miércoles, 31 de mayo de 2023

Desokupa

Han convertido
el problema de la vivienda
en un negocio
en el que antes
de que te concedan la hipoteca,
contrates una alarma
y compres una puerta blindada.
Lo han vuelto a hacer
sin despeinarse,
especialmente con una empresa
de nazis con ánimo de lucro
y cabezas rapadas.

Los barrios siguen votando
en contra de los barrios
mientras nos ponen
en parrilla,
mañana y tarde,
a una plagiadora
jefa de varios negocios
de pisos turísticos.
Ya no es que no tengas
acceso a una vivienda,
sino que te dicen
que no bajes a por el pan
por miedo a que cuando vuelvas
te hayan ocupado la casa.

Nos han escrito el relato
y nos lo han vendido 
para estafarnos
con mayorías absolutas.
Serán menos,
pero se han organizado
lo suficientemente bien
como para manifestarse
en la calle
y gritar sin pudor
que la mujeres son unas putas,
mientras la policía
hace de espectadora
sin haber sacado ticket
y las delegaciones
expenden permisos con inmunidad.

Han conseguido
de la consecuencia de la ocupación
que se convierta a nivel popular,
en una de nuestras primeras preocupaciones
sin ni siquiera conoce
un caso real y cercano.
Eso y lo de la ETA,
como si siguiera habiendo
bombas debajo de los coches
y secuestros en zulos
para dejarse crecer la barba.
Les ha vuelto a salir bien la jugada
y vuelve a no pasar nada
porque cuatro años se pasan rápido
y porque somos de memoria
con mecha muy corta,
eso y porque somos gilipollas.

Gorilas y armarios empotrados
con pinganillo
para garantizar que cada cuál
se encuentre en su país correspondiente.
Facturita por el trabajo bien hecho
y anuncios de securitas direct
en los paneles de 
los autobuses de la EMT.
Toma planta para tu balcón
y toma chupete 
para tu recién nacido,
a otra cosa mariposa.
Yo también soy
de los que está hasta la polla
de hacer el primero autocrítica.
Otro relato que sitúa
nuestras posiciones subordinadas.

No es normal
que una empresa de pijos
de gimnasio seguramente
enfarlopados, 
marque la agenda de los telediarios
que no hablan de la ley de vivienda
sino que criminalizan a las gentes.
Podrás pensar como quieras
pero no es ni medio normal
que salgan nazis
en la tele pública
y lo vean nuestr@s niñ@s.
No es normal
que una panda de abnegados
con camisetas ajustadas
tengan voz, pero también voto,
en el intento por solucionar
un problema social.

Desokupas con mentes desocupadas
que son entrevistados
por periodistas corruptos
que pertenecen a
un medio de comunicación
con línea editorial de extrema derecha.
Este es el panorama
y esta es la tendencia
sobre la situación de la vivienda,
un problema que nos 
afecta a todas
y que han conseguido desvirtuar
hasta el punto
de atrancar puertas y ventanas
a nuestras propias vecinas.

Nosotras somos los tres cerditos
y los desokupas el lobo feroz,
es nuestra obligación
hacer honor al final del cuento.

lunes, 29 de mayo de 2023

Soñé que se moría

Soñé que se moría
y creí morirme
yo también en sueños.
La peor de las pesadillas posibles.
Se me jodió la noche
a bajas horas de la madrugada,
siendo consiente
de que no volvería 
a dormirme.
Me levanté de inmediato
para acudir a su habitación
y meterme en su cama,
comprobar científicamente
que solo había sido un sueño
e intentar relajarme.
Pero ya nadie me iba
a quitar esa sensación de mierda,
de pérdida, de duelo.
Menos mal que al tocar su espalda
y sentir el calor de su tacto,
entendí que solo había
sido un mal sueño.
Incluso así,
no perdí el miedo
de la posibilidad
de que alguna vez le 
pasara algo.
Tapé mi cara
con todo su cuerpo
y conseguí cerrar los ojos
en calma.
El vacío se fue 
llenando de una realidad
que solo conocemos 
él y yo,
el de las noches
con una intimidad exclusiva,
donde juntos
decidíamos dormir
o desvelarnos.
Ahora duerme del tirón
quitando alguna
fiebre inoportuna
o alguna pesadilla a deshora.
Pero seguimos manteniendo
el compromiso
de levantarnos
cuando todo el mundo duerme
para sentirnos únicos
e intransferibles.
Por eso
y pese a los malos sueños,
siempre será mejor madrugar
que dormitar azaroso
a lo que toque inconscientemente;
por eso,
para sanar un poco
física y mentalmente
solo tengo que hacer
un cambio de cama
y recogerme en ovillo
con un niño que es mi todo;
por eso 
y pese al esfuerzo que supone
de desgaste,
prefiero desvelarme mil veces
a llegar tarde una sola vez.
En definitiva,
pase lo que pase ahí fuera,
lo que tengo dentro
me salva de todo lo malo
y de cualquier pesadilla
que se empeñe en desmontarme.
Creo morirme
cuando soñé que se moría,
pero en realidad sé,
que el concepto muerte
nos atraviesa la vida
aunque siga pareciendo
algo delicadamente lejano
y ambiguo.
No necesito ninguna excusa
para irme contigo a la cama,
pero me sobran los motivos
para no dejar de hacerlo nunca.

viernes, 26 de mayo de 2023

Besos después de nada

Cuando has llegado al final,
seguro,
te seguirá faltando
algún beso que dar.
Llenar un vacío
con el arte de seguir
demostrando cosas
¿por qué no?

Besos después de nada,
es sacarle algo de rédito
a algo que se ha desgastado,
intentarlo una vez más
pese a tenerlo todo en contra,
poner un punto y final
y que la expectativa no se desvanezca.
Besar, besar y besar
como programa, progama y programa,
a sabiendas de que tu proyecto
no va a ser el más votado,
pero coherentemente inconfundible.

La adolescencia,
donde sucede esa explosión de cambios,
esa macedonia de cosas
con un montón
de gente acercándose,
en la que odias y quieres
con la misma intensidad
y en la que te vas a dormir
sintiéndote un ruin
y un miserable,
más solo que la una,
sin posibilidad
de que nadie te bese.
Besos después de nada
es un hito adolescente.

O como ese verano interminable
que cada vez
se adelanta más a su propia estación,
que te ahoga y te consume
junto al sudor en cascada
por todo tu cuerpo.
Porque cuando hace calor,
la gente se besa menos
y cuando por las noches
no puedes dormir,
abrazarse no es una opción,
así que besos después de nada
sería como una remontada
histórica en el descuento.

Besar podría ser
un bonito final
cuando no ves el final,
o incluso tras el final,
cuando llega la nada,
besar en su forma infinitiva
me parece una buena
manera de acabar.
Que a nadie le obliguen a besar,
pero a quién le guste ser besado,
que reciba todos los besos 
del mundo,
aunque el mundo,
sea cada vez menos humano.

Precisamente
cuando no esperas nada a cambio,
es cuando más sueles recibir,
sea malo o bueno,
pero con la guardia bajada
para enfrentarte al descubrimiento
por todos sus lados.
Cuando no esperes nada,
si estoy cerca
y si me dejas,
podré darte un beso
para que sientas algo
de lo que estabas buscando
o lo que estabas esperando.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Besos después de todo

Cuando acabe todo,
podremos cerrar el círculo con besos
para volver a empezar de nuevo.
Pase lo que pase,
si tú quieres,
si a ti te apetece,
siempre nos faltarán los besos
que nos quepan,
como si fuera la única
manera que se te ocurre
de pedir perdón,
dando un beso que lo calme todo.

Besos, como el eje transversal
que acompañe toda la evolución
de una historia,
que acompañe toda la maduración
de una persona,
que acompañe todo el proceso
de una gran idea.
Besos después de todo
no sólo es el broche
que complete tu buena percha,
ni siquiera será solo
la guinda del pastel
de una comida en condiciones,
besos después de todo,
es una actitud personal,
cultural si quieres,
es tan tangible como inabarcable.

Quién dijo en su día
que besar se hacía con
los labios,
con cada parte de la boca
tanto interna como externa;
quién decidió esta manera
de demostrarse amor,
o respeto o simplemente cortesía.
Besos después de todo
lo es todo,
y quien no besa
es que no quiere a su madre,
porque todo, seguramente empezó
con el primer beso que te dio,
precisamente, la que te parió.

Besos después de todo
es a veces lo único que te queda
cuando algo se acaba
y tienes que vivir con 
los recuerdos del tacto,
del sabor o incluso del olor
de aquella boca.
Los besos se aprenden
y se asumen 
como una ideología
que defiendes a capa y espada,
con el estilo propio
que te caracterice,
con la convicción necesaria
para seguir hacia delante.

Una especie de compromiso
no escrito,
con el que te educas
durante los primeros años 
y que consolidas
con la vida restante.
Lo bonito es besar
por gusto y con el
permiso de quien va a recibirlo,
y quedarte enganchado
en ese momento
el tiempo que quieras,
del modo que quieras.
Después de un día de mierda,
tener la posibilidad de besar
o que te besen,
me atrevería a decir,
que lo cura casi todo.

Podría ser un mantra,
el nombre de una canción,
el título de un libro,
pero no,
es mi filosofía de vida,
entre otras,
besos después de todo.

lunes, 22 de mayo de 2023

Crestomatía

Ni Cristo ni cresta
aunque más de cresta
que de Cristo,
pese a que la compilación
de textos sea lo mío.
Y pienso en cuándo 
me leerán l@s niñ@s
o si incluso lo harán
cuando yo ya no esté.
Sea como sea,
la enseñanza quedará
por escrito
para que nadie
pueda manipular
en mi nombre.

La cosa es resultar
pedagógico,
inspirador
o al menos, 
defensor de la memoria,
porque para qué
si no escribimos
l@s que nos atrevemos
a alzarnos en tinta.
La posibilidad
de que alguien,
en un momento determinado,
sin una excusa concreta,
se acuerde de algunas
de las palabras que escribiste,
con el punto de mira
puesto en algo.

Qué placer el de la escritura
y qué terapéutico
el de la libre expresión
a la hora de escoger 
las palabras que te parezcan
más oportunas
y más certeras.
Sin ánimo 
de desinformación,
con los ideales por bandera,
porque ya nadie se fía
ni de sí mism@
y necesitamos más fe
en la humanidad.
Aunque no lo merezcamos,
los textos nos seguirán
representando
con fidelidad y honestidad,
para bien o para mal,
hasta que el Sol explote.

Más de cien textos al año,
más de mil en casi diez,
diez textos de media al mes,
bien se merece
un párrafo y un título
que les represente.
Porque para hablar
de las cosas
hay que tener
conocimiento de causa,
o debería,
pero para escribir,
especialmente si lo haces para ti,
solo hay que empezar
por apoyar el lápiz sobre el papel.

Dan igual los tiempos verbales
mientras se mantengan
el hilo conductor y la coherencia
entre párrafos,
porque para desarrollar una idea
solo hará falta
un inicio, un nudo y un desenlace,
y si luego puedes,
una ejecución donde se materialice
todo por lo que llevas
abogando tanto tiempo.
No, no tengo intención
de monetizarlo
no se ver dónde
pagaría menos impuestos,
solo quiero seguir haciéndolo
libre y sin miedo
y si puede ser,
que me acompañes
hasta donde tú quieras.

domingo, 21 de mayo de 2023

Corregir en público

Casi siempre va a depender
de la actitud con que se haga,
los tonos que se utilicen,
el volumen que se establezca
y la mirada que se ponga.

Lejos de que este texto
parezca una broma
sin importancia,
por suerte,
tengo alguna que otra lectora
que se toma muy en serio
la redacción de lo que lee.
Y me resulta justo y necesario
que se me corrija
una palabra mal escrita,
un signo de puntuación
o la incoherencia en una frase.
Porque todo lo que suena
dentro de nuestra cabeza,
muchas veces,
no se refleja adecuadamente
cuando se escribe.

Es verdad que no necesitas
mi permiso para corregir
un producto que he decidido
hacer público,
pero si encima lo haces con humor
y con el ánimo
de que yo siga aprendiendo,
humildemente te estaré agradecido
por ese tipo de acompañamiento
que a veces,
nos da vergüenza reconocer
que nos viene bien.

Ahora bien,
cuando formas parte de un grupo,
donde se comparte un espacio
al mismo tiempo,
con un tema de conversación
que nos une temporalmente
y vislumbras la posibilidad
de corregir a alguien,
hay que hacerlo
con toda la humanidad posible,
y eso requiere de habilidades.
Quién no recuerda a ese maestro
que te humilló incontadas veces
en clase,
a ese amig@, 
por catalogarle de alguna manera
que se cree por encima
del mal y del bien,
o de esa persona anónima que,
sin conocerla de nada,
increpa a diestro y siniestro
como si la vida le fuera en ello.

Pues hay formas y formas.
Igual que hay formas 
de perder y ganar,
hay formas de comunicar
y de acompañar.
Y generalmente,
no estamos adecuadamente
preparadas para ello
aunque pensemos que sí.
De algo puramente anecdótico,
trato de analizar con profundidad
un hecho con el que
nos enfrentamos todos los días.
Una vez más,
no sólo tiene que ver 
con la empatía
sino con la asertividad.

Bien es verdad
que una sola coma
puede cambiar el sentido de la frase,
pero las intenciones 
son inequívocas
y es ahí donde más 
errores cometemos.
Hace años descubrí
la diferencia entre sabio y erudito,
prefiriendo ser
socialmente sabio
que pedagógicamente erudito.
De la misma manera
que procuro ser
delicado y sensible
con cada palabra que escojo
en lugar de petulante
y presuntuoso con
la única intención
de quedar por encima del otro.

Para corregir en público
hay que dominar el arte
de la comunicación
y la solidaridad entre personas.
No vale socializar
con carta blanca
y sin consecuencias,
sino que cuenta más
el conocimiento que tienes
del otro
para que el aprendizaje
resulte de ida y vuelta.
No sé si me explico del todo,
pero por lo menos
me esfuerzo en ello
marcando la diferencia
entre los unilaterales
y los que con humildad,
tratan de caminar
como caminarían
los otros,
con sus peculiaridades,
con sus dificultades,
con sus pretensiones.

Corregir en público
y corregir lo público
es casi lo mismo,
necesitando buen@s referentes
y modelos constructivos
que nos lleven al bienestar
que casi todo el mundo
se merece alcanzar.
Corregir como sugerencia
en lugar de como imperativo,
te acercará a posiciones
donde el otro se encontrará
más cómodo.
Del mismo modo 
que las palabras
amor y humor,
casi vienen a significar
lo mismo.

miércoles, 17 de mayo de 2023

En plano de subordinación

Esto es un canto
al desencanto de los empáticos,
porque los empáticos
socialmente reconocidos,
también pueden ser
el monstruo que se esconde en el armario
de otro alguien.
La jodida sensación
de tenerle enfrente
y que automáticamente
te tiemblen las piernas,
se te ponga el pecho rígido
y se paralice la voz.
Una especie de sombra gigantesca
que te anula a través
de la angustia que te produce.

Este tipo de personas existen,
este tipo de sensaciones suceden.
Consecuencia de una relación
sustentada en un plano de poder
donde alguien,
consciente o inconscientemente,
provoca subordinación
o sumisión en el otro,
en muchos casos en la otra.
Hablábamos de que ojalá
la terapia fuera gratuita
en términos de subvención,
quién no está jodido
aunque sea por rachas
alguna vez.

Cuando algo se rompe,
los cimientos que
históricamente creías intocables,
se desmoronan
desmontándote de arriba a abajo.
Por mucho que una ruptura
sea aceptada o incluso pactada,
todo lo que se pierde
a corto y medio plazo,
provoca un sufrimiento
que generalmente
se lleva a solas y en silencio.
Pero además, puede que tenga
secuelas a largo plazo,
que es casi donde peor se pasa
porque te das cuenta 
que el duelo que creíste superado,
no es más que un fantasma
que reaparece para 
vaciarte por fuera y por dentro.

Y sientes que no es justo,
y te culpas por no saber
o poder hacerlo o sentirlo
de una manera distinta.
Y te gustaría reconocerte
en los charcos,
y querrías que la imagen
que das al mundo exterior
fuera cierta y absoluta.
Pero no, no es tan fácil.
Y l@s que te acompañan
no llegan a comprenderte
del todo.
Y no, no es suficiente
la voluntad de ayuda,
no te ayuda la maldita presencia
en la que el resultado
es sentirte jodidamente
juzgada todo el tiempo.

En términos de equilibrio,
me parecen igual de perjudiciales
la esperanza y la desesperanza,
la expectativa de sentir
que nunca vas a lograr estar 
a la altura,
la convicción de lo que debes hacer
y las inaguantables dudas
de cómo hacerlo.
Porque hay veces
que aunque sepas
perfectamente lo que tienes que decir,
te sale justamente al revés
y se vuelve en tu contra.
Aquí es donde los empáticos
ejercen su poder,
en los momentos de fragilidad
y de la más certera vulnerabilidad
donde la otra te pide
un salvavidas
y ellos responden con balas.

Por eso los supuestamente empáticos
también resultan monstruos
para otros, generalmente para otras.
Así que ni olvido ni perdón,
aunque te sientas
una combatiente con bate
golpeando humo.
Las vencidas lo fueron,
lo son y lo seremos,
pero mientras se mantenga
la lucha,
sobrarán los motivos
para seguir intentándolo.
Ármate,
prepárate,
planifícate,
tenemos toda la vida.

Que se corten la coleta
los gurús de la empatía
y prohíban sus pollas machotas
llenas de palabrería y nostalgia.
La sutil subordinación
de un patriarcado latente
con gilipollas integrales
que van de bonachones progres.
Esto no es un intento
por sanarte,
solo son
algunas de las rabias,
algunos de los sueños
de las que te acompañamos 
sin afán de protagonismo
porque el perfume se desvanece,
pero la piel es insobornable.
Envejezcamos juntas,
puedes y debes corregirme
siempre que lo consideres.

lunes, 15 de mayo de 2023

La balada de Benidorm Poniente

Otro cambio de turno,
carretera, fiebre y gusanitos.
Con amigas todo sabe
mucho mejor,
pese a los peajes,
pese a la humedad,
pese al ejército de sombrillas.

Camino hacia el Levante
como aquel año
en el que todavía
estabas en la tripa
y cogimos arena
en aquella playa de Valencia.
Si aquel verano fue festival,
este puente de mayo fue
apartamento discoteca.
Los bailes que nos echamos
en la terraza de la letra C,
las cuatro,
cada una con su estilo,
son de las cosas que 
no se olvidan nunca.

Un intercambio de habitaciones
en las que mamá 
acompañó a Enzo
y papá acompañó a Gala
para reunirnos
en el anticipado amanecer del Este.
Comida de casa
porque nunca se nos dio bien
el turismo gastronómico
y parques de cualquier tipo,
lugar o gentes.
Íbamos a una boda
con mención de honor
y una maestría ceremoniosa.
Otra excusa
o mejor dicho,
justificación,
pata componer otra Balada,
porque otra cosa no,
pero viajar se nos da de lujo.

Pues eso,
cenas de entremeses,
cambios de pañales
y biberones entre buffers.
Nos jugamos la crianza
entre dos apartamentos
donde las referencias maternales
se confundían entre tanto cariño,
como confundida se sentiría
cualquier beluga
varada en la orilla.
Esta vez sí que llevaba
mi cámara,
con su objetivo enfocado,
para que cualquier imagen,
susceptible de ser recogida
fuera fotografiada.

Tirantes, pajaritas y tacones.
Antes de acudir al enlace
hubo siestas
y una cocina desempolvada.
A las 16.00 cada una
en sus posiciones;
mamá en una suite
acompañando a la novia
y papá con l@s cachorr@s
haciendo pruebas de sonido,
porque nosotras nunca
llegamos tarde.
Otra cosa no,
pero a organizadas y planificadas
no nos vence nadie.

Juegos, llantos y tetas al aire,
en medio de una ceremonia
entre el Norte, la Meseta y el Este.
Hicimos lo que pudimos
cada una con sus posibilidades,
acabando en aplausos y pétalos
el discurso de sus vidas.
Las mismas cosas 
que siempre hemos disfrutado,
ahora se disfrutan de otra manera,
con el acompañamiento
obligado y necesario
de seres dependientes
que si están,
es porque un día lo elegimos.
Así que consecuentes
y coherentes,
divertidas y felices
a partes iguales,
restringiendo el alcohol,
la evasión y las horas.

Y vuestra madre,
ay vuestra madre,
sujetada con una sola tira
de su vestido malva,
con el pelo suelto
en cascada
y un escote precipicio
por el que tirarse
libre y sin miedo.
Qué guapa
iba vuestra madre
aunque vosotr@s
no necesitéis verla vestida
para entender la belleza
que lleva implícita.

Cada cuál
elige su 3 de marzo
con sus pactos, códigos y normas;
qué pena que todavía
no existierais
para aprenderos
aquel modelo de memoria.
Cenamos en una cúpula
digna de dioses y diosas,
pero mi diosa se durmió
en el carro a las 21.30
y a mi dios
bien poco le importó
un menú infantil
de un coste desmesurado.
Ya sabemos que aquí se hace 
negocio del nacimiento,
del amor
e incluso de la muerte.

Cuando abrió la discoteca,
me llevé a l@s cachorr@s
al coche llen@s
de globos y de mantas.
Regresamos al apartamento
de aparcamiento libre
sin que nada hubiera cambiado.
Os subimos a cuestas
reinando el cansancio,
el silencio y los pijamas.
Al día siguiente
arriba a la misma hora,
porque nos suda el coño
sea lectivo, festivo o vacacional.
Las rutinas son las que son
y estamos aquí para
intentar respetarlas.

Paseito por una costa edificada,
comida para llevar
y la promesas de unos helados
que cada vez se adelantan
más de temporada.
Por la tarde a la playa,
oliendo a crema
con unos bañadores
de invernadero,
los cuáles,
también se adelantan
cada vez más
a su temporada.
Fresas todo el año,
bañadores casi todo el año.
Un planeta sin retorno.

La arena, el agua, las olas,
la paloma tristemente llora.
Gaviotas gárgolas
y el descubrimiento consciente
de la inmensidad del mar.
Si la primera playa gestacional
de Enzo fue en Valencia
y la terrenal fue en Galicia,
Gala cerró el círculo
haciéndolo al revés,
siendo la gestacional en Cantabria
y la físicamente material
en el levante.
Nos dijimos
de tomarnos en serio
eso de ir más a la playa
por l@s niñ@s,
sin la necesidad de pasar
la solicitud por registro.

Las Terras Míticas
de allí por donde pasamos,
acompañadas o a solas,
irreversiblemente
buenas viajeras
y personas,
para aprender de los nuevos lugares,
lo que nos falta en nuestro día a día.
Regresando 
paramos en La Roda,
pero ni l@s rodenses
fueron just@s,
ni los miguelitos
han vuelto a ser los mismos.

Fuimos a una boda
y nos volvimos
con una bonita playa
y unas cuantas historias.

_De nuevo al Levante_





martes, 9 de mayo de 2023

Que lo bueno si es breve, es dos veces breve

Porque cuando
mejor lo estamos pasando,
más rápido se nos pasa el rato.
Y te gustaría que no,
que se parase el tiempo
para poder pagar un alquiler digno
justo en ese momento
en el que te quedarías a vivir.
Parar la vida unos instantes
para que eso
que te está gustando tanto,
se haga un bola de nieve gigante
que ruede y que ruede
sin parar,
casi sin pensar en
la posibilidad del final.

Somos así de gilipollas.
Cuando te ves inmerso
en una mezcla de felicidad
y diversión absolutas,
en su pleno desarrollo y apogeo,
ya estás pensando en el duelo
de cuando se vaya acabar.
La brevedad de lo bueno
es dos veces breve,
en comparación de cómo
se siente el peso
de todo lo malo que te pasa.
Somos así de ineficientes.
Actitudes con ce
y aptitudes con pe
que nos estropean
una experiencia
que estaba perfectamente
diseñada para pasarlo bien,
sin fallos ni errores de ejecución.

Una especie de momentos fugaces
equiparables al tiempo
que se tarda en dar
el pestañeo
que lo cambie todo,
o a ese suspiro
con inicio, desarrollo y desenlace
que te marca
el pasado, el presente y el futuro.
Incluso así,
te acordarás toda la vida de ellos
como si fueran esas fotografías
que nunca cambias
de la estantería de tu salón.
No hace falta un
análisis profundo
ni una reflexión exhaustiva
de las instantáneas,
solo darse el permiso
para no sentir 
culpa ni remordimiento.

Hubo una época
que fui el campeón
en pasármelo bien,
el mejor de los mejores,
bien lo sabe él
cuando le contaba
al día siguiente,
colmado y satisfecho,
cómo había superado
cualquier expectativa
propia o ajena.
Él me sonreía
con actitud paternalista
y con el orgullo
de ser experto
en acompañar amistades.
Ahora, en retrospectiva,
pienso si aquello
no fue más
que meterse
un chicle en la boca
y sentir el esplendor
de su sabor
poco más de media hora.

En todo caso,
ese espacio fue ocupado
con la mejor de mis intenciones
y las más constructivas
de mis acciones que,
aunque resultaran breves,
dos veces breves,
dejaron la huella suficiente
como para determinar
los siguientes pasos.
Como ese vaso de agua
en verano,
interrumpiendo el juego infantil,
a modo de gasolina,
para seguir transitando el camino.

Si llegas a ser consciente
de todo lo bueno
que al mismo tiempo
resultó dos veces breves,
estarás preparada
para hacer de lo breve,
una especie de clímax
que te permita sentir
la máxima intensidad
de todos los nutrientes.
La brevedad es casi sinónima
de lo efímero,
de ti depende
la calidad y sensibilidad,
más allá de la cantidad y lo material.

Por tanto
y pese a lo poco que dure,
sigo celebrando cada momento
que merezca ser homejeado,
porque para ser justas,
hace falta ser muy valiente
y proactiva
de aquellos momentos,
lugares, personas e ideas
que nos hacen sentir
un poquito más felices.

_A Posi, de La Kuadrilla_

Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme XXXIX

lunes, 8 de mayo de 2023

Y sin embargo te busco

El bonus track.
Cuando escuchas
la última canción del disco
y esperas en silencio
buscando la pista escondida.
Así se te queda el cuerpo
después del fatal desenlace,
de madrugada
en un salón a oscuras,
esperando escuchar
sus patitas trastear.

Sabemos que ya no estás,
sin embargo te busco.
Te busco, porque desde
que te encontré,
no me había imaginado
la vida sin ti.
No me da miedo reconocer
la muerte,
pero nunca se está 
totalmente preparada
para la más absoluta ausencia.

He conseguido buscarte 
sin angustia,
solo con memoria y dignidad
de todos los espacios
que llenastes e hicistes tuyos,
a tu manera,
cediendo el paso
a cualquiera que interrumpiese
tu calma.
Así eras tú,
nada posesiva
pero todo lo invasiva
que te dejase
una cara para ser lamida.
¿Cómo no te vamos a buscar
en cualquier charco de agua,
oliendo entre las flores
o tras los restos de las cenas?

La Mariana nunca se vio sumida
en el mas absoluto silencio
como le sucede ahora.
Siempre había alguna demanda,
siempre había hueco 
para la exploración
aunque fuera en siesta
o siempre cabía
algún ladrido a deshora.
La cama se nos hace grande,
como si hubiera crecido
por arte de magia
tras tu desaparición.
Dormir ya no volverá a ser lo mismo.
Ese cuidado inconsciente
para no aplastarte
como quien busca la última
pieza del puzzle
que nunca volverá
a ser completado.

Y sin embargo te busco
es el miembro fantasma
que nos han amputado
y por el que padecemos
una especie de duelo extraño,
con todas las incógnitas despejadas,
pero con la sensación irónica
de sentirte en todas partes.
Te buscamos como se busca
a los peces
a la entrada del mar,
torpes y con esquivas,
deseando sentir el cosquilleo
del roce involuntario.
Pero ya solo estás
en las viejas fotografías
y en las dolorosas experiencias
que han pasado a ser recuerdos
intangibles.

Con todo y con esto,
aunque te busquemos
siendo conscientes
de que ya no estás,
hemos conseguido
hablarte sin tapujos.
Quizá sea el primero
y único paso
que podíamos dar,
el de llamarte
a sabiendas de que no vas
a volver
y sentir un pinchazo
en el estómago,
pero con la correspondiente
sonrisa del después,
la de haber vencido
el miedo
y la del regocijo
de los buenos momentos.

Y sin embargo te busco
es inevitable,
un mecanismo de defensa sano,
por el honor de haberte acompañado
y por el placer
de que nos hayas acompañado.
Pasarán los años
y te seguiremos buscando
como seguimos persiguiendo
algunos de los sueños
que teníamos de adolescentes,
pero sin la presión insoportable
de las cosas que nunca llegan,
solo en defensa de la alegría
y de cada ladrillo
que pusimos juntas
para hacer nuestro castillo.

Te seguimos buscando,
hija de perra.

_A Noe, de La Kuadrilla_

Nota de autor: Un texto de cuyo título no puedo apropiarme XXXVIII