miércoles, 28 de febrero de 2024

Alucinante

Es lo que le contesto
cada vez que me cuenta algo
de manera espontánea.
Y verdaderamente
lo pronuncio con emoción
por eso de dejarme
sorprender
cuando me cuenta algo
por iniciativa propia.
No le miento,
nunca le he mentido.

Me alucina
cuando me llama
para que acuda
para enseñarme algo.
En esos segundos
de incertidumbre,
gozo con las ideas
que va a presentarme.
Me gusta especular
en lo que se habrá
inventado esta vez
y me dejo llevar
por las ganas del descubrimiento.

Si todo lo que hace
me parece alucinante
es precisamente
porque él
me resulta alucinante
en todos sus sentidos,
por todos los costados,
desde todos
los puntos cardinales.
¡Alucinante, hijo!
le repito día tras día.
Y no tiene que ver
con magnificar
sus actitudes
ni con exagerar
sis acciones,
tampoco con tergiversar
si pensamiento;
tiene que ver con
hacerle justicia
de todo lo que merece
ser valorado y reconocido.

Me regaló auténtico
de veras
cuando tiene que ver
con corresponderle
para que entienda
mejor el mundo.
Toda explicación es poca
en relación
a estructurar el contexto.
El compromiso es necesario
si queremos
que no se sientan 
sol@s en el planeta.

Me alucina lo alucinante
de su presencia,
lo que ya sabe
y lo que deja en la reserva
para mostrar.
Porque es muy capaz
de planificar sus pasos
con cinco años
y todavía conozco
a algún adulto
que no es capaz
ni de mantenerse en pie,
imagino, por las inclemencias
de algunas experiencias.

Así que sí,
siempre pondré
el foco de mi esfuerzo
en hacerle saber
todo lo que vale,
no porque sea mi hijo,
que también, faltaría más,
sino por el reconocimiento
de la fuerte exigencia
de pertenecer
a los seres humanos.
Una vez más
tiene que ver
con las habilidades sociales
y comunicativas,
con las de habilitar y facilitar,
con las de compensar y complementar.

Alucinante me parece
compartir el mismo planeta,
convivir en la misma casa
tantos años quieras
postergar tu independencia,
dormirte cada noche
pese a que le robas
espacio a la cama
con el paso del tiempo,
y mirarte a los ojos
cuando sientes
el orgullo y la necesidad
de contarme algo
que son saberlo,
te está construyendo
por dentro y por fuera.

Si dentro de muchos años
se te olvida quién eres,
lo que fuiste
o lo que andabas buscando,
puedes acudir a este 
refugio tuyo/mío
para reencontrarte
con tu pasado,
relacionar tu presente
con mi futuro
y elaborar nuevos sueños.

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