martes, 5 de octubre de 2021

Mañana nos follamos

Es una frase que trasciende
al heteropatriarcado
sin ninguna intención
en clave sexual.

Mañana nos follamos
tiene que ver
con la defensa
del derecho
a estar triste,
si, estar triste
sin reproches
ni presiones.
Parece que no
pudiéramos
estar en la mierda
porque desde fuera
siempre se saben
las soluciones.
No funciona así.
Sin querer
desplegamos
nuestro egoísmo
más absoluto
porque hablamos desde nosotros,
no desde las que están tristes,
y eso no es justo
para quien quiera
o no pueda evitar
estar triste.

Este es mi alegato
con el que defiendo
la tristeza
a través
del espacio y tiempo
privados.
Rechazo la intromisión
de las buenas intenciones
porque no son suficientes
ni resultan efectivas
si no son asertivas.
Abogo por elegir
el refugio
que nos de la gana
sin represalias
de los que quieren
estar a nuestro lado.
Yo triste,
yo elijo
con quien compartir
mis sentimientos; 
eso no quiere decir
que ya no te necesite.

Cuando estoy triste
mis condiciones
son indispensables
para poder pasar 
el proceso,
entiendo que tú
tienes las tuyas,
pero es que ahora
no estamos hablando de tí,
sino de mí
y de cómo quiero estar triste
y cómo quiero dejar de estarlo.
Por supuesto 
que no es tan fácil
como escribir 
este texto,
pero no me da miedo
reconocer mis miedos,
lo que no me gusta,
lo que me destroza
por dentro.

Los habrá que no,
pero igual que soy dueña
de mi cuerpo,
soy dueña
de mis emociones.
Debes esperar
a que te de
el permiso necesario
para acompañarme.
Y cuando así sea,
pactaremos los términos,
me darás el beneficio de la duda
y tiraremos juntas
la teoría del determinismo
a la basura.

Seré yo quien
llame a tu puerta
por si estuvieras disponible.
Si accedes,
acuérdate
que no es necesario
que digas nada,
a lo mejor sólo
quiero que me escuches
sin que opines
ni me pongas ejemplos.
Sé que no estamos
acostumbradas,
pero hay otras formas
de cuidar la tristeza.
Se empieza
por el respeto sagrado
de lo que me está pasando,
y se termina
por el respeto sagrado
de cómo quiero/puedo llevarlo.

Necesito saber
que estás al otro lado;
pero también necesito
que hagas el mayor
esfuerzo de todos:
esperar a que esté lista.
Mientras tanto
hazme saber que te tengo,
que puedo contar contigo,
no me desvíes el tema
ni me pongas comparaciones
que no dan sentido
a lo que me pasa.
Por mucho bien
que quieras hacerme,
mírame y espera tu turno,
abrázame y no me sueltes
si te lo pido,
y cuida tus palabras
como si fuera
un recién nacido
lo que tuvieras
entre manos.

Mañana nos follamos
es mi más sincero
dolor por quién 
tengo enfrente;
mis ansias mágicas
por curarte todos
los males;
mi promesa de intentar
no fallarte
porque ya te han fallado
suficientes cosas;
mi afán por hacerte
de colchón
como ya te dije
un tres de marzo.
Pero sobre todo,
mañana nos follamos,
soy yo despojado
de intereses
más que el de acompañarte
hasta la muerte
si así fuera necesario.
Soy yo cuidándote
en sueños,
el único sitio
donde no necesito
tu permiso.
Soy yo pensándote
a cada instante.
Soy yo
estudiando la carrera
y la manera de cuidarte
con sobresaliente.
Soy yo arropándote
cada noche
y quedarme en vela
por si te sube la fiebre. 

Mañana nos follamos
soy yo,
y tú,
juntas,
para cuando lo consideres,
haciendo de la tristeza
algo consciente
y comunitario
en lo que poder apoyarnos.

_A mi hermana Marta_



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