en siglos anteriores embotelladas,
se autodeterminan ahora
como cuando eran
tierras libres
nacionalizando pueblos.
Un día,
por aquellos tiempos,
llegó la civilización
a lugares ingobernables
que no votaron
ser gobernados.
Sus campos,
tribus
y ciudades
se expropiaron
bajo el yugo
de la corona
en nombre
del único
Con sus grandes
monstruos de madera
sitiaron las costas
de arena infértil,
silueta de cristal,
vendida al imperio.
La materia prima
sucia de sangre,
las semillas
corrompidas
por el hombre armado,
los animales enjaulados
para ser domesticados,
las plantas podridas
ausencia de esencia.
Monopolio de colonias
con dispensadores esposados,
con filtros de aire rancio,
sustancia envenenada
químicamente tratada.
Colonias que en
revuelta se alzaron
en pleno siglo XX
para no volver
a ser vendidas,
deshauciadas
e infectadas,
puesto el germen,
abandonadas
a su suerte.
Aquí y ahora,
nos sentamos
de chavales,
a recibir
clases magistrales
de Ciencias Sociales,
impregnados
de colonias
con olor a muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario