viernes, 17 de mayo de 2024

Gente parásito

De vez en cuando toca 
depurar responsabilidades
y pasar el acuse de recibo.
Casi siempre coincide
con lo mismo,
por eso,
bajo ningún concepto,
puedo caer en la trampa
de la normalización, 
de lo contrario 
me convertiría en cómplice.

El arco de la gente parásito 
comprende desde los nazis
hasta l@s infelices,
esta vez escribiré
sobre est@s últim@s
aunque se pueda 
ser un poco de ambas.

Gente autoritariamente 
controladora,
fervientemente manipuladora
y conscientemente dañina,
son parásitos 
que se aferran al vínculo 
para destrozarte por dentro.
Tener cuidado,
se pueden encontrar 
en casa,
en la calle
y en los centros de trabajo.
Pero cuidado especialmente 
con los que vengan de casa,
esos te chupan la sangre
hasta quitarte 
la ilusión,
la capacidad de decidir
autónomamente
o incluso 
la posibilidad 
de vivir sin miedo.

Nunca habrá 
las razones o los argumentos 
suficientes
para que te maltraten,
de lo contrario 
estaríamos justificando 
a los maltratadores 
y a los malvados.
Siempre van a procurar 
someterte,
que te subordines 
por debajo de tus principios 
y valides sus malas intenciones,
que sientas que no llevas razón 
y que constantemente 
te equivocas.

Pero l@s que somos 
un poquito más mayores,
honestas y valientes
jamás asumiremos 
tales injusticias 
en el momento
en que se trate 
de que un ser humano parásito 
pase por encima de otro 
ser humano vulnerable.
Demasiados perdones 
y oportunidades 
ha habido en el pasado 
como para que el bicho 
no haya aprendido nada.

Por tanto, insisto,
da igual de dónde vengas
y cuál sea el origen 
del veneno,
hay que armarse
hasta los dientes
a través de los huesos
y la sangre
para que con
toda tu musculatura flexible 
atajes un poco
con tus remedios.
Ni agua ni magdalenas;
tampoco edulcorantes
ni ponerse de perfil.

Cuando te sientas 
preparada
hay que sacarlo todo,
tu mejor defensa
junto con tu mejor ataque 
y confrontar de cara 
y mirando al frente 
al puto bicho 
que te está jodiendo la vida.
Quien sienta que no pueda 
que avise,
que llame a su peña de referencia 
y se apoye en equipo 
contra la inmundicia,
la mediocridad 
y la basura que debe 
ser clasificada.

Esto no va de qué 
van a pensar de ti
l@s demás,
esto va de defenderse
a una misma con dignidad y orgullo
por mucho que te los hayan
minado durante años.
La asertividad 
para quien muestre
un poco de ternura,
la compasión 
para quien sufre 
dadas las circunstancias,
la redención 
para una misma.

La gente parásito 
provoca odio y destrucción
siendo inevitable
otro tipo de valores.
Que nadie te diga
que cierres la boca
y mires para otro lado,
o que huyas y te alejes
para evadir 
un problema
que va a seguir existiendo.
Entiendo que no puedas 
o no sepas,
pero por favor 
no te rindas ni otorgues,
el mal debe ser repudiado,
combatido y eliminado.

Los parásitos no sobreviven 
sin potenciales recipientes
o contenedores a su lado,
así que una de las salidas
sería desmarcarse, alejarse,
distanciarse.
Pero si puedes,
lo que mejor nos vendría
a todas es que te pronuncies,
que te posiciones,
que escojas bando 
y establezcas tantas
líneas rojas 
como te parezcan necesarias.
De este modo,
el parásito,
en lugar de parasitar
a otra mariposa,
quizás y solo quizás,
deje de parasitar 
para cambiar el enfoque 
y no volver a chupar
la sangre nunca más.

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