Ocultamos nuestras
vergüenzas
como quien
forra un libro
con papel
de periódico
de la sección
de economía.
Tapamos nuestras
"partes nobles"
como si la nobleza
formase parte
de órganos
y músculos.
Y disfrazamos
las emociones,
no vaya a ser
resulten
demasiado
espontáneos.
Descampado
de caretas
y antifaces
para que nadie
se reconozca
en esta sociedad
insípida
donde se castiga
la honestidad
y se premia
al fullero.
Donde no se valora
el reconocimiento
del amor
sino la sentencia
inmediata
de mandarte
al infierno.
Si de verdad
todo fuera real,
si de verdad
fuéramos
tan puros,
no nos avergonzaríamos
de nadie,
de nada,
ni de un@ mism@.
Aberrante
correlación
la de pisar
a l@s demás
para ser l@s mejores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario