Alimentos podridos
sobrantes
de las botellas
de vidrio
que ahogaron
el pasado
para sobrepasar
el presente;
no sabemos nada
del futuro.
Familiares momentos
anuales
que no se repetirán
si no hay una excusa.
Regalos programados
que se olvidaron
de ser detallistas,
sólo importa
el compromiso.
Creencias,
rituales
y tradiciones
prácticas,
frías,
perfectamente
ejecutadas.
Reencuentros
que sirven
para ver
cuánto hemos cambiado,
pero que sin embargo,
no tienen 
la fuerza suficiente
para ser mantenidos.
Vacaciones derrochadas
y compras,
muchas compras
para alegrar
al prójimo,
y a los iguales,
y a uno mismo.

Nos quedan
los restos
y esperar
hasta el año
que viene.

miércoles, 4 de enero de 2017

Me despido de tí

Me despido de ti
en reverencia
encogido
y gigante
por tus hazañas.
Mi gran posibilitador.
Han volado
las buenas noticias
y yo las he
pilotado
casi todas.
Reconfortante
y definitivo,
humilde y compartido,
luna y sol
al tiempo
que tuviste.

Has sido el mejor,
pero no lo serás más;
te verás superados
por los venideros
aunque yo,
no olvide,
que contigo
empezó todo.

Gracias por lo
días ociosos
y las noches
interminables.

Hasta siempre
y hasta nunca,
porque aunque
no te vuelva a ver,
marcaste el
inicio de
la etapa
más feliz de mi vida.

Que el tiempo te sea leve.
_A 2016_

martes, 3 de enero de 2017

Con nombre de estrella

Eres escuela
libertaria,
si no por qué
crees que te
pusieron
nombre
de estrella.
Estrella
que abriga 
con fuerza
de algodón materno,
el instinto
nunca traiciona,
tu intuición
nos da calma
al resto.

Eres sistema
que aplaca
nuestros defectos
y conecta
nuestros aciertos.
Red que recoge,
pacífica expresas
la importancia
de los pequeños
detalles,
siempre agradeces,
cueste lo que cueste.

Pilar que sostiene
la carga inocente,
el peso incorrupto,
beso en la frente;
como la madre
que se agacha
para estar
a la altura
de los que piden
a gritos,
sin lenguaje,
ser avistados.

Atenta valedora
defensa de las 
cosas sencillas
donde el pasado
determina
lo que llegarás
a ser un día.
Reina lucero
de sonrisas
y encrucijadas.
Crónica cariñosa,
mangante de la calle
aprovechas oportuna
el éxito 
que nunca
vio nadie.

Menos mal 
que nos viniste
y en tu universo
quedamos 
atrapados.

_A Sol_

lunes, 2 de enero de 2017

El 2

- Si pudieras ser un número, ¿cuál serías?-. Le digo.
- Creo que el dos-. Contesta más segura que dubitativa.
- ¿Por qué?
- Porque siempre ha sido mi favorito.
Llevo casi la mitad
de mi vida
asimilando
que aquel Abril
del 2005,
fuimos 2
los que embarcamos,
y ninguno
el que se
quedó en tierra.