Se me ha ocurrido escribirte
para contarte cómo nos va,
cómo me va.
De esta manera,
cada cuatro años,
podré/podremos actualizarte
cuánto hemos cambiado,
cuánto te has perdido
o cuanto te has ahorrado.
En términos sociales
y generales
nos va regular tirando a mal.
No logramos avanzar a duras penas
y lo poco que conseguimos
resulta inevitablemente insuficiente.
Siempre con la sensación
y la necesidad de ir a contracorriente
porque lo sistemático
no nos mola nada.
Es verdad que,
individualmente,
nuestras aportaciones
no se notan casi nada,
pero esto va de coherencia
y consecuencias,
por lo que no me rindo
al redil de lo que supuestamente
se espera de nosotras.
Lo de que la vivienda
es un derecho
sigue siendo mentira.
Sobrevivimos casi
sin saber flotar
en medio de un océano
lleno de tiburones.
Las facturas abusivas
de los servicios contratados
no hacen más que darnos disgustos;
acostamos pronto y con prisa
a l@s cachorr@s
para sentarnos en el salón
a echar cuentas
que ni siquiera comprendemos.
Los sueldos son placebo
y la conciliación
una de las asignaturas
pendientes y eternas
que no logramos resolver
sin consecuencias
para nuestr@s hij@s.
La extrema derecha
y la derecha más cobarde
están en auge
tanto en España,
como en Europa,
como en el mundo.
No hacemos
más que verle
las orejas al lobo
mientras nuestros semejantes
se están comiendo
nuestras sobras.
Nos gobierna
la opción menos mala
de todas las malas posible,
pero sigue siendo mala.
Parches y cortafuegos,
pildoritas y discursitos
para que parezca
que fuera a cambiar algo
y luego no cambia nada.
Ahora están en Madrid
los tractores
reclamando un jornal
y condiciones dignas,
solo que parte de ellos,
vienen estando representados
por buleros y negacionistas.
Y así con todo.
Te cuento que
los niveles de agua
son alarmantes,
tan preocupantes
que han comenzado
las restricciones en algunas zonas.
Como lo del calor en invierno,
enero y febrero
con temperaturas tan primaverales
que las terrazas de Madrid,
donde se respira libertad de la buena,
están a rebosar
porque estamos en el lado
bueno de la historia:
el fascismo.
Quizá cuando te salude
dentro de cuatro años,
pueda decirte
que Ayuso ha desaparecido
y el crimen todavía
está sin resolver.
La salud mental
el gran tabú de nuestras sociedades.
El machismo su mejor aliado.
Las guerras
y la normalización de las mismas
en auge.
La fe decayendo
peoe sigue reinando
la más clasista de todas.
Escribiendo sobre el reinado,
sigue habiendo monarquía
pero con las vergüenzas destapadas,
algo es algo.
Si el bisiesto sirve
para compensar
los días que tardamos en
recorrer la órbita al sol,
también estaría bien
que cada bisiesto
nos compensaran
con subidas salariales
por hacer sobrevivido
a tanta violencia estructural.
El día que la violencia
estalle en las calles,
quizá todos los años
se vuelvan bisiestos
por eso de tener un día más
para callar bocas.
Mis cachorr@s tienen
cuando y dos años.
En el próximo ya tendrán
nueve y seis,
estarán en primaria.
Su madre y su padre
no sé dónde estaremos,
la única certeza
es la de que estaremos
a su lado
Nuestra perrita ya no está,
pero espero que
nuestro gato siga estando
en 2028
("pá tu cara mi chocho",
no quería dejar esta
rima de lado)
Son demasiados años
como para poder
imaginarse nada en concreto,
pero molará volver
al pasado y discernir
algunas coincidencias,
mucha derrotas
y escasas victorias
que nos motivarán
para los siguientes.
El planeta da miedo,
pero no tenemos otro
y tenemos que seguir
luchando por preservarlo.
Quizá la educación,
la ciencia o la cultura
serán las que encuentren
las formulas adecuadas
para que el capitalismo
y la política antigua
desaparezcan algún día.
También el fascismo
con todas sus formas,
siluetas y caretas.
Una sociedad sin fachas
ni nazis solo puede
ser más libre,
más divertida
y mucho más inteligente.
Que yo que sé,
pero me apetecía hacerlo.
Que se vayan a tomar por culo
los que necesitamos
que se vayan a tomar por culo,
y mucho amor y barricadas
para las personas que nos interesan.
Especial mención a Sara Galán,
tengo una mala noticia,
te quiero muchísimo,
pero también muchísimo menos
de lo que lo haré en 2028,
espero que seas paciente.
Chao bisiesto de 2024,
hoy llegaremos a 15 grados
de máxima;
este puede que sea el dato
que nos mate
antes de llegar
a los próximo cuatro años.