Se rompe
el pacto
no escrito
de mutuo
acuerdo.
Vamos a intentarlo.
Cambiarse
el lado
de la cama
es como
cruzarse
de brazos,
pero al revés,
intentadlo,
veréis
como resulta
antinatural.
Al cambiar
de lado
la perspetiva
es otra;
ardua tarea
la de acomodarse
con una postura
que nunca antes
habías probado.
Pero lo haces.
Y lo haces
convencido
de que
no importan
el lugar
ni los motivos,
sino el cuándo
y el quién
te acompaña,
te sitúes
donde
te sitúes,
te encuentres
como
te encuentres.
Descubres
y te descubren
cosas nuevas,
como un sueño
que te han
dejado elegir.
No hay lados de la cama
sino ocupantes
sin perjuicios.
miércoles, 31 de enero de 2018
martes, 30 de enero de 2018
Los primeros en hacerlo
Vamos a hacer,
junt@s,
algo que
nunca
nadie
había hecho
jamás.
Primero
escribiré
un número
que nunca
antes
se había
escrito:
junt@s,
algo que
nunca
nadie
había hecho
jamás.
Primero
escribiré
un número
que nunca
antes
se había
escrito:
5.761.112.932.719.463.205
Después
intentaréis
leerlo
y nos convertiremos
en los primeros
en el mundo
en hacerlo.
Cómo idea
es irrepetible,
¿lo patentamos?
sábado, 27 de enero de 2018
Libros de cabecera
Deberíamos
al menos
una vez
por semana,
acudir
a nuestros
libros de cabecera
presentemos
los síntomas
que presentemos.
Por ejemplo:
si moqueas
curiosidad,
hay que coger
la obra
histórica
que haya
sido escrita
por alguien
de izquierdas.
Si tienes
nostalgia
de emociones
fuertes,
coge el contenido
que te deje
en suspense
los sueños.
Para las
taquicardias,
historias del amor,
pero que sean
inteligentes.
Si lo que quieres
es nivelar
el compromiso,
ensayos sociales
y políticos
que te sitúen.
Cuando te duela
la parte del cerebro
con la que imaginas,
busca tu
novela gráfica
preferida.
Si padeces
gastroenteritis,
dieta bñanda
de novela
rápida
de gasolinera.
Los escépticos
del alma...
...POESÍA...
mucha poesía,
ésta vez sí,
española,
durante
siete días
cada ocho horas.
Ante cualquier
drama,
una buena
obra de teatro
del siglo de oro.
Para los
que sufren
terrores nocturnos,
tratamiento
de anticipación
por cuentos infantiles.
al menos
una vez
por semana,
acudir
a nuestros
libros de cabecera
presentemos
los síntomas
que presentemos.
Por ejemplo:
si moqueas
curiosidad,
hay que coger
la obra
histórica
que haya
sido escrita
por alguien
de izquierdas.
Si tienes
nostalgia
de emociones
fuertes,
coge el contenido
que te deje
en suspense
los sueños.
Para las
taquicardias,
historias del amor,
pero que sean
inteligentes.
Si lo que quieres
es nivelar
el compromiso,
ensayos sociales
y políticos
que te sitúen.
Cuando te duela
la parte del cerebro
con la que imaginas,
busca tu
novela gráfica
preferida.
Si padeces
gastroenteritis,
dieta bñanda
de novela
rápida
de gasolinera.
Los escépticos
del alma...
...POESÍA...
mucha poesía,
ésta vez sí,
española,
durante
siete días
cada ocho horas.
Ante cualquier
drama,
una buena
obra de teatro
del siglo de oro.
Para los
que sufren
terrores nocturnos,
tratamiento
de anticipación
por cuentos infantiles.
Yo leo
tú lees
nosotras leemos
¿Puede bajar a jugar?
Un amigo,
siempre el mismo,
cada vez
que viene
a casa
y pica el
telefonillo
dice con
voz de infante:
-¿Puede bajar Edu a jugar?-.
Qué mejor manera
de rememorar
aquellos años
de jungla
en las calles
sintiéndote
mayor y dueño
de tus propias
acciones,
sin supervisión.
Tardes fugaces
de chuches,
cromos
y juguetes,
no había coches
ni malotes.
Construyendo
identidad
y pertenencia
de grupo
de lo que
iba a ser
la pandilla
de tu vida.
Balcones comnitarios
donde no se sacaban
banderas manchadas,
si no que
se utilizaban
como atalayas
para que las madres,
nuestras madres,
gritaran
nuestros nombres
en incontables ocasiones
hasta que recibían
respuesta:
- ¡Un ratito más por fi!-.
Y subías
con churretes
en la cara,
magulladas
las rodillas,
elaborada
la estrategia
para evitar
la ducha.
Y así acababa
una tarde
históricamente
festiva
entre diario
con el único
deseo
de que la
siguiente,
le llegara
a la altura
de los zapatos.
siempre el mismo,
cada vez
que viene
a casa
y pica el
telefonillo
dice con
voz de infante:
-¿Puede bajar Edu a jugar?-.
Qué mejor manera
de rememorar
aquellos años
de jungla
en las calles
sintiéndote
mayor y dueño
de tus propias
acciones,
sin supervisión.
Tardes fugaces
de chuches,
cromos
y juguetes,
no había coches
ni malotes.
Construyendo
identidad
y pertenencia
de grupo
de lo que
iba a ser
la pandilla
de tu vida.
Balcones comnitarios
donde no se sacaban
banderas manchadas,
si no que
se utilizaban
como atalayas
para que las madres,
nuestras madres,
gritaran
nuestros nombres
en incontables ocasiones
hasta que recibían
respuesta:
- ¡Un ratito más por fi!-.
Y subías
con churretes
en la cara,
magulladas
las rodillas,
elaborada
la estrategia
para evitar
la ducha.
Y así acababa
una tarde
históricamente
festiva
entre diario
con el único
deseo
de que la
siguiente,
le llegara
a la altura
de los zapatos.
_A es@s primer@s amig@s
(de verdad)
que aunque
ya no estén,
siempre serán l@s primer@s,
y a Hakam_
miércoles, 24 de enero de 2018
Vergüenza
Ocultamos nuestras
vergüenzas
como quien
forra un libro
con papel
de periódico
de la sección
de economía.
Tapamos nuestras
"partes nobles"
como si la nobleza
formase parte
de órganos
y músculos.
Y disfrazamos
las emociones,
no vaya a ser
resulten
demasiado
espontáneos.
Descampado
de caretas
y antifaces
para que nadie
se reconozca
en esta sociedad
insípida
donde se castiga
la honestidad
y se premia
al fullero.
Donde no se valora
el reconocimiento
del amor
sino la sentencia
inmediata
de mandarte
al infierno.
Si de verdad
todo fuera real,
si de verdad
fuéramos
tan puros,
no nos avergonzaríamos
de nadie,
de nada,
ni de un@ mism@.
Aberrante
correlación
la de pisar
a l@s demás
para ser l@s mejores.
vergüenzas
como quien
forra un libro
con papel
de periódico
de la sección
de economía.
Tapamos nuestras
"partes nobles"
como si la nobleza
formase parte
de órganos
y músculos.
Y disfrazamos
las emociones,
no vaya a ser
resulten
demasiado
espontáneos.
Descampado
de caretas
y antifaces
para que nadie
se reconozca
en esta sociedad
insípida
donde se castiga
la honestidad
y se premia
al fullero.
Donde no se valora
el reconocimiento
del amor
sino la sentencia
inmediata
de mandarte
al infierno.
Si de verdad
todo fuera real,
si de verdad
fuéramos
tan puros,
no nos avergonzaríamos
de nadie,
de nada,
ni de un@ mism@.
Aberrante
correlación
la de pisar
a l@s demás
para ser l@s mejores.
lunes, 22 de enero de 2018
Tras lavarse los dientes
Tras lavarse los dientes
comienza su ritual
de las buenas intenciones.
Entre sus motivos
se encuentran:
podar alguna ceja,
descubrir una nueva peca,
hidratarse la cara
aterciopelada
y hacerme esperar
con la luz encendida.
Experta en el in-pas
entre el momento
de irse a la cama
y el preciso instante
en que nos reencontramos
de nuevo.
Lo hace aposta,
lo sé.
Y lo hace a sabiendas.
procurando
que el abrazo
sea más grande,
más acogedor,
más intensamente
nocturno.
Le regala tiempo
al más ególatra
de los objetos:
el espejo,
para que disfrute
aunque solo sea
unos minutos
de la perfección
de sus gestos.
Cuando apaga la luz
del baño
y se dirige
hacia la cama
a través de
la alfombra roja,
da comienzo
la fiesta engalanada
de pijamas y pieles,
de algún que otro
bicho peludo,
y de dos corazones
ansiosos de latirse
bajo el frío
del invierno.
comienza su ritual
de las buenas intenciones.
Entre sus motivos
se encuentran:
podar alguna ceja,
descubrir una nueva peca,
hidratarse la cara
aterciopelada
y hacerme esperar
con la luz encendida.
Experta en el in-pas
entre el momento
de irse a la cama
y el preciso instante
en que nos reencontramos
de nuevo.
Lo hace aposta,
lo sé.
Y lo hace a sabiendas.
procurando
que el abrazo
sea más grande,
más acogedor,
más intensamente
nocturno.
Le regala tiempo
al más ególatra
de los objetos:
el espejo,
para que disfrute
aunque solo sea
unos minutos
de la perfección
de sus gestos.
Cuando apaga la luz
del baño
y se dirige
hacia la cama
a través de
la alfombra roja,
da comienzo
la fiesta engalanada
de pijamas y pieles,
de algún que otro
bicho peludo,
y de dos corazones
ansiosos de latirse
bajo el frío
del invierno.
lunes, 15 de enero de 2018
El amor es posible
Se miran
y se ríen,
se saben
querid@s.
Él le gana
en altura
y ella
le sobrepasa
en presencia.
Se buscan,
se besan,
se separan
y se vuelven
a encontrar.
Ella se apoya
en su hombro,
se acomoda,
él se deja llevar.
Ambos
con abrigo
tapad@s
hasta arriba
menos las bocas
descubiertas.
La estrategia
del movimiento
y el encaje
forma una
sola figura.
Se dicen cosas
tanto al
pronunciar
palabras
como al
obviarlas.
Son la envidia
del vagón
y el ejemplo
perfecto
de los primeros
cuidados.
Son montañas
y colibríes.
Manantial
de cosquillas,
caudal
de roces.
Se abrazan
y salvagardan
en una esquina
que hace
las veces
de refugio.
Llego a mi parada
y no sé si irme.
Dibujo la imagen
en mi mente
y la represento
dos días después
para que no
se me olvide nunca
y para decubriros
que el amor
es posible
siempre
que se exprese.
Como niñ@s
Como niñ@s
saltando
baldosa
a baldosa
sin pisar
las rayas,
haciendo
equilibrios
por los
bordillos;
cuando
la piruleta
te duraba
toda la vida
y la siesta
era una
obligación.
Como niñ@s
te dicen
lo que tienes
que hacer
y además
cómo hacerlo.
Obligad@s
a besar,
a comer,
a obedecer.
Como niñ@s,
jugar
es nuestra
única
preocupación,
nuestra vía
de aprendizaje.
Hacerlo
todo corriendo
y tropezando
para que el
reproche
del mundo
adulto
pueda
desahogarse.
La intimidad
de los cuerpos
desnudos,
inocentes,
sin diferenciar.
Que los errores
de los padres
no pasen
factura
en la emancipación
de l@s hij@s;
que sus
lastres
no nos arrastren.
saltando
baldosa
a baldosa
sin pisar
las rayas,
haciendo
equilibrios
por los
bordillos;
cuando
la piruleta
te duraba
toda la vida
y la siesta
era una
obligación.
Como niñ@s
te dicen
lo que tienes
que hacer
y además
cómo hacerlo.
Obligad@s
a besar,
a comer,
a obedecer.
Como niñ@s,
jugar
es nuestra
única
preocupación,
nuestra vía
de aprendizaje.
Hacerlo
todo corriendo
y tropezando
para que el
reproche
del mundo
adulto
pueda
desahogarse.
La intimidad
de los cuerpos
desnudos,
inocentes,
sin diferenciar.
Que los errores
de los padres
no pasen
factura
en la emancipación
de l@s hij@s;
que sus
lastres
no nos arrastren.
viernes, 12 de enero de 2018
De la cama al sofá
El hecho de irse
de la cama al sofá
implica perder
terreno,
acoger otra
derrota,
experimentar
ele frío
del destierro.
Asumir
el cansancio
de no estar
haciendo
bien las cosas,
sin mantas
que abriguen,
sin cuerpos
que se rocen.
La agonía
de unas
cuantas horas
que no deberían
darse,
los sueños
extraviados,
los músculos
engarrotados.
A pocos metros
de la salvación,
te hundes
en la arena,
poco a poco,
agonizante,
esperando
el final
de la noche
como si del
último aliento
se tratara.
para levantarte
encogido
y jodido
de las emociones
que desaprovechaste.
El otro,
quien reposa
en la cama,
resulta
malherido
por la soledad
de los días
espontáneos,
de las noches
eternas,
de los pies
helados.
de la cama al sofá
implica perder
terreno,
acoger otra
derrota,
experimentar
ele frío
del destierro.
Asumir
el cansancio
de no estar
haciendo
bien las cosas,
sin mantas
que abriguen,
sin cuerpos
que se rocen.
La agonía
de unas
cuantas horas
que no deberían
darse,
los sueños
extraviados,
los músculos
engarrotados.
A pocos metros
de la salvación,
te hundes
en la arena,
poco a poco,
agonizante,
esperando
el final
de la noche
como si del
último aliento
se tratara.
para levantarte
encogido
y jodido
de las emociones
que desaprovechaste.
El otro,
quien reposa
en la cama,
resulta
malherido
por la soledad
de los días
espontáneos,
de las noches
eternas,
de los pies
helados.
lunes, 8 de enero de 2018
A cobro revertido
Se puede
querer
de múltiples
formas
a las personas,
pero una
de las que
no debería
estar permitido es
a cobro revertido.
Imaginad
que yo quiero
a una persona
solo con el
ánimo
de recibir,
esperando
intereses
a cambio,
con licencia
de superioridad,
en papel
mojado
externalizados
los sentimientos.
¡No señores
y señoras!
La competitividad
ególatra
no puede ser
una cualidad
del querer.
Los malintencionados
no deberían
ganar nunca,
los materialistas
deberían
quedarse vacíos
por dentro,
tal y como
lo están
por fuera.
Ya lo hemos
dicho
muchas veces:
querer
de múltiples
formas
a las personas,
pero una
de las que
no debería
estar permitido es
a cobro revertido.
Imaginad
que yo quiero
a una persona
solo con el
ánimo
de recibir,
esperando
intereses
a cambio,
con licencia
de superioridad,
en papel
mojado
externalizados
los sentimientos.
¡No señores
y señoras!
La competitividad
ególatra
no puede ser
una cualidad
del querer.
Los malintencionados
no deberían
ganar nunca,
los materialistas
deberían
quedarse vacíos
por dentro,
tal y como
lo están
por fuera.
Ya lo hemos
dicho
muchas veces:
"Te cuida quien te quiere
y te quiere quien te cuida"
Merecen la pena
La siesta pacífica
de los domingos.
Atravesar el misterio
del bosque.
Los sonidos de jungla
de un patio de colegio.
El paseo de noche
dadas las manos.
El rincón ajardinado.
Un cajón lleno de secretos.
Envolver los regalos.
Escribir sin medias tintas.
Follarse un cerebro.
Viajar solamente
con billete de ida.
Cantar a pelo una canción
de hace veinte años.
Amar sin remilgos.
La taza de café humeante.
El cigarro que te
acorta la vida.
El vestido de aquel día.
Memoria intacta.
La dignidad por bandera.
Nadar en medio de mucha
gente desconocida.
Atrapar el silencio.
Ver la hoja caer.
La fotografía en blanco y negro.
Cortar el pan con cuchillo.
Leer un libro
con sabor a polvo.
El baile de fin de curso.
La serie que te encierra en casa.
Y después, la lluvia.
La compañía elegida.
El sexo por la mañana.
La personalidad de tu borrachera.
El cumpleaños sorpresa.
El aprobado inesperado.
La niebla, tierra de nadie.
La madre, ser perfecto.
El abrazo congelado
del tiempo por venir.
El beso entre dos lenguas
condenadas a cadena perpetua.
El bolsillo que contiene
objetos mágicos.
Hacer de la música una rutina.
Caricias artesanales.
Olores descomunales.
Pactos de sangre.
Descalzos nuestros pies.
Charco que espera ser pisado
Juego simbólico.
Ganas de volver a nacer
para,
ésta vez,
poder vencer.
Todas esas cosas que merecen la pena,
precisamente,
porque no las has tenido.
sábado, 6 de enero de 2018
Nuevos deseos
No necesitamos
excusas
para los
nuevos deseos,
ni fechas,
ni plazos
para los
propósitos
del año;
ni si quiera
nuevas formas
de hacer
o pensar
para mejorar
nuestra versión
de nosotr@s
mism@s.
Solo hace falta
voluntad
sin punto
fijo de partida,
recorrerlo
con ganas
y firmeza
confiado
de que sí
es posible.
Relajarse
y ser parte
del azar
que nos atrape.
Recibir
con dignidad
la exclusividad
de lo que
acontece.
Dejarse llevar
cuando sea
necesario
y tomar
las riendas
cuando lo
exija el guión.
Una sensación
como la de
conducir
ebrio
con el riesgo
que conlleva,
con que la
recompensa
sea más alta.
excusas
para los
nuevos deseos,
ni fechas,
ni plazos
para los
propósitos
del año;
ni si quiera
nuevas formas
de hacer
o pensar
para mejorar
nuestra versión
de nosotr@s
mism@s.
Solo hace falta
voluntad
sin punto
fijo de partida,
recorrerlo
con ganas
y firmeza
confiado
de que sí
es posible.
Relajarse
y ser parte
del azar
que nos atrape.
Recibir
con dignidad
la exclusividad
de lo que
acontece.
Dejarse llevar
cuando sea
necesario
y tomar
las riendas
cuando lo
exija el guión.
Una sensación
como la de
conducir
ebrio
con el riesgo
que conlleva,
con que la
recompensa
sea más alta.
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