Me molesta más
una voz desagradable
que un mal olor.
Me molesta más
una palabra
incorrectamente
escrita
que la vergüenza
de hacer el ridículo.
Me molesta mucho
la gente que habla
por encima
de sus posibilidades
y en realidad
están diciendo poco.
El protragonismo
de los speechs
y el postureo
de las brainstorming.
Me molestan más
algunos acentos
que los groseros
términos.
Que no nos sepamos
las letras,
ni las intenciones,
ni los significados.
Me molestan más
los gritos
que un dolor de muelas.
La moda de los idiomas.
El precario vocabulario.
Las lenguas inmovilistas.
Me molesta tanto
el que habla
y no escucha
como el que
no escucha
y tampoco
deja hablar.
Me molestan
los chantajes,
las amenazas
y la manipulación,
sobretodo
si son a través
de las palabras.
Me molestan
los épicos discursos
y los egos impersonales.
Me molestan
los que intentan
dar lecciones;
y como yo
estoy intentado
dar una,
me molesto
conmigo mismo
y dejo de escribir
YA.
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