Se miran
y se ríen,
se saben
querid@s.
Él le gana
en altura
y ella
le sobrepasa
en presencia.
Se buscan,
se besan,
se separan
y se vuelven
a encontrar.
Ella se apoya
en su hombro,
se acomoda,
él se deja llevar.
Ambos
con abrigo
tapad@s
hasta arriba
menos las bocas
descubiertas.
La estrategia
del movimiento
y el encaje
forma una
sola figura.
Se dicen cosas
tanto al
pronunciar
palabras
como al
obviarlas.
Son la envidia
del vagón
y el ejemplo
perfecto
de los primeros
cuidados.
Son montañas
y colibríes.
Manantial
de cosquillas,
caudal
de roces.
Se abrazan
y salvagardan
en una esquina
que hace
las veces
de refugio.
Llego a mi parada
y no sé si irme.
Dibujo la imagen
en mi mente
y la represento
dos días después
para que no
se me olvide nunca
y para decubriros
que el amor
es posible
siempre
que se exprese.
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