depurar responsabilidades
y pasar el acuse de recibo.
Casi siempre coincide
con lo mismo,
por eso,
bajo ningún concepto,
puedo caer en la trampa
de la normalización,
de lo contrario
me convertiría en cómplice.
El arco de la gente parásito
comprende desde los nazis
hasta l@s infelices,
esta vez escribiré
sobre est@s últim@s
aunque se pueda
ser un poco de ambas.
Gente autoritariamente
controladora,
fervientemente manipuladora
y conscientemente dañina,
son parásitos
que se aferran al vínculo
para destrozarte por dentro.
Tener cuidado,
se pueden encontrar
en casa,
en la calle
y en los centros de trabajo.
Pero cuidado especialmente
con los que vengan de casa,
esos te chupan la sangre
hasta quitarte
la ilusión,
la capacidad de decidir
autónomamente
o incluso
la posibilidad
de vivir sin miedo.
Nunca habrá
las razones o los argumentos
suficientes
para que te maltraten,
de lo contrario
estaríamos justificando
a los maltratadores
y a los malvados.
Siempre van a procurar
someterte,
que te subordines
por debajo de tus principios
y valides sus malas intenciones,
que sientas que no llevas razón
y que constantemente
te equivocas.
Pero l@s que somos
un poquito más mayores,
honestas y valientes
jamás asumiremos
tales injusticias
en el momento
en que se trate
de que un ser humano parásito
pase por encima de otro
ser humano vulnerable.
Demasiados perdones
y oportunidades
ha habido en el pasado
como para que el bicho
no haya aprendido nada.
Por tanto, insisto,
da igual de dónde vengas
y cuál sea el origen
del veneno,
hay que armarse
hasta los dientes
a través de los huesos
y la sangre
para que con
toda tu musculatura flexible
atajes un poco
con tus remedios.
Ni agua ni magdalenas;
tampoco edulcorantes
ni ponerse de perfil.
Cuando te sientas
preparada
hay que sacarlo todo,
tu mejor defensa
junto con tu mejor ataque
y confrontar de cara
y mirando al frente
al puto bicho
que te está jodiendo la vida.
Quien sienta que no pueda
que avise,
que llame a su peña de referencia
y se apoye en equipo
contra la inmundicia,
la mediocridad
y la basura que debe
ser clasificada.
Esto no va de qué
van a pensar de ti
l@s demás,
esto va de defenderse
a una misma con dignidad y orgullo
por mucho que te los hayan
minado durante años.
La asertividad
para quien muestre
un poco de ternura,
la compasión
para quien sufre
dadas las circunstancias,
la redención
para una misma.
La gente parásito
provoca odio y destrucción
siendo inevitable
otro tipo de valores.
Que nadie te diga
que cierres la boca
y mires para otro lado,
o que huyas y te alejes
para evadir
un problema
que va a seguir existiendo.
Entiendo que no puedas
o no sepas,
pero por favor
no te rindas ni otorgues,
el mal debe ser repudiado,
combatido y eliminado.
Los parásitos no sobreviven
sin potenciales recipientes
o contenedores a su lado,
así que una de las salidas
sería desmarcarse, alejarse,
distanciarse.
Pero si puedes,
lo que mejor nos vendría
a todas es que te pronuncies,
que te posiciones,
que escojas bando
y establezcas tantas
líneas rojas
como te parezcan necesarias.
De este modo,
el parásito,
en lugar de parasitar
a otra mariposa,
quizás y solo quizás,
deje de parasitar
para cambiar el enfoque
y no volver a chupar
la sangre nunca más.
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