lunes, 31 de julio de 2023

Chao 2-3

Después de 6 años
y 5 Pandillas,
me despido de ti,
nivel 2-3.
No es que no vaya a volver,
es que me voy a otros lugares
para volver más fuerte.
Y me voy equipado
de vuestra kilométrica fuerza
y de las enseñanzas
que me han marcado
estos últimos años.

El desarrollo psicofísicoemocional,
el lenguaje,
la autonomía,
la independencia
y el gusto por ser mayor,
han sido las semillas
a las que he intentado arraigarme.
Acompañar a las familias,
blindar a mi nivel y sus integrantes,
planificar los espacios
y reorganizar los materiales
y sumar con el resto del equipo
han sido mis otros menesteres.

No dudo que allí donde caiga,
caeré con buen pie,
pero de tod@s es sabido
que el primer enamoramiento
te determina de por vida.
No es por vivir cómodamente
en una tierra conocida,
es por sentir la tierra
como mi barrio,
como mi propia casa
y protegerlas a muerte
con mi pedagogía,
empuje y compromiso.
Nunca fui maestro de nada,
ahora bien, mis comadres
y yo,
deberíamos cobrar
como ingenieras.

Por tanto y pese
a la bromita
que me ha acompañado
tanto tiempo,
me marcho del nivel
no para complacer a nadie
sino para volver siendo el mismo,
pero mejor armado,
porque en educación
también hay que armarse
de valor, dignidad y conocimientos.
Y me voy con la mejor
porque si no,
tengo claro que no
hubiera querido cruzar
la línea roja,
por tanto,
gracias por otro regalo involuntario.

En 2-3
hemos habilitado un jardín
con puertas abiertas
hasta de madrugada;
hemos observado sin sentarnos
los tipos de juego y las acciones,
como si de un tipo
de experimento antropológico
se tratase;
hemos construido propuestas
y provocaciones
tan bien diseñadas,
que hasta la mejor playa
se quedaría corta;
hemos profundizado
en los cuidados y la manera
en que se acompaña,
como si hubiésemos criado
a nuestr@ propi@ recién nacid@s;
y hemos coreografiado
cada momento
como si hubiéramos
coleccionado un montón
de radiografías
para ver por dónde
y cómo sajar.

Yo no vine de paso,
vine para dejar huella
y marcar la diferencia;
también para impregnarme
de decenas de pequeñas huellitas
y aprenderme todos
sus nombres,
no se me ha olvidado ni uno,
puedes ponerme a prueba
y pienso vencer.
La de tardes que pensé en ti
y la de noches que me has
quitado el sueño
hasta que fueron mis hij@s
l@s que lo ocupasen casi todo.

Adiós, me voy con lo puesto.
La muerte contigo la muerte mejor.

_Al Nivel 2-3_

viernes, 28 de julio de 2023

Me encanta Vicálvaro

Me lo dijo montados
en uno de los buses
del barrio
que conecta con el centro.
Precisamente hablaba
con una colega
por la mañana
de la importancia
de centralizarlo todo
cerca de tu vivienda,
calidad de vida concluimos.

Se sabe el nombre del barrio,
del cole al que va,
de la calle, número y piso
en el que vive,
también la fecha de su cumple,
nació en un día con niebla.
El amor por la comunidad
te viene de tus pamadres.
Las cosas que nos importan
merecen su nombre propio,
como nuestra casa,
que se llama La Mariana
desde que existe,
también te lo sabes.

No es que le guste,
es que le encanta
y eso no es sentir
por encima de sus posibilidades,
sino hacer honor
a lo que uno realmente siente
y cómo lo siente.
Un sentimiento de pertenencia
sin gentrificar,
sin guetos, sin bulos.
Y me lo cuenta
con su gesto achinado
y sus hoyuelos en las mejillas.

No sabemos dónde acabaremos
ni por dónde transitaremos,
pero sí tenemos claro
de dónde venimos.
Kilogramos de felicidad.
Conciencia de clase
que te construye como persona
y ciudadana,
como vecina y compañera.
Todavía te acuerdas
de cuando fuimos
a limpiar el monumento
a las Brigadas 
de pintadas nazis,
que también forma parte
de los recuerdos relevantes.

Si existiera un programa
que contabilizase
las palabras más utilizadas
del BLOG,
seguro que aparecerían 
las de nazi, dignidad
y BARRIO,
por algo será.
Recientemente,
el nuevo concejal presidente
de Vicálvaro,
un tal Ángel Ramos
del partido corrupto
del Partido Popular,
tomó la decisión
de desmantelar la Plaza de las Mujeres
con todos sus homenajes.
A los pocos días,
las vecinas se reunieron
y lo volvieron a ambientar
para que a nadie
se le olviden los nombres
de las mujeres, niños y niñas
asesinad@s y afectad@s
por la violencia machista.
Ese es nuestro barrio,
el que trasciende
a unas instituciones
diseñadas para los de arriba.

Nosotras nos casamos
en la Junta de Distrito 
del barrio
y el casamentero fue
un viejo comunista.
En 15 minutos
salíamos por la rampa,
llenas de granos de arroz
para desembocar
en la Plaza de Don Antonio de Andrés,
el mítico doctor
del pueblo de Vicálvaro
hasta 1951.
Estuvieron las que 
tenían que estar.

Las tenderas
del mercado municipal,
las farmacéuticas
con cuenta-monedero,
el pan de Xú,
las libreras de cabecera,
las floristas, las zapateras,
las estanqueras y las camareras,
son todas nuestro barrio.
En una evidencia
que nos flipa Vicálvaro
y de donde se es,
pereceremos.

jueves, 27 de julio de 2023

Eres el peor papá del mundo

Me lo dijo el otro día
cuando le dije
que se tenía
que ir a dormir,
que ya no había más tele,
que pis, dientes y a la cama
que se acababa el día.

No dije nada, no le contesté,
ni siquiera pensé en sus motivos.
Se me vino a la cabeza
la de veces que he pensado
y manifestado esa misma frase.
No sé si lo hice
con cuatro años y medio,
pero sí sé
que lo he hecho
de bien mayorcito.
Duele, duele mucho,
pero sí ha sucedido
por algo será,
cada uno con su historia
y sus movidas,
pero remueve, remueve mucho.

No me impactó
la contundencia de la frase,
sus significantes
fueron bien distintos
a los míos.
Me impactó la asociación
y relación que hice
yo mismo a causa de
un puñado de palabras.
La mochila,
te dirán algunas,
pero lejos de los prejuicios
solo hablamos de sentimientos,
de recuerdos, de balazos
que te atravesaron el corazón
sin ninguna ánimo
de atajo psicológico.

Claro que hay padres malos,
mejores y peores,
presentes y ausentes,
conscientes y mediocres,
incluso muertos o desaparecidos.
Pero ser papá no te otorga
un carné vitalicio,
ni siquiera debería darte
ningún privilegio interesado
por encima de la infancia.
Ser padre se aprende,
se construye, se destruye,
se transforma, se deconstruye
y se vuelve a aprender.
La mala noticia
es que cuando decimos
"eres el peor padre del mundo",
en realidad no te estamos
comparando ni equiparando 
con nadie,
sino que te estamos lanzando
una llamada de auxilio
desde la pérdida de confianza,
la decepción
y el más profundo de los dolores.

La buena noticia
es que casi siempre
estamos a tiempo
de rectificar, pedir perdón
e intentarlo de nuevo,
quizás con otras formas,
utilizando otras palabras,
jugando con los tiempos
y endulzando las miradas.
Otra vez tiene que ver
con la empatía y la habilidad
de cuidar a quien 
tienes enfrente.
Lo teórico está ahí
y no siempre es tan complicado.
Las excusas también están
siempre ahí,
y son las que nos alejan
sin pudor ni posible redención
de la verdad más absoluta:
la de que nos quieren
y nos necesitan,
no en un sentido materialista,
sino en el ideológico.

El mundo de las ideas
aturde y confunde
a quien no se las toma en serio,
pero quién las acoge
humilde y con dos
dedos de frente,
se encuentra con un amplio valle
abierto y lleno de estrategias.
Estrategias que tienen
más que ver
con los entresijos
del mundo adulto,
que con toda la mierda
que creemos nos echan
nuestr@s propi@s hij@s.

Así que no,
no es cuestión de mochilas,
es cuetion de bibliotecas
y de accesibilidad del entorno
más cercano,
de sentirse querido,
competente y válido,
de que te arropen
cuando lo estás pidiendo
a gritos
y de conseguir arropar
hasta en los peores momentos.
Esto va de encajar los golpes
sin ápices de rencor,
sino con la suficiente
inteligencia y salud mental
de contestar a las preguntas
que nos están haciendo
sin habernos preguntado
una puta mierda.

En eso consiste el arte de educar.
Sé que no soy el peor padre
del mundo,
y que ni siquiera le resulto 
malo de verdad,
pero sí que erro y yerro,
sí que me ausento a veces
estando en el mismo salón,
sí que desaparezco
en fantasías que allanen
el camino,
pero jamás me desearás muerto,
por eso voy a luchar
toda la vida,
por mantener tu amor
sin contratos ni cláusulas,
a fuego, con sangre,
de saliva,
a través de todas las ideas,
emociones y sentimientos
que quieras que compartamos.
Te lo juro, y yo nunca juro.

_Al mejor hijo del mundo_

LUFE

Así bautizamos
a nuestro castillo de madera,
porque en contra
de la meritocracia
de "Los tres cerditos",
aquí el foso de los cocodrilos
es para los cobardes
y las plazas
son lugares de encuentros
y sacrificios de reyes.
Él arriba y ella abajo
mientras el gato 
los custodia desde la atalaya.
Una tercera cama nido
por si las moscas,
por si papá vuelve
del destierro del verano
a la emoción de una
habitación infantil
llena de peluches,
y por si algún amigo,
amiga o amigue,
decide en un futuro
hacer una fiesta solidaria
de intercambio de pijamas.

El nuevo búnker
de la Mariana.
Si el mayor se emancipó
antes del año,
la pequeña lo hace
con 18 meses
poniendo un salón
de juegos de distancia
para que cada una
sienta que tiene la zona
que se merece.
Conectadas de abajo
hacia arriba
señalando con el dedo
el somier superior
porque tenemos claras
nuestras referencias.

Vuestra habitación,
centro social
y casa de acogida
donde caben
todas las okupas
que quieran desokupar
bancos, fondos buitres
y despachos de escaparate.
Rodeadas de cuentos planetarios
y planetas de cuento,
alfombras de polvo de universo
y cojines estelares
para aislar el gotelé.

Vuestro piso franco,
vuestra zona de encuentro,
vuestro sitio libre
de violencia machista.
El lugar de mayor interés
de La Mariana,
la que nos hizo vencer.
Conciliar el sueño
al mismo tiempo
no es tan difícil
como conectar los sueños
entre literas.
De momento,
sois como una película
sin anuncios
que cambia de postura
según gustos.

No son pocas las veces
que acudimos
a ver la estampa aleatoria
de vuestro descanso,
sabiendo que nos quedan
demasiados años
por delante
como para tener
la futura separación.
Que durmáis bonito
y os cuidéis
hasta en sueños,
porque lo que os une
no lo separará
ninguna litera jamás.

miércoles, 26 de julio de 2023

Sí que era para tanto

Al final sí que 
era para tanto
aunque no hayamos
conseguido frenarles
en seco.
La extrema derecha
ya parasita en las instituciones
corrompiendo leyes
que iban en favor de la gente.
Han venido para quedarse
y desokupar nuestras casas,
nuestras escuelas,
nuestras plazas.
Han llegado para
dejarnos fritos los cerebros,
rotas las emociones
y desechas las ilusiones
de seguir avanzando
como sociedades libres
y solidarias.

El 23-J ha servido
como dique de contención
que recibirá tantas embestidas
que no sabemos cuánto
podrá soportarlo.
Porque una vez más,
sabe a insuficiente
la sensación
de haberles contenido.
Son un daño estructural
que seguirán haciendo polvo
a las viviendas,
a las condiciones labores,
a los diversos colectivos
democráticos,
a las infancias y sus futuros,
a los servicios públicos.

Nos hemos quedado
en la línea,
por detrás,
de perderlo todo,
menos el miedo,
que cuando ocurra,
conseguiremos respuestas
más ajustadas a lo que merecemos.
Hace tiempo que 
las actitudes combativas
son estrategias para
tenernos entretenidas.
La violencia que sufrimos
las comunidades
debería ser correspondida
con violencia social
hacía los de arriba
y hasta que esto no ocurra,
nos seguiremos moviendo
entre márgenes muy estrechos.

Siempre ha sido para tanto
aunque pongamos
todos nuestros esfuerzos
en simplificar la vida.
Siempre ha sido
lo suficientemente grave
como para desterrar el orgullo
y enterrar el egoísmo.
Siempre ha tenido
la importancia justa
del equilibrio
entre una de cal y otra de arena,
solo que son demasiadas veces
las que nos han enterrado
en cal viva
para la poca arena
que les cubre sus cabezas.

Sí que era para tanto
cuando la mayoría
de l@s que hemos votado
ha sido para defender
los derechos humanos.
La premisa es que
cuando todo parezca en contra,
en realidad es mucho más
de lo que piensas;
por eso hay que seguir 
intentándolo sin equidistancias,
el punto de mira
en la frente del nazi,
las cárceles reformatorias 
para los fascistas y sus colegas.

Después del 23-J
ya veremos,
pero por lo pronto
puedes pararte
en medio de la la calle,
cerrar los ojos
con el gesto hacia arriba
y respirar aliviado
porque sí,
sí que era para tanto.

lunes, 17 de julio de 2023

Mi 17 de julio. Parte III.

Nadie imaginó que
llegaría tan pronto
y no necesito ninguna excusa
para escribirla,
pero si me la dan,
pues mejor que mejor.

Han pasado tres años
y dos cursos
desde mi primer 17 de julio.
Estamos en lo cierto
quienes escribimos
hasta pronto y después,
porque lo que parecía
que iba a ser 
una larga temporada
en el exilio,
se ha convertido
en otra oportunidad 
anticipada
con la que no contábamos
hasta dentro de un tiempo.

Este 17 de julio será 
escrito y recibido
desde los pueblos,
cada uno a su temperatura,
pero con el merecido descanso.
Con la vista puesta
en las vacaciones 
y con el rabillo del ojo
en septiembre,
sin agobios,
sin prisas,
sin presiones,
pero con la comodidad
de volver a casa
por triplicado.

Si puede ser,
no queremos más desgracias;
si hay dramas,
que no sean para tanto;
y si nos encontramos baches,
que los habrá,
nos damos la mano y listo.
Lo escribo desde
el confort de una siesta,
desde el clamor del verano,
y desde las rebequitas
de las noches frescas.

Los códigos son los mismos,
los pactos acabarán llegando
y las herramientas
las sacaremos de la mochila
para guardar esta última
en lo más profundo del armario.
Claro que el listón está alto,
de mantiene igual
desde entonces.
Donde no habrá diferencias
ni cambios, 
es en la actitud humilde
de acompañar con maestría
y quererse desde el trabajo,
sin medias tintas,
con la honestidad de riñonera
y la dignidad como epis.

Así que brindo
por todos los 17 de julio
que nos queden
sean cuales sean las circunstancias
y/o las condiciones.
Los cimientos están puestos,
la convivencia está definida,
las emociones son cazasueños
y el tránsito
os lo iremos contando
año a año.

Por la gente buena,
la gente buena
y la peña que se quiere.

_A Mi Bewüi, porque me da la gana
y porque es 17 de julio_



viernes, 14 de julio de 2023

Al final no fue Putin

Hace un año
le echamos la culpa a Putin
de su despido por quiebra
de empresa.
Ahora la invasión de Ucrania
sigue estando
y sabemos que el empresario
que la despidió,
solo era un abogado
que utilizó el sector educativo
como su juguete experimental.
De los de banderita de España
y pelo engominado hacia atrás,
putas patillas de mierda.
Compartriota, 
con total seguridad,
de los que despliegan lonas
en el centro de Madrid
en contra de la gente.

Pasado el año,
Putin sigue siendo un payaso,
el empresario será más facha
y a nosotras,
a nosotras no nos ha ido tan mal.
De hecho, ha sido un curso
con plena disponibilidad
para con nuestr@s hij@s
pese a tod@s l@s hij@s
del planeta que siguen
esperando a que sus pamadres
no lleguen tarde.
Una conciliación justa
y más que necesaria,
cuidada y planificada,
atendida por las cuatro esquinitas.

La peña, en general,
suele salir hacia delante,
lo que hay que analizar es
en qué condiciones.
De repente el tiempo
se te hace excesivo
y hay que buscar maneras
de llenar los huecos.
Pues se hace:
un poco de deporte,
un poco de trabajo en B,
un café a deshora y acompañada,
cuidar a La Mariana y a sus mascotas
y organizar con mimo
lo que va a ser una tarde festiva.

También sufrir la dureza
de la intensidad de la crianza,
estar a la altura de las enfermedades
y de los cambios emocionales,
del reto de la madurez
de l@s más pequeñ@s
con sus nuevos objetivos.
Diariamente se ponen
en cuestión nuestras
competencias
de todo lo que merece
ser acompañado
y eso no está pagado
aunque siga resultando
tan crudo 
como compatibilizarlo
todo al mismo tiempo.

De casi todo se sale,
incluso de pagar las facturas
a fin de mes aunque 
no estés en nómina.
Pero el recorrido es diverso,
tan complaciente
como poco agradecido 
según el momento.
La culpa, el desgaste, el estado de ánimo.
También las sorpresas,
los descubrimientos,
el aprendizaje.
En este país
siempre fue típico
y tradicional
echar la culpa
de lo que nos pasa
a l@s que son de fuera,
como si hubiera gente
de dentro 
y gente de fuera,
igual que hay gente de arriba
y gente de abajo.

El próximo año
VOX dirá.
Gobiernen o no gobiernen,
siempre serán el enemigo
en términos de derechos humanos.
Cada una con su oposición,
tú con la educativa,
yo con la antirracista,
ell@s con la de la dignidad humana.

jueves, 13 de julio de 2023

Las olas

Existen palabras
que nos resultan indeseables
por el mal uso
o por lo que implican,
como por ejemplo
manada,
que pasó de asignar
a un conjunto familiar
de lobos, lobas y lobezn@s,
a denominar a una panda
de violadores y agresores sexuales,
todo hombres.

Algo parecido pasa
con la palabra olas,
con sabor estival,
algo saladas y con restos de arena,
ahora solo se adjetivan
con virus, calor extremo
y reaccionarios.
Hemos pasado de jugar
con las olas,
a que sean las olas
las que nos maten
en cualquiera de sus vertientes:
ola de covid,
ola de calor,
ola de fascismo.
Hasta el
ola ke ase
se ha quedado rancio
y desfasado.

El otro día 
me preguntaba un colega que
por qué odio tanto el verano.
Pues porque el verano abrasa
y reduce las zonas de encuentro.
Porque no se puede estar
ni en la sombra
y los besos y abrazos
se procrastinan
para otras estaciones.
Porque las ventanas se abren
para que entren moscas
y ruido, demasiado ruido.
Porque peligran las vidas
de la gente que curra
en las calles
y los centros educativos
no suelen estar climatizados.
Porque vuelven a ganar
solo las eléctricas
aumentando su 
volumen de ingresos 
año tras año.
Porque el verano
es inflacionista
y mentiroso
como lo de que para
estar más guap@
hay que estar delgad@.
Porque hay demasiada
masa de gente
cuanto más intimidad buscamos.
Porque por la noche
no desconecta nadie,
ni folla nadie,
ni respira nadie.
Porque el sudor
irrita la cara,
escuece las ingles
y te enrojece el ano.
Porque el humor desaparece
y coge protagonismo el rumor,
que conduce al bulo
y al negacionismo.
Por estos
y algunos grados farenheit
de más,
odio el verano.

Claro que el verano
tiene cosas buenas y positivas,
pero eso lo dejo
para que te escribas tú
tu propio texto.

miércoles, 5 de julio de 2023

Te llevo a casa

- No, te lo agradezco.
+ Que sí, que te llevo.
- No de verdad, para una vez que puedo leer o escribir quiero aprovechar.
- Que no me cuesta.
+ Lo sé, no te preocupes, gracias.

Hablábamos del tiempo
que tenemos para una misma,
sean cuales sean las circunstancias.
Nunca entendí a esa gente
angustiada por no querer
dar cuerda y soltar un poquito
en cuanto a la crianza
y una vez que todo está bien,
pasan de 0 a 100,
de un lado al opuesto
sin la necesaria transición
que te lleva al equilibrio.
Porque se sienten liberadas, me dijeron.
Ya, pero no.
Cuando te dejas
tantas cosas pendientes
en el proceso,
el recorrido no resulta
sano ni coherente.
Dejar cosas a medias
en este tema,
puede que no te afecte a ti,
pero sí que deja secuelas
en ellos y ellas,
los niños y las niñas.
Es como lo de confundir
una crianza sin límites,
no vaya a ser que me vean
como una figura monstruosa.
La sobre información sin filtros
ni acompañamientos,
es tan peligrosa
como la desinformación,
los bulos o las fake news.
El puto malware y lawfare
de la secta de hippies.
Hay cosas que deberían
quedarse en casa
y que no afectaran a nadie más
que a ellos.
Tiempo al tiempo,
pero si puedes,
saca un rato para ti sola
y recreate en lo que te apetezca
sin medias tintas.
Siempre habrá 
alguien que te señale,
alguien que te criminalice,
alguien que no quiera
hacer el esfuerzo por comprenderte;
córtale el dedo
y a por el siguiente
hasta que no quede
nadie que pueda molestarte.
Esa ola de gurús,
de coachs,
de influencers planetarios
y de reaccionarios,
tienen el carné caducado
y la etiqueta de neoliberales
con ánimo de lucro.
ES-CÚ-CHA-TE
un poco aunque 
tu religión te diga que es pecado
y quiere como quieras querer
libre y sin miedo.
Eso sí,
ten un poco de dignidad
y autenticidad
para que la esencia solidaria
no se pierda.
Menos tribus milenarias
y más comunidades
con conciencia de clase.
Quién es el niño y la niña
y cómo acompañarles
debería estudiarse
en los colegios,
pero bien,
no en inglés
y con un PowerPoint
en una pizarra digital
sobreexplotada.
Y la culpa
por intentar compensar
la dureza de la crianza
con algo de tiempo personal,
para las misas de 12.00
de la iglesia.
Cada vez opino más
y mucho más fuerte,
que no estamos tan preparadas
como pensamos.

Podía haber visto a mi hija
veinte minutos antes
de lo que la voy a ver hoy.
Pero prefiero que
en veinte años discutamos
los términos de este texto
y saquemos algo en claro.


martes, 4 de julio de 2023

A través del Plátano Oriental

Tumbado de perfil
en el sofá abierto del sofá,
me despierta
la luz de la luna casi llena
entre los recovecos
del follaje del Plátano Oriental.
Pensé en las letras peligrosas
y en todas las cosas maravillosas,
en las margaritas con 
su tallo doblado
mientras mis hij@s
padecían fiebres
y yo no me enteré de nada,
como ese último martes
en que llegue tarde
y él ya estaba dormido.
Sentí la ausencia del frío
y el grosor de la almohada,
el chocolate de madrugada
y el café de los despertares.
Recordé la pesadez de julio
y la sobreexplotación de junio
y me acomodé en el confort
del trabajo bien hecho
y en el poco reconocimiento.
Sufrí por todas las horas perdidas,
mientras ponía el foco
en otro sitio irrelevante.
Escudriñé la salud mental
de las sociedades,
la precariedad laboral,
la mediocridad del sistema educativo
con el auricular derecho perdido
sonando una entrevista
de contenido social.
Con los pies colgando
y los brazos dormidos
al soportar todo el sobrepeso
de mi cuerpo.
Las cefaleas intermitentes,
los intrusos en lugares comunes,
la desidia, el cansancio, el hastío.
Me dicen que el gesto 
me cambia en verano,
para mal,
como de asco,
como pa' no.
El sudor por todas partes
y el aire maqui de los montes.
Ajeno al mundo
y ambiguo en mi casa,
qué ansiedad.
Gargantas irritadas 
y pantalones de pijama exiliados,
vasos de agua,
meadas a media noche
y sueños de los
que no se acuerda nadie.
Es raro despertarse
de madrugada
y que se te abra
un mundo de posibilidades,
por eso hay que estar alerta,
para que no te pierdas
una imagen excepcional
por un pestañeo,
o para que el puto dolor
no te pille tan desprevenido.
Hay veces que se 
puede vivir más de noche
que de día
y no hace falta emborracharse,
pero si fuera así,
eso que te llevas.