se queda en nada,
los oscuros deseos
se desvanecen
y la gravedad
toma el protagonismo.
¿Cuántas veces
habré utilizado
la palabra
precipitarse
como una acción
de anticiparse
descontroladamente?
Desde un tercero
con la edad de mi hijo.
Insoportable,
insostenible,
injusto.
No haya consuelo
ni paz,
solo enormes esfuerzos
por seguir vivo.
Todo está bien
hasta que deja de estarlo.
Todo es normal
hasta que ya no lo es.
Solo nos arrepentimos
del mañana
cuando nos meten la hostia
respecto al ayer.
Otra vez que no te existen palabras
ni movimientos premeditados.
Dolor, impotencia y rabia.
Pena por no ser tú.
Vacío
Hasta que surje el coraje
como última bala.
El impulso de agarrarse
a la más pequeña
de las posibilidades.
Las plegarias
de los que rezan.
Los deseos
de los que sueñan.
Acompañar
ahora y siempre,
con el permiso concedido.
Apretar fuerte la mano
y abarcar amplia
la espalda
para que la soledad
no encuentre compañera.
Mirar triste
con la boca
encasquillada,
pero mirar
para que el otro sea.
Dadas las circunstancias,
cualquier reacción es legítima
y oportuna.
Puta vida,
pero más puta
es la muerte
salvando muchas excepciones.
Espero esta vez no equivocarme.
_ a M y J_
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