llevar 20 años
debajo de un puente
que tener 20 años
y estar en situación de calle,
pero asusta por igual.
Saltar la valla
significa lo mismo
que colarte por el muro
para dormir tranquilo.
Tus errores
nunca deberían
dejarte en la calle,
tan desprovisto
como las estrellas
que te arropan.
Los enseres en baúles
mezclados con cubos y palas
que te recuerdan
la buena infancia
que nunca tuviste.
Tu racismo,
su muerte.
Días sin comer
y sudaderas en verano,
pero qué país.
Una enfermedad mental
que sobrevuela
todos los hogares
y la ausencia de ellos,
nadie debería sentir
miedo en las calles.
No es por caridad,
sino por justicia social,
que no se les olvide
a las buenas gentes
de intervención social
y que nos sigan a acompañando
para intentar sortear
la potencialidad de ser usuari@s.
¿Acaso importa
de dónde vengas
o de dónde seas
para sentir la solidaridad
y el apoyo social?
Para mucha peña, sí,
por eso,
para esa peña,
piñas,
puñetazos en toda la boca.
Porque hay mucha peña
que procede de y desde
el cuñi,
un profundo cuñadismo
que lo enrevesa todo,
que justifica el maltrato
y que niega la ciencia
atendiendo las más
oscuras y viejas pasiones humanas.
Theo es murciano
nacido en Rumanía
y lo que más me sorprendió,
insisto,
fue su corta edad.
Con un discurso abrupto,
incoherente en ocasiones
y seguramente al límite
de algún trastorno bioecosocial,
su relato se diluía
enseguida en el azul
de sus ojos
que bien podría ser
el cielo que tiene como techo.
No es el susto
que nos llevamos todas
mientras calentábamos
nuestros cafés,
es el drama de su día a día,
el riesgo al que está expuesto
y la violencia que recibe.
Es tremendo el seguir
viendo esto,
es incomprensible
que un posdolescente,
o dicho de otra manera,
que un preadulto
se vea envuelto
entre cajas, mantas
y el no derecho a la higiene.
Dan igual las entrevistas
concertadas,
la tendencia, la dinámica
y sobre todo el estigma
ya están ahí,
pegadas como una lapa
haciendo de la supervivencia
algo mucho más difícil.
Madrid debe de ser
una de las ciudades
más hostiles
con la diversidad,
con las situaciones
de vulnerabilidades
y con las posibilidades de progeso.
Cuídate Theo,
sobrevive
y que encuentres
algo de calma
entre el asfalto,
los muros
y el miedo a ser agredido.
Me resisto
a normalizar
tu situación
y cualquiera que tenga que ver
con ser pobre
y por tanto,
no tener acceso
a derechos fundamentales.
En fin,
por mí,
cuélate las veces que quieras.
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